Este documento presenta tres historias breves sobre personas que recibieron reconocimientos por sus acciones. Cesare Bisognin recibió la ordenación sacerdotal antes de morir debido a una enfermedad incurable. Juan Julio Wicht recibió un premio nacional por permanecer con los rehenes secuestrados en la embajada de Japón en Perú. La hermana Peter Claver Fahy recibió el más alto reconocimiento de una universidad franciscana por dedicar 70 años de su vida al cuidado de los pobres y marginados.