Steven, un joven de 18 años, se vio influenciado por amigos a consumir drogas a pesar de provenir de una familia económicamente estable. Su madre decidió internarlo en un centro de rehabilitación donde recibió apoyo psicológico y espiritual para superar su adicción. Aunque el proceso de recuperación fue difícil, tanto la familia como los psicólogos lo apoyaron para que no desistiera. Hoy en día Steven dirige con éxito su propio restaurante y ya no depende de influencias negativas.