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NORMAS DEL DOJO
En este Dojo sólo se admiten las personas concentradas que quieran
practicar la vía a través del Jiu Jitsu. Los que vienen con otro espíritu deben
reflexionar.
Todos los discípulos deben armonizarse como la leche y la miel,
creando así una atmósfera buena y fuerte.
A este Dojo debe entrarse con el solo fin de practicar juntos el Jiu
Jitsu; sin diferencias de sexo, raza o religión. Esto es digno de respeto y no
debe olvidarse.
Los antiguos discípulos deben enseñar con delicadeza; sin ningún
espíritu de arrogancia y siguiendo exactamente las enseñanzas del maestro.
Cuidando, como un tesoro, las reglas del Dojo.
En el vestuario, ropa, zapatos y efectos personales deben quedar en
perfecto orden.
Quitarse todo: collares, pulseras, grandes anillos, relojes, pendientes.
Recogerse el cabello si se lo lleva largo.
Cuidar el aseo personal. En Jiu Jitsu los sentidos están muy
agudizados y los olores fuertes o desagradables molestan.
En todo momento ser silenciosos y atentos respetando todos los
objetos que, una vez utilizados, deben dejarse en su lugar.
La puntualidad es importante. Llegar tarde o temprano es lo mismo,
pero sus consecuencias son diferentes.
Los que padezcan algún desequilibrio psíquico o estén bajo los
efectos de droga o alcohol deben abstenerse de entrar al Dojo.
El samu es un trabajo en donde lo más importante es la actitud y cuyo
resultado ha de estar más allá de cualquier provecho personal. Realizar la
tarea con la única motivación de hacerla bien, es la mayor actitud de
despren-dimiento.
En ningún caso hay que perturbar la armonía general o las personas
que, viniendo de donde viniesen, han llegado hasta aquí en la búsqueda más
alta dimensión de sus vidas.
La armonía y el respeto entre los que practican deben ser esenciales.
El lenguaje y el comportamiento deben ser correctos.
Se efectuaran los saludos y todas las formas tradicionales de cortesía.
Trate su entrenamiento seriamente; no es cuestión de risa. La
posesión de un grado mayor (especialmente el cinturón negro) no es su
boleto a la relajación y la familiaridad en el Dojo.
No abandonar el entrenamiento antes de terminar las clases. A menos
que el instructor autorice algo diferente el estudiante debe permanecer en la
clase hasta la terminación del saludo final.
El instructor, quienquiera que puede ser, debe ser tratado con el
respeto que usted mismo esperaría de otros como cortesía común. Si usted
no puede mostrar el respeto hacia una persona que toma su tiempo para
enseñarle, entonces usted no pertenece en un Dojo de Artes Marciales.
Nunca ponga en duda su dirección; nunca hable en la clase a menos
que sea preguntado por el instructor. Tal obediencia desarrolla un lazo de
confianza entre el instructor y el estudiante, el cual mejora la receptividad
mutua, simplificando y acelerando el proceso de aprendizaje.
No puedes comprar la técnica. Las cuotas mensuales proveen un
lugar para entrenamiento y una forma de mostrar agradecimiento para la
enseñanza recibida. Es la responsabilidad de cada estudiante pagar sus
cuotas a tiempo.

Reglas del dojo

  • 1. NORMAS DEL DOJO En este Dojo sólo se admiten las personas concentradas que quieran practicar la vía a través del Jiu Jitsu. Los que vienen con otro espíritu deben reflexionar. Todos los discípulos deben armonizarse como la leche y la miel, creando así una atmósfera buena y fuerte. A este Dojo debe entrarse con el solo fin de practicar juntos el Jiu Jitsu; sin diferencias de sexo, raza o religión. Esto es digno de respeto y no debe olvidarse. Los antiguos discípulos deben enseñar con delicadeza; sin ningún espíritu de arrogancia y siguiendo exactamente las enseñanzas del maestro. Cuidando, como un tesoro, las reglas del Dojo. En el vestuario, ropa, zapatos y efectos personales deben quedar en perfecto orden. Quitarse todo: collares, pulseras, grandes anillos, relojes, pendientes. Recogerse el cabello si se lo lleva largo. Cuidar el aseo personal. En Jiu Jitsu los sentidos están muy agudizados y los olores fuertes o desagradables molestan. En todo momento ser silenciosos y atentos respetando todos los objetos que, una vez utilizados, deben dejarse en su lugar. La puntualidad es importante. Llegar tarde o temprano es lo mismo, pero sus consecuencias son diferentes. Los que padezcan algún desequilibrio psíquico o estén bajo los efectos de droga o alcohol deben abstenerse de entrar al Dojo.
  • 2. El samu es un trabajo en donde lo más importante es la actitud y cuyo resultado ha de estar más allá de cualquier provecho personal. Realizar la tarea con la única motivación de hacerla bien, es la mayor actitud de despren-dimiento. En ningún caso hay que perturbar la armonía general o las personas que, viniendo de donde viniesen, han llegado hasta aquí en la búsqueda más alta dimensión de sus vidas. La armonía y el respeto entre los que practican deben ser esenciales. El lenguaje y el comportamiento deben ser correctos. Se efectuaran los saludos y todas las formas tradicionales de cortesía. Trate su entrenamiento seriamente; no es cuestión de risa. La posesión de un grado mayor (especialmente el cinturón negro) no es su boleto a la relajación y la familiaridad en el Dojo. No abandonar el entrenamiento antes de terminar las clases. A menos que el instructor autorice algo diferente el estudiante debe permanecer en la clase hasta la terminación del saludo final. El instructor, quienquiera que puede ser, debe ser tratado con el respeto que usted mismo esperaría de otros como cortesía común. Si usted no puede mostrar el respeto hacia una persona que toma su tiempo para enseñarle, entonces usted no pertenece en un Dojo de Artes Marciales. Nunca ponga en duda su dirección; nunca hable en la clase a menos que sea preguntado por el instructor. Tal obediencia desarrolla un lazo de confianza entre el instructor y el estudiante, el cual mejora la receptividad mutua, simplificando y acelerando el proceso de aprendizaje. No puedes comprar la técnica. Las cuotas mensuales proveen un lugar para entrenamiento y una forma de mostrar agradecimiento para la
  • 3. enseñanza recibida. Es la responsabilidad de cada estudiante pagar sus cuotas a tiempo.