1. La confirmación es uno de los sacramentos que administra el catolicismo
(también celebrado en otras denominaciones cristianas). Está considerado
entre los sacramentos de iniciación cristiana siendo recibido en segundo
lugar (tras el bautismo) o en cuarto (tras la Penitencia y la Eucaristía) en la
Iglesia cristiana, sacramento por el que las personas bautizadas se integran
de forma plena como miembros de la comunidad. En la Iglesia antigua, el
rito se administraba de forma inmediata después del bautismo y ésta sigue
siendo la costumbre en la iglesia ortodoxa. En la Iglesia católica apostólica
romana a partir de 1600 hasta el siglo XX, la confirmación se aplazó entre
los dos y los siete años tras el bautizo del niño. A partir del Concilio
Vaticano II se delega más allá, hasta la primera adolescencia. La Iglesia
anglicana no es señalada una edad específica, pero el rito es administrado
de un modo general entre los 14 y los 16 años; en la Iglesia luterana el
sacramento se administra sobre esa misma edad; en la Iglesia católica de
un modo general se realiza dos años después de la primera comunión,
hecho que ocurre normalmente alrededor de los 11 años.
2. -El crisma, marca de permanencia que no se borra. -la
paloma, significa que el espíritu santo nos regala
sus dones.
3. En la Iglesia latina el ministro ordinario de la confirmación es el Obispo;
pero también administra válidamente este sacramento el presbítero dotado
de facultad por el derecho universal o por concesión peculiar de la
autoridad competente. El __P30.HTM canon 885 indica cuáles son los
presbíteros que tienen esa facultad por el derecho universal.
En las Iglesias orientales, incluso las católicas, el ministro ordinario es el
presbítero, que usa óleo santo consagrado por el obispo o por el patriarca
(cánones 693-694 del Código de Cánones de las Iglesias Orientales).
4. De acuerdo con el Catecismo de la Iglesia Católica, los efectos de la
confirmación son: - introducción más profunda en la filiación divina - unión más
firme con Cristo - aumento de los dones del Espíritu Santo - perfección mayor
de nuestro vínculo con la Iglesia.
“De la celebración se deduce que el efecto del sacramento es la efusión plena
del Espíritu Santo, como fue concedida en otro tiempo a los apóstoles el día
de Pentecostés” (Catecismo, 1302).
El Catecismo continúa así su explicación: “Por este hecho, la Confirmación
confiere crecimiento y profundidad a la gracia bautismal” (Id., n. 1303).
Además, la Confirmación tiene también otro efecto: “imprime en el alma una
marca espiritual indeleble, el „carácter‟, que es el signo que Jesucristo ha
marcado al cristiano con el sello de su Espíritu revistiéndolo de la fuerza de lo
alto para que sea su testigo (cf. Lucas 24, 48-49)” (Id., n. 1304).
“El „carácter‟ perfecciona el sacerdocio común de los fieles, recibido en el
Bautismo, y el confirmado recibe el poder de confesar la fe de Cristo
públicamente, y como en virtud de un cargo (quasi ex officio)” (Id., n. 1305).