Los teléfonos celulares se hicieron ampliamente disponibles en los Estados Unidos en la década de 1990 y su uso ha ido aumentando desde entonces. Para junio de 2011 había 320 millones de suscriptores de telefonía celular en el país, más que la población total de los Estados Unidos. Algunas personas están preocupadas por si la energía de radiofrecuencia emitida por los teléfonos celulares podría incrementar el riesgo de desarrollar tumores en el cerebro u otros tumores en la cabeza y el cuello.