El río Okavango desemboca en el desierto de Kalahari, inundando un área de 22.000 km2 y transformándola en un delta verde que atrae millones de animales. La temporada de lluvias causa esta gran inundación entre mayo y junio, creando un laberinto de canales y lagunas que sirve de hábitat temporal para especies como elefantes, búfalos y hipopótamos. Una vez que cesan las lluvias, el agua se evapora y los animales deben emigrar nuevamente.