El autor escucha ruidos afuera de su casa altamente protegida y ve una silueta a través de la ventana. Llama a la policía pero le dicen que no pueden enviar a nadie. En una segunda llamada les dice que mató al ladrón de un disparo, lo que resulta en una gran respuesta de fuerzas policiales, bomberos, y medios de comunicación que llegan a la escena. El autor expresa su frustración con la falta inicial de respuesta policial.