El documento describe la confirmación como uno de los siete sacramentos de la Iglesia católica. La confirmación es el sacramento mediante el cual las personas bautizadas se integran plenamente como miembros de la comunidad cristiana. Tradicionalmente se administraba inmediatamente después del bautismo, aunque ahora se realiza más tarde, generalmente durante la adolescencia. La confirmación implica la imposición de manos y la unción con óleos sagrados por parte de un obispo u otro sacerdote autorizado.