El documento reflexiona sobre cómo cuando era niño la gente le preguntaba qué quería ser de grande, pero ahora de adulto se da cuenta de que la vida y las oportunidades le han permitido ser lo que es. Sin embargo, ahora se pregunta qué más puede ser para ayudar a otros que están tristes, ignorantes o necesitan apoyo. Concluye que podemos ser voces tranquilas, luces, sonrisas, palabras de aliento y más humanos para levantar a los caídos con amor desinteresado.