La receta para la reforma educativa requiere ingredientes como préstamos internacionales, análisis económico, reformas administrativas y curriculares, descentralización, tecnología educativa, evaluación nacional y recuperación de costos. Se debe cocinar a fuego lento mientras se incrementan gradualmente los salarios y se agregan maestros y capacitación. Finalmente, se adereza con una salsa de consenso hecha de la participación de varios grupos de interés para lograr una reforma educativa exitosa.