La Revolución Rusa de 1917 estableció el primer país socialista de la historia y marcó el comienzo de la Unión Soviética. La revolución fue dirigida por ideólogos como Lenin, cuyo cuerpo embalsamado se exhibe en un mausoleo en la Plaza Roja de Moscú, el lugar donde se desarrollaron muchos de los eventos clave de la revolución que derrocó a la familia Romanov que gobernaba Rusia.