Los órganos vitales del cuerpo humano discutieron quién sería el jefe. El cerebro, ojos, corazón, estómago y piernas argumentaron sus casos. Aunque los demás se rieron cuando el intestino quiso ser el jefe, este amenazó con no salir durante cinco días a menos que lo aceptaran como el jefe, lo que finalmente hicieron los demás órganos para evitar mayores problemas.
8. Pero todos se indignaron cuando el sorete exigió ser El Jefe. Luego se rieron a carcajadas de él... El sorete sólo dijo: No daré explicaciones, pero les garantizo que yo seré El Jefe.
9. EL CUERPO estallaba: EL CEREBRO deliraba, LOS OJOS se nublaban, EL CORAZÓN agonizaba, EL ESTÓMAGO reventaba, y LAS PIERNAS temblaban… Finalmente todos gritaron: ¡OK, que el sorete sea El Jefe! Tras ello se negó a salir durante ¡CINCO DÍAS!
10. Y desde entonces cualquier SORETE puede ser El Jefe Adolfo Adolfo