El documento sugiere que si una persona siente que su vida no tiene propósito, es posible que sea porque nunca se ha enfocado en establecer uno. Recomienda imaginar la felicidad completa y luchar para alcanzarla, lo que permitirá darse cuenta de que aunque no nacimos con un objetivo predefinido, tenemos el poder y la dicha de crear nuestro propio propósito. Además, señala que los obstáculos no definen el fracaso sino que aumentan la magnitud del triunfo.