Este documento presenta un análisis crítico de la reciente reforma educacional en Chile que reduce las horas de ciencias sociales e historia para aumentar las horas de lenguaje y matemáticas. Los autores argumentan que este cambio no mejorará los resultados educativos y debilitará la enseñanza de competencias sociales, analíticas y críticas. También señalan que el gobierno no ha explicado cómo usarán las nuevas horas ni proveerán las herramientas necesarias.