Reflexiones junto a la fuente taza, primeros de febrero 2017
1. REFLEXIONES JUNTO
A LA FUENTE TAZA
…Ante problemas
comunes, unión
Finalizaba las reflexiones de mediados de enero formulando un deseo …”me
gustaría que hicieran comentarios sobre los que pudiésemos intercambiar
opiniones y, quizá un día, no muy lejano, nos sirvieran de excusa para reunirnos y
hablar de nosotros, de nuestros problemas y, por qué no, de soluciones…”. Esta
invitación trata de establecer un flujo de ideas sobre Pozo Alcón, su presente y,
sobre todo, de su futuro. No caí en la cuenta de la inoportunidad de la sugerencia;
los poceños, por estas fechas, están inmersos en las tareas de recolección de la
aceituna y, nada más dejar la vara,… a talar y casi simultáneamente a abonar…
Son días de mucho ajetreo y apenas si hay tiempo para otras cosas que no sean
faenas agrícolas, tan acotadas en el calendario y que no esperan. Dejemos que
pase febrero, que celebremos la Botijuela, para adentrarnos en un tiempo mucho
más relajado, donde la Naturaleza se convertirá en la protagonista absoluta; tendrá
que proporcionar las lluvias que llenen el Pantano, favorecernos con unas
condiciones climatológicas apropiadas para que los olivos se vistan de “muestra” y,
si no es mucho pedir, cuaje una buena cosecha, por lo menos como la pasada. Será
entonces cuando, tal vez, dispongamos de un “rato” para pensar en nuestras
cosas, en las de todos.
2. Comencé el año 2017 sacando a relucir el espantajo de la segregación de la
provincia de Jaén, a sabiendas que era un “desatino” y, sin otra pretensión que
remover conciencias, buscando interesarnos por los problemas comunes. Si el
argumento para separarnos eran cuestiones de índole administrativo que impiden
tratarnos como “pertenecientes a otra comarca natural”, distinta a la de Cazorla, no
quiero contarles el “follón” que originaría una petición popular para modificar los
mapas provinciales de Jaén y Granada. Por otro lado, lo único que hay que hacer es
elevar a la categoría de oficial lo que, desde tiempo inmemorial, vienen haciendo
los habitantes de esta comarca. Veamos algunos ejemplos. Cuando en los años
cincuenta el Plan Jaén incluyó la construcción del Pantano de la Bolera, nadie pensó
que Cuevas del Campo, entonces dependiente de Zújar, pertenecía a Granada, ni
cuando se inicia la de los canales y acequias, ni cuando se gestiona la
modernización del sistema de riegos… Desde el reinado de Alfonso XII, cuando se
establece la Zona Regable del Guadalentín, de más de 8.000 Has., siempre hemos
caminado juntos y compartimos lo más importante y común a todos: el agua.
También sufrimos juntos algo de gran trascendencia; la pertenencia a una de las
zonas más deprimidas de Andalucía, la comprendida entre el Sureste de Jaén (Pozo
Alcón e Hinojares) y el Noroeste de Granada (Cuevas del Campo, Campocámara y
Castril). La población de esta comarca, de unos 10.000 habitantes, vive aquejada de
problemas que nos afectan por igual y, por tanto, de más fácil solución si nos
unimos, huyendo de localismos y protagonismos que impedirán la puesta en
marcha de posibles proyectos.
Desde aquí, me atrevo a sugerir que, más pronto que tarde, se produzca una
reunión de los Alcaldes y Alcaldesas de la Zona, y hablen, y establezcan un
calendario que debieran culminar con la presencia de los Presidentes de las
Diputaciones de Jaén y Granada, ¿imaginan para qué? A mediados de febrero
seremos más precisos.
Pozo Alcón, a primeros de febrero de 2017
Francisco Quiñones Martínez