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Anne Ancelin
Schützenberger
Ejercicios prácticos
de psicogenealogía
Para descubrir los secretos de familia,
ser fieles a nuestros ancestros,
elegir nuestra propia vida
RIPUTPUTParl
,
Anne Ancelin Schützenberger
nació en 1919 y es de nacionalidad
francesa. Posee una licenciatura
en Derecho y un doctorado en
Psicología. Durante la Segunda
Guerra Mundial participó en la
Resistencia y en 1945 recibió el Prix
de l'Alié á la Résistance. Una beca
Fulbright le permitió especializarse
en los Estados Unidos en psicología
social y dinámica de grupo. Trabajó
con Margaret Mead y con Gregory
Bateson en el grupo de Palo Alto.
Es cofundadora de la Asociación
Internacional de Psicoterapia de
Grupo y, desde 1967, profesora
emérita de la Universidad de Niza.
Es autora, entre otros, de los libros La
voluntad de vivir, Salir del &t'el° (con
Evelyne Bissone Jeufroy, Taurus, 2008)
y ¡Ay mis ancestros! (Taurus, 2008).
Ejercicios
prácticos de
psicogenealogía
i
Ejercicios
prácticos de
psicogenealogía
Para descubrir nuestros
secretos de familia,
ser fieles a nuestros
ancestros, elegir
nuestra propia vida
Mine Ancelin Schützenberger
AGUILAR
Título original: &emites pmtiques de piyhogenealogie
AGUIL/áR
Editions Payot, 2011
© De esta edición:
Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara, S. A., 2012
Av. Leandro N. Alem 720, (1001) Ciudad de Buenos Aires
www.librosaguilar.com/ar
ISBN: 978-987-04-2577-9
Hecho el depósito que indica la ley 11.723
Impreso en la Argentina.Printed in Argentina
Primera edición: agosto de 2012
Imagen de cubierta: www.atclierrezai.com
Schürzenberger, Anne Ancelin
Ejercicios prácticos de psicogenealogía : Para descubrir nuestros
secretos de familia, ser fieles a nuestros ancestros, elegir nuestra propia
vida. - la ed. - Buenos Aires: Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara, 2012.
104 p. ; 22x13 cm.
Traducido por: Agustina Blanco
ISBN 978-987-04-2577-9
A Max Castelli (Marsella)
y a su familia.
1. Autoayuda. I. Blanco, Agustina, trad.
DO 58.1
T os los derechos reservados. Esta ilicación no puede ser reproducida,
en todo ni en parte.
ni
registrada en o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma
ni por ningún medio sea mecúnico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia, o cualquier otro sin el permiso previo por escrito de la editorial.
:PPRISAEDICIONES
Se necesita serenidad para aceptar las
cosas que no podemos cambiar,
valor para cambiar las que sí podemos
y sabiduría para establecer la diferencia
entre ambas.
MARCO AURELIO
11
Índice
Introducción 13
No padezca más la tensión por los duelos
no hechos 21
Abra el "gran libro de cuentas"
de su familia 29
Detecte las repeticiones inconscientes
felices e infelices de la historia familiar 37
Proyéctese hacia el pasado para
comprender cómo vivían
sus antepasados 43
Dé vuelta la página para que
la "papa caliente" ya no queme todas
las manos a su paso de generación
en generación 49
1'
ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER
¿Qué es lo que más cuenta para usted? 55
Las emociones de la memoria 63
La elección del material 85
¿Dónde encontrar la información
que está buscando? 89
Bibliografía 97
12
Introducción
Todos y todas heredamos una "maraña" com-
puesta de historias, dramas, duelos no resueltos.
Siendo niños, a veces nuestros abuelos o padres
intentaron protegernos, "por nuestro bien", ocul-
tándonos esos traumatismos: "es por tu bien que
no te hablamos de la guerra", "es por tu bien que no
te decimos nada sobre la deportación", "es por
tu bien que callamos que somos inmigrantes", "es
por tu bien que no te contamos que el abuelo es-
tuvo preso", "es por tu bien que no decimos que
tu bisabuela se comportó de manera ligera y acaso
no sean todos herederos de tu bisabuelo", "es por
tu bien que no te llevamos al cementerio"... Pues
bien, están dejando detrás de ellos una tarea desco-
munal, frente a la cual tropezamos y nos hacemos
daño una y otra vez.
Suelo decir que los seres humanos son corno
las vacas: rumiantes. Mastican durante toda su
13
EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGfA
ficas e incluso económicas, además de conoci-
mientos válidos en psicología, psicohistoria y
psicopatología.
Los profesionales serios e idóneos son esca-
sos y no se autodefinen como psicogenealogistas.
Todos ellos ejercen un oficio relacionado con el
cuidado: se trata de psicólogos clínicos con título
universitario, que también poseen una larga for-
mación personal, preferentemente psicoanalítica
o con fundamentos en psicoanálisis, médicos psi-
quiatras, terapeutas de pareja y de familia.
La psicogenealogía no es un oficio, sino
una herramienta. No existe una formación en
psicogenealogía que nos haga acreedores de un
diploma oficial. Por ello, siempre hay que ser
precavidos frente a personas que se creen com-
petentes y no lo son, y no confiar nuestra alma,
nuestros problemas y nuestros secretos de familia
a cualquiera.
¿Acaso el filósofo Arthur Schopenhauer no
decía que jamás hay que revelar a un amigo algo
que podría servir a nuestro peor enemigo? La
gente chusmea a diestra y siniestra más de lo que
cree y más de lo que nosotros pensamos...
Se puede ayudar maravillosamente a la gente
mediante la herramienta genealógica, pero en igual
medida, por ignorancia o incompetencia, se puede
hacer mucho daño al colocar a una persona frente a
ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER
vida y a lo largo de varias generaciones. Mastican
sus secretos de familia, los duelos no hechos, las
alegrías pasadas, los sentimientos de injusticia,
los rencores, etcétera. Y hasta que no dejen de
rumiar, hasta que no se levante el secreto, la historia
familiar se repite.
"Desde lo alto de estas pirámides, los con-
templan cuarenta siglos", habría dicho Napoleón
a sus tropas el 21 de julio de 1798, en Egipto,
justo antes de iniciar la célebre Batalla de las
Pirámides. La psicogenealogía es más modesta:
una vez dibujado el árbol genealógico, el cual se
completa con los principales acontecimientos de
la vida y su comentario, de golpe y de un solo
vistazo, nos permite tener una visión global de la
propia historia familiar, a lo largo de dos siglos,
y sentir su impacto.
La mayoría de los traumatismos no están re-
lacionados con episodios recientes y, para encon-
trar su sentido y origen, hemos de remontarnos
lejos en el tiempo, hasta antiguos dramas que, en
algunas ocasiones, tuvieron lugar hace dos siglos.
Gradas a la psicogenealogía, uno puede for-
mular las preguntas adecuadas a su entorno y
a sí mismo, y encontrar lo que realmente está
buscando y quién es en el fondo.
La psicogenealogía requiere una buena cul-
tura general, sólidas nociones históricas, geográ-
14
15
ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER
una pista errónea; una similitud entre fechas puede
no significar nada y ser fruto del mero azar.
Desconfíe de las personas que se digan psi-
cogenealogistas. Por lo general, carecen de for-
mación, aunque es cierto que algunas de ellas
pueden tener buen olfato. Es más prudente re-
currir a psicólogos con diploma y psicoanalistas
reconocidos. El enfoque transgeneracional es una
herramienta que transforma la visión tanto del
mundo corno de la transmisión de los trauma-
tismos. No es algo que se invente, y así intenté
explicarlo en mi libro Psicogénéalogie*
Último punto: la psicogenealogía no resuelve
todos los problemas. Muy a menudo, efectivamente,
lo que necesitamos es más bien una psicoterapia...
Se suele decir que más vale estar solo que mal
acompañado. La psicogenealogía no escapa a la
regla. Frente a personas que, sin formación, afir-
man poder hacer un genosociograma, es mejor
contar con ciertas bases y saber uno mismo cómo
proceder.
Tal es el objeto del presente libro. Lo he con-
cebido como una pequeña guía de bolsillo, para
recordarle someramente cómo desenmarañar su
historia familiar.
* Anne Ancelin Schützenberger,
Psiebogénéalogie. &dril- les blessuret
familia/es el se retrouver soi, París, Payot, 2007.
16
EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGÍA
Es la primera vez que transmito de manera
muy sucinta, lo más sencilla y concretamente posi-
ble, lo esencial de mis ideas y las teorías científicas
sobre las que me apoyo.
Los primeros capítulos están dedicados a cada
uno de los cinco principios básicos de la psicoge-
nealogía. En los capítulos siguientes, usted mismo
aprenderá a utilizar las dos herramientas esenciales
de este enfoque: el "átomo social" ye] "genosocio-
grama". Un capítulo u-ata sobre la elección del ma-
terial y otro enumera los centros de consulta. Por
último, he realizado una pequeña lista bibliográfica.
Desde luego, siempre podrá complementar su
lectura con mis otros escritos, en particular, Psicoge-
nealogía y Ay, ntis ancestros, que son más técnicos. Pero
el presente libro, además, le permitirá diferenciar
concretamente a un buen terapeuta de un "cuentero".
Lo intergeneracional y lo transgeneracional
Lointergeneracional es aquello que pasa de
una generacióna otra, mientras las personas están
vivas, de manera claramente dicha o evidente. Por
ejemplo, un escribano transmite su registro a uno
de sus hijos o un médico transmite su clientela al
hijo que se hace cargo del consultorio. Antaño,
también se transmitía determinada manera de ser
17
ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER
EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGfA
o de hacer, por ejemplo, de mujer a mujer (cocina,
recetas, trucos, etc.).
Lotransgeneraobnal es como una papa ca-
liente que nos pasamos de mano en mano y de
generación en generación. Esa papa va quemando
todas las manos por las que pasa. Voy a dar un
ejemplo personal. Criada en París y en parte de
origen ruso, tengo una extraña relación con lo frío y
lo caliente. "Cuando me sirvan té", decía mi abuelo
paterno, "quiero ver las burbujas del agua hirvien-
do". Yo misma bebo el té hirviendo. pero sólo si
la taza está fría. Eso muy caliente que está dentro
y que bebemos es la tradición familiar materna.
Por el contrario, sobre el cuerpo, siento el
calor como si fuera una quemadura intolerable,
aun tratándose de agua tibia. ¿A qué se debe? La
clave se encuentra en mi historia familiar. Mi padre
tenía una hermana menor mucho más joven que
él. Ya esa niña le sucedió algo atroz. Un día, entró
gateando en la cocina, trató de alcanzar el mango
de la olla donde hervía agua y se quemó viva.
A mí, pues, el agua tibia que cae sobre mi piel
me procura una sensación de quemadura mortal. Es
más fuerte que yo. Ni siquiera una terapia psicoana-
lítica con FraToise bolto logró "curarme" de eso.
Naturalmente, yo no había nacido en el mo-
mento de los hechos y mi padre tampoco estaba
presente en el lugar. Pero fue semejante conmo-
ción, semejante drama familiar, que me lo transmi-
tieron como si yo también lo hubiera presenciado.
En determinadas circunstancias, las realidades
de la vida son tan difíciles que los padres deciden
callarlas. En la primera generación, es algo inde-
cible; en la segunda, un secreto de familia; en la
tercera, se convierte en un impensable genealógico,
es decir que ni siquiera se lo puede pensar.
Es como si hubiera un fantasma en una crip-
ta, un ataúd o una tumba, que los descendientes
guardan en su corazón; el fantasma sale de allí y se
expresa como por un efecto ventrílocuo. Aquello
que no sabemos y nos acosa, generalmente, es un
secreto de familia no dicho, el cual se transmite de
generación en generación.
Ese secreto de familia siempre se resume en
una cantidad limitada de cuestiones consideradas
como vergonzosas en el momento de los hechos:
alguien que mató o fue matado, alguien que estuvo
preso, alguien que pasó por una bancarrota frau-
dulenta o se declaró en quiebra, alguien acusado o
condenado por incesto, violación o agresión sexual,
un hijo extramatrimonial, alguien que se enfermó
de tuberculosis, sida o cáncer.
En ciertas épocas —incluso a veces hoy—, no
se podía hablar de cosas que eran motivo de ver-
güenza. La mayoría de la gente no consigue lidiar
con aquello que no encaja en la imagen que tiene
una sociedad en un momento dado. Eso se convier-
te en un secreto. A veces, es un secreto compartido
18 19
ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER
por toda la familia, pero casi siempre permanece
oculto para los niños e incluso para algunos adultos.
Yeso es devastador.
Cuando se levanta el secreto, cuando logramos
llamar a las cosas por su nombre, la inteligencia
de los niños se abre. A veces, dejan de tener faltas de
ortografía, la historia y sobre todo las matemáticas
dejan de ser un rompecabezas chino, y es frecuente
que parte de los desórdenes y las enfermedades
desaparezcan. No todo, por supuesto, ni siempre,
ni con todo el mundo. Pero lo suficiente como para
que sea importante destacarlo.
Nada es sencillo, nada es mágico; si bien des-
pués de este trabajo, la gente dice sentirse más livia-
na y, por fin, renacer. Se adquiere una postura más
erguida, la tez luce más viva, la mirada se vuelve
más clara...
1
No padezca más la tensión
por los duelos no hechos
El efecto Zeigarnik
•
20
Intente recordar. Tras un acontecimiento gra-
ve, una muerte o una ofensa, ¿le dio largas vueltas
a lo sucedido, lamentándose de que las cosas no
hubieran sido de otro modo?
Por ejemplo: "¡Ah! Si hubiera salido de casa
más temprano, habría llegado antes de que falle-
ciera". O bien: "Si hubiéramos consultado a un
mejor médico, habríamos podido salvarlo."
Haga memoria. Le pasa a todo el mundo y tam-
bién atañe a los problemas de tipo profesional ("Si
me hubiera organizado mejor, habría podido entregar
el informe a mi jefe antes de que subiera al avión").
Este rumiar en modo condicional, parecido a
una cantinela, puede considerarse como la conse-
cuencia de un duelo no hecho, de una tarea inacabada
o interrumpida*, generando una tensión psicológica
y energética que es necesario cerrar.
* Véase Bluma Zeigarrúlc, "On finished and unfinished tisks" (1928),
en W D. Ellis (ed.), A Source book of Gestali Psychology, Nueva York,
Humanities Press, 1967.
23
ANNE
ANCELIN SCHÜTZENBERGER
EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGÍA
Por qué recordamos mejor lo que está
sin terminar
En 1928, la rusa Bluma Zeigamik, que traba-
jaba en Berlín bajo la dirección del psicólogo Kurt
Lewin, demostró que uno recuerda mejor lo que
está sin ten-
ninar que aquelb que ya está terminado.
Uno "olvida" lo que está concluido, lo "or-
dena" en un rincón de la memoria y no vuelve a
pensar en ello. En la vida cotidiana, esto permite
pasar a otra cosa y avanzar.
Por el contrario, recordamos toda tarea inte-
rrumpida o inconclusa la cual continúa acosándo-
nos, da-do vueltas, ocupando nuestra mente duran-
te meses o años. También recordamos los duelos
no hechos e intentarnos rehacer la historia pasada.
Este efecto abrumador de las tareas incon-
clusas se conoce hoy con el nombre de "efecto
Zeigamik".
Concretamente, una tarea inconclusa, un duelo
no hecho, ¿qué abarca? Como ya he dicho, finalmen-
te se trata de una cantidad bastante restringida de
situaciones inaceptables: una muerte, una traición,
un suicidio, un robo, una violación, una relación
incestuosa, arios de prisión por deudas o asesinato,
24
una internación en un hospital psiquiátrico... La
dificultad radica en que hay que hacer el duelo en
nombre de las generaciones que nos precedieron, cerrar
el pasado, enterrarlo, cuando lo cierto es que los
actos en cuestión son intolerables.
¿Entonces?
¿Qué podría hacer usted para acabar con esa
cantinela y dar vuelta la página? ¿Cómo cerrar
el sistema?
Eso depende de cada uno y de lo que pasó.
Usted puede perdonar, por supuesto, pero no es
ésa la única solución. Existen otras, que constitu-
yen actos simbólicos. Lo importante es hacer algo.
Por ejemplo, Frainoise Dolto aconsejaba
escribir en una hoja aquello que planteaba un
problema. Luego, ese papel se enterraba en el ce-
menterio o se quemaba, para poner fin al pasado.
Se puede cantar una canción de cuna para ce-
nar una tensión con motivo de la muerte de un niño
que tuvo lugar hace siglos. O plantar un arbusto o
una planta en la curva de una ruta que resultó mor-
tal para un ser querido. O también devolver la parte
de la herencia que recibimos de manera injusta.
No hay recetas milagrosas. A usted le tocará
inventar, con sus propios recursos, la reacción
que le corresponda.
Ya verá, a menudo la respuesta surge de impro-
visto y resulta obvia e ineludible.
25
ANNE ANCELIN SCHOTZENBERGER
Lo hecho, hecho está
Lo que queda por hacer o debe ser hecho
permanece en nuestra memoria y crea una ten-
sión que, ciertamente, influye en nuestras horas
de sueño y de vigilia.
El mejor modo de cerrar dicha tensión es ha-
ciendo lo que se debe hacer. Como dicen algunos,
"lo hecho, hecho está".
No debemos dejar las cosas y las decisiones
siempre para mañana. En todo caso, hay que
hacerlo sólo cuando sea necesario. Tenemos
que saber dar vuelta la página y quedar libres
para otra cosa.
Por ejemplo, antes de su amputación, es im-
portante hacer el duelo de un miembro del cuer-
po (brazo, pierna, pecho), despidiéndose de él o
agradeciéndole.
Quizás una historia, una canción, dé vueltas
en su cabeza una y otra vez, creando una tensión
en usted. Identifíquela. Piense en ella. Intente com-
prender el sentido de eso que lo persigue.
No se puede escoger elaborar un duelo. No se
puede escoger lo que el inconsciente va a vivir. Sin
embargo, por lo general, se comprueba que cuando
26
EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGÍA
alguien no se despidió de un moribundo, cuando no se
pudo aclarar un tema, cuando no hubo una ceremonia
de clausura de ese final de vida, algo queda incon-
cluso. Y en caso de muerte violenta o injusta, como
las muertes accidentales, las muertes sin sepultura, la
muerte de un niño, a menudo eso mismo martiriza a
las familias de generación en generación, trátese de
un secreto de familia o de algo innombrable.
Hay que volver a esa pérdida primera, "hablar-
la", esforzarse por sepultar al fallecido, decirle adiós,
arreglar ese último asunto que quedó pendiente:
¿qué hubiera querido que hiciéramos?, ¿pagar sus
deudas?, ¿tener presente su muerte?, ¿vengar o per-
donar su muerte?
Superar la tensión que surge de un duelo no
hecho o de una tarea inconclusa implica poder es-
tar, luego, en el aquí y ahora, plenamente presente
y en el instante mismo, ser capaz de afrontar los
problemas sin desviar la mirada.
27
2
Abra el "gran libro de cuentas"
de su familia
Las lealtades familiares invisibles
e inconscientes
Al hacer su genosociograma, usted se cues-
tionará acerca de las lealtades familiares, abrirá el
"gran libro de cuentas" donde figuran las deudas
y los méritos, esclarecerá el tipo de justicia —e
injusticia— que practica su familia, verá cuáles son
los modelos familiares y quién los encarna.
Ese "gran libro" es único y atañe específica-
mente a su familia, puesto que es ella la que elabo-
ró todas las reglas que éste encierra. Por ende, es
esencial saber qué abuela, qué tío, qué bisabuelo
creó esas reglas, en qué contexto y por qué medio
fueron transmitidas a través de los años.
Reglas familiares: cuatro preguntas simples
pero fundamentales para hacerse
¿Cuaba son las reglas en la familia?
¿Quién las elabora? ¿Quién dictó la ley?
¿Quién dice las reglas?
¿Quién las transmtte?
31
-
ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER
Fue un psiquiatra norteamericano de origen
húngaro, Iván 1.3üszórményi-Nagy (1920-2007),
quien, a principios de la década de 1970, creó el
concepto de "lealtad familiar invisible"*, lealtad
que, por mi parte, extendí al inconsciente. Tam-
bién él dio origen a una noción muy utilizada por
los psicoterapeutas en la actualidad, la de "paren-
tificación", que se aplica a niños obligados por sus
padres deficientes a desempeñar, desde muy jóve-
nes, precisamente el papel de padres. A veces, el
desequilibrio relacional en el que se hallan esos
niños tiene repercusiones dramáticas. Pero volvamos
a las lealtades.
¿Existen cosas que usted haga así, sin pensarlo,
porque en su familia se hacen desde hace varias gene-
raciones, pero que, en su fuero íntimo, en realidad no
tiene ganas de hacer? Sin que usted se dé cuenta, eso
le pesa, pues lo que hace carece de sentido a sus pro-
pios ojos. Seguramente tenía sentido en otro tiempo,
para sus antepasados, pero para usted, hoy, no.
Veamos un ejemplo. Antes, la gente se vestía
de un modo los días de semana y de otro modo
el domingo. Actualmente, ya no es así para la
mayoría de nosotros, pero aún existen familias
Véase Iván BUszónnényi-Nagy, Invisible Loyalties Recipvcity in
Intergenemtional Family Tbempy, Nueva York, Harper & Row,
1973.
32
EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGfA
que preservan ese hábito. ¿Qué sentido reviste
esa tradición?
Piénselo. ¿Quién dictaba la ley? ¿Quién deter-
minaba, por ejemplo, el tipo de estudios que había
que seguir? No es fácil descubrir lo que uno quiere
hacer, y tampoco es fácil actuar de un modo distinto
del que rige, desde hace años, el comportamiento de
nuestra familia...
Convertirse en adulto: ser libre de nuestras
elecciones
Lamayoría de la gente actúa como le enseña-
ron, otros hacen exactamente lo opuesto.
En el primer caso, aunque no nos guste, nada
cambia, el modelo familiar se reproduce al pie de la
letra, no nos emancipamos.
Pero ¿qué sucede si hago lo contrario de lo
que hicieron mis padres, quienes, por su parte, ha-
blan hecho lo contrario de lo que habían hecho sus
propios padres? Pues me veo haciendo lo mismo
que hacían mis abuelos! Y en ese caso: tampoco
cambia nada. Creo liberarme de mis padres opo-
niéndome a ellos, mas simplemente he creado con
ellos una relación de oposición.
E interés de cada uno de nosotros consiste
en encontrar una respuesta que nos sea específica.
personal y no idéntica u opuesta. Lo idéntico o lo
33
ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER
opuesto no implican libertad. La libertad, que permi-
te cortar el cordón umbilical y, por consiguiente, ser
aduno, es fruto denuestra propia elección.
Cuando hacemos nuestro genosociograma sobré
cuatro, siete u ocho generaciones e inscribimos allí
los episodios más destacados (positivos y negativos),
eventualmente podemos ver quiénes son los hombres
y las mujeres que marcaron a la familia como modelos
alcanzables o inaccesibles, si bien eso implica enterarse
de que existen modelos con pies de arcilla y que tal
abuelo admirable también cometió incesto o fue pe-
dófilo, lo cual está prohibido mencionar en la familia.
Es frecuente ver en las casas las figuras de tres
monos como objeto de decoración, uno con las
manos sobre los ojos, otro sobre las orejas, otro
sobre la boca: no ven, no oyen, no dicen nada. En
un anticuario, encontré tres monitos distintos: uno
con las manos alrededor de las orejas, pues lo oye
todo; otro alrededor de los ojos, pues lo ve todo;
el último con el dedo sobre la boca, pues no dice
nada.., al igual que todo buen psicoanalista que sabe
crear un espacio seguro, como en otro tiempo lo
eran las iglesias para los fugitivos.
Muchas veces, los nombres que "elegimos" para
nuestros hijos van acompañados de una misión fa-
EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGíA
millar y pueden llegar a evocar una tragedia. De ahí
el interés que expresan los niños, a toda edad, por
conocer las razones de la elección de su nombre.
Intuyen a la perfección si les respondemos con la
"verdad" o si existe cierta incomodidad --consciente
o inconsciente—, vinculada con un drama, un se-
creto de familia, una antigua lealtad familiar.
Numerosas familias eluden la ley de igualdad
entre los hijos y consideran como mayor no al que
nació primero, si es mujer, sino al primer varón, a
quien intentan transmitir el porcentaje máximo de la
herencia familiar. Las hijas excluidas suelen aceptarlo
a desgano. Eso todavía se ve hoy, en el siglo ni...
Dicen que debe pasar un siglo para que la
música o el arte sean aceptados por la mayoría de
la gente; muchas veces, deben pasar más de dos
siglos para que cambie un modo de vida. Así pues,
en Francia muchos problemas familiares vienen
de los tiempos de la Revolución.
Cocinar con manteca o con aceite, beber
agua o vino durante la comida, o no beber para
no "ahogar" los jugos gástricos, apoyar las manos
sobre la mesa o sobre el regazo, comer diaria-
Las reglas alimentarias: un indicador
no tan descabellado
34 35
ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER
mente en el comedor o en la cocina... En la mesa,
¿quién sirve?, ¿la madre?, ¿la empleada domésti-
ca?, ¿otra persona?
Estas preguntas parecen descabelladas o
anacrónicas, pero la experiencia demuestra que,
a menudo, los dramas y las divisiones familiares
reposan en este tipo de detalles. Algunas ramas
de la familia se relacionan con determinadohabi-
tus, pero las demás no. Esas divisiones son muy
sutiles, pues están ligadas al gusto, a la impronta
de los gustos de la infancia; pero gracias a ellas
vemos, por ejemplo, si domina la familia de origen
o la familia
¡Con las A/idas tensiones que
eso acarrea!
3
Detecte las repeticiones inconscientes
felices e infelices
de la historia familiar
El síndrome de aniversario*
Debemos la expresión "síndrome de aniversario" a la estadouniden-
se Josephine Hilgard. En un notable estudio sobre mujeres psicó-
ticas, publicado en 1961, esta médica y psicoanalista demostró la
existencia de una repetición de síntomas, de madre a hija, sobre
tres generaciones, como por "contagio mental" o identificación.
Véase Josephine R. Hilgard y Martha Newman, "Evidence for
Functional Genesis in Mental Illness: Schizophrenia, Depressi-
ve Psychosis and Psychoneurosis", en The jet:17W of Nervow and
Mental Distases, 132 (1), 1961.
36
Lleve a cabo este pequeño ejercicio. Establez-
ca una lista con las fechas de accidente o incidente
grave en su familia. Y hágase la siguiente pregunta:
¿el acontecimiento se repite a lo largo de varias
generaciones?
Atención: el inconsciente puede recordar la
fecha por número, día de la semana, fin de semana,
fiesta anual (Navidad, Ario Nuevo, etc.).
Y tenga cuidado, no todo deriva de una repeti-
ción familiar. A veces, ciertas fechas que se reiteran
son meras coincidencias.
No todo lo que brilla es oro. En la historia
familiar, es muy difícil discernir lo importante o
significativo de aquello que no lo es. Una simple
repetición de fechas no necesariamente implica que
algo sea significante o significativo. Que un episo-
dio se produzca varias veces un 31 de diciembre o
durante un viaje de egresados puede querer decir
que se trata de un acontecimiento trascendente para
la familia. Pero también puede significar que la cos-
tumbre de reunirse para cenar el 31 de diciembre o
it
39
ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER
de celebrar el fin de curso es momento de borra-
chera y relaciones a la ligera, yeso atañe menos a
la familia que a la sociedad.
Un hombre se quería casa en el mes de junio.
Imposible, le respondieron en el registro civil, no hay
turno. Entonces, cambió de fecha, que resultó ser
la misma que la del casamiento de sus abuelos.
Ésa es la repetición invisible familiar incons-
ciente. Intente ver si este tipo de repetición existe
en su caso y leperrnite entender mejor su historia
familiar. Acérquela a su "átomo social" (véase el
capítulo 6).
Puede ser que un día usted haya sido víctima
de un accidente leve o grave que hubiera podido
costarle la vida, por haber olvidado o postergado
algo que debía hacer.
Por ejemplo, se pone unas sandalias cuyo cie-
rre está flojo y convendría arreglar. Sin embargo,
piensa: "Todavía aguantan". Toma el ómnibus y,
mientras está bajando, las puertas se cierran bru-
talmente, enganchando el cierre del calzado. Usted
cae debajo del autobús, y éste arranca. Por suerte,
EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGÍA
hay gente que la vio y grita, el conductor frena
y evita arrollarla. Pero al repasar mentalmente el
episodio, usted recuerda que ese día es el aniver-
sario de un acontecimiento importante de su vida
familiar, por ejemplo, la muerte o el entierro de
una persona.
Esa es la señal de que el accidente no es fruto
de la casualidad, sino que está relacionado con una
historia familiar que lo afecta íntimamente.
Una vez establecido ese vínculo, si usted hace
su árbol genealógico y lo completa con los acon-
tecimientos de vida más importantes, también
llamado "genosociograma", muy probablemente
verá aparecer, en fechas idénticas, repeticiones de
acontecimientos agradables o trágicos, a menudo
indicadores de una pérdida o un duelo no hecho
(véase el capítulo 1).
Así pues, tendrá que hacer a posteriori el due-
lo de dicho acontecimiento, por ejemplo, por me-
dio de un entierro simbólico o un pedido de perdón,
haciendo que el antepasado "regrese" mentalmente
y reconstruyendo la situación en su memoria, con
otro final. Esto permite cerrar las tensiones inter-
nas que, cual "papas calientes", se transmiten de
generación en generación y queman a su paso todas
las manos que tocan.
40 41
4.
4
Proyéctese hacia el pasado
para comprender cómo vivían
sus antepasados
El "nicho ecológico"
Lo que ignorarnos de nuestra familia es tan
importante como lo que conocemos de ella. Los
"agujeros" y los "olvidos" en nuestra historia fami-
liar son muy interesantes. No hay que descuidarlos
en absoluto.
Trataremos el terna del "nicho ecológico", la
fauna humana, el contexto. También se lo llama
"psicohistoria". Es fundamental volver a situar a
las personas y los acontecimientos en su contex-
to. Las reglas a las que me he referido en el ca-
pítulo 2, que rigen la historia familiar de cada uno,
han sido dictadas por personas precisas, que vivían
en un momento preciso, en un lugar preciso y no
pueden ser comprendidas si no se conoce ese nicho
ecológico. Es necesario contar con nociones de
historia, geografía y economía. Por mi parte, re-
curro mucho a las crónicas del siglo xx publicadas
por varios editores. Tenga cuidado, pues ciertos
editores y ediciones excluyen determinados he-
chos históricos. (Tal es el caso, por ejemplo, de la
masacre de los armenios).
45
ANNE ANCELIN SCHol'ZENBERGER
Lo que hay que saber
Si no tenemos acceso a los elementos per-
sonales de la vida de nuestra familia (porque han
sido destruidos o se han extraviado), podemos
recurrir a la historia de la región o del país, a
la historia colectiva. Así, se obtiene información
sobre el modo en que vivía nuestra familia. Los
libros de historia tienen aquí una importancia
capital.
Intente honrar a sus ancestros de esta manera:
dándoles vida, entendiendo en qué contexto socio-
cultural vivían. Mire en los libros, busque, averigüe,
vea qué experiencias de vida atravesaron, cuáles
pudieron incorporar, en particular, en los casos de
muerte violenta.
Pase del "aquí y ahora" al "en otra parte
y antes"
Imagine que una de sus antepasadas vivía
en el siglo xix y tenía, como se dice, "la cocina
llena de humo".
46
EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGÍA
Imagine las reacciones del medio familiar
frente a esta joven, embarazada y soltera.
Para ello, consulte libros de historia, novelas,
pero también películas y cuadros que aborden este
tema.
El ejercicio consiste en comprender psicológi-
camente qué sucedió en un momento histórico.
¿Cuáles eran las normas de sus antepasados? Intente
proyectarse hacia la época de sus abuelos, por ejem-
plo, y situarse en sus normas, sus prohibiciones, sus
vergüenzas, para entender cómo vivía y pensaba la
gente entonces.
Reinitámonos a la literatura y tomemos, por
ejemplo, La mujer de treinta años, que Balzac publicó
en 1842. En aquella época, era aberrante amar a una
mujer de esa edad, considerada vieja, mientras que,
hoy en día, obviamente, no es así, al contrario. A
uno le cuesta entender el escándalo que podía im-
plicar semejante amor a los ojos de los contempo-
ráneos. Para una mujer del siglo xix, no estar casada
a los treinta años era irreparable. En la actualidad,
mucha gente vive sin estar casada y existen muchas
madres solteras, sin que eso suponga un problema.
47
5
Dé vuelta la página
para que la "papa caliente"
ya no queme todas las manos a su paso
de generación en generación
El arte de perdonar sin olvidar
Digámoslo de una vez: personalmente, no creo
en el olvido. El mal que le hicieron a usted y a los
suyos, o aquél que fue hecho a otros, no se puede
olvidar. Efectivamente, no veo cómo podríamos
cambiar las cosas de manera retrospectiva. Los he-
chos son los hechos, y son tercos. .
Esto significa que no hay que confundir los he-
chos con la culpa, pues el evento trágico o "malo"
puede ser producto de la educación de determinada
época o familia.
No obstante, es cierto que uno no logra digerir
ese mal, le da vueltas una y otra vez, y causa sufri-
mientos.
Usted puede actuar de cara a esto. No va a "re-
hacer la historia", sino que actuará sobre la culpa.
Puede decidir dejar de hacerse daño, dar vuelta la pá-
gina, no volver a ver nunca más a las personas que lo
hirieron, incluso si esas personas son sus padres, que
serían, pues, lo que se denomina "padres tóxicos".
Esta decisión es posible. No somos capaces
de cambiar el pasado, pero sí somos capaces de
perdonar sin olvidar.
51
ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER
EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGíA
2
La "papa caliente" que pasa de mano en mano
es una imagen "elocuente", que he utilizado mucho
para ilustrar el hecho de que, para quitársela de
encima, uno delega el peso de la deuda o del secreto
en la generación siguiente.
Efectivamente, a veces, la "papa" está tan calien-
te que uno la pasa enseguida para no quemarse más.
Podríamos simplemente dejarla caer, incluso sería
la mejor solución, pero preferimos pasarla a otras
manos que entonces se queman, y así sucesivamente.
Hay que aceptar a nuestros antepasados con
Jo que hayan hecho.
Cuando sabemos que han cometido actos in-
aceptables, hay que pedir perdón en su nombre,
simbólicamente o "de verdad".
El objetivo es que la "papa caliente" deje de
ser transmitida de generación en generación y,
por ende, deje de quemar todas las manos por las
que pasa.
Me parece que esto se logra buscando el origen
del drama, el sufrimiento o el conflicto, intentando
cerrar la tensión y haciendo el duelo.
En este sentido, me asombró mucho ver en
Australia a tanta gente que se siente bien y ejerce
un oficio honesto. Siendo descendientes de crimi-
nales, asesinos y prostitutas deportados, aceptaban
sin problema a sus antepasados, quienes ya habían
pagado por sus faltas.
52
Cerrar la tensión, como mencioné en el primer
capítulo, puede hacerse de formas muy diversas y,
a veces, curiosas. Así, he visto a gente comprar una
cacerola, colocar allí su genosociograma cortado en
pedacitos, luego quemarlo, plantar sobre las cenizas
un cactus y "perder" este extraño injerto en algún
rincón del jardín.
Haga el siguiente ejercicio. Piense en aquello
que le da rabia o le causa enojo, en las injusticias
cometidas, en las muertes injustas, en los dramas
pasados.
Y en cada caso, pregúntese si puede perdonar
o superar esa rabia, sin que eso signifique volver a
ver al ofensor.
Pues perdonar no necesariamente significa re-
conciliarse*. No estamos obligados a restablecer el
vínculo con la persona que se comportó de modo
ofensivo. No olvidamos lo sucedido, pero soltamos
amarras, nos quitamos el lastre de una energía ne-
gativa, renunciamos a exigir una reparación, nos
liberarnos del rencor.
* Sobre esta paradoja, véase Arme Ancelin Schützenberger y
Évelyne Bissone Jeufroy, Salir del duelo. Superar el dolor y reapren-
der a vivir, Buenos Aires, Taurus, 2007, capítulo ix.
53
ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER
No existen familias sin secretos. Nadie pue-
de afirmar que todos los miembros de su familia
"tienen las manos limpias". En un momento u
otro de la historia familiar, sin que sea necesario
remontarse muy lejos en el tiempo, hay alguien que
no se comportó como se debe o que hizo daño a su
alrededor, a veces sin saberlo o quererlo.
Creo que toda familia encierra, al menos,
"un cadáver en el placar". La gente lo ignora y
se pasa la "papa caliente" de generación en gene-
ración, hasta que el duelo esté hecho. Cada uno
debe aceptar ese secreto y no juzgar demasiado
rápido el pasado de los suyos, que, con frecuen-
cia, es dramático.
Nunca es tarde para pedir perdón a aquellos
a quienes hemos perjudicado o a sus herederos.
En 1992, el Rey de España visitó Jerusalén y allí,
cinco siglos después de los hechos, pidió perdón
por la expulsión de los judíos llevada a cabo por
Isabel la Católica.
No se puede devolver la vida a los muertos,
pero sí podemos pedirles perdón. Esto produce
un efecto liberatorio. Y si los hechos incrimi-
nados son relativamente recientes, como, por
ejemplo, el reparto injusto de una herencia, hay
que recordar que "nunca se disfruta de un bien
mal adquirido" y esforzarse por devolver ese bien.
54
6
¿Qué es lo que más cuenta
para usted?
Dibuje su "átomo social"
El "átomo social" es la segunda herramien-
ta que necesitará, después del genosociograma.
Permite establecer filiaciones reales, simbólicas
o imaginarias.
UNA IMAGEN GLOBAL DE SU MUNDO PERSONAL
¿De qué se trata? Bueno, el átomo social es la
imagen global y "elocuente" de su entorno afectivo,
su mundo personal y sus interacciones positivas o
negativas con él.
Esta noción fue creada por el psicodramatista
J. L. Moreno. Originalmente, sólo atañe a los seres
humanos (abuelos, vecinos de la infancia, niñera,
compañeros de clase, maestra, amigos de café, de
deporte, colegas de trabajo, etc.). Lo amplié a las
mascotas (gatos, perros, conejos, pájaros, caba-
llos, etc.); a las plantas (rosas, un árbol, etc.); a
los minerales; a ciertos objetos significativos del
57
ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGLY
pasado (instrumentos de música, bicicleta, auto,
casa); lugares; personajes históricos y héroes lite-
rarios; mandatos familiares, religiosos o escolares
más destacados...
En suma, con independencia de que incluya
pocos o varios elementos, el átomo social abarca
todo aquello que a usted le importa en el fondo y
por encima de todo "olvido" —incluso los muer-
tos, los símbolos, las cosas tan inmateriales corno
una canción infantil o un atardecer, o tan ínfimas
corno una cinta aterciopelada o, corno en mi caso,
un chupetín de leche.
Por más cerca o lejos que se sienta de ellos, estos
elementos existen "en alguna parte" de usted. Por
ejemplo, en lo que a mí respecta, mencionaré espe-
cialmente a mi bisabuela materna, mi abuelo materno,
Sócrates, Sherlock Holmes, mi gato lisiado Minou-
Minou, un amigo de la infancia llamado Pierre...
Si bien en sus grandes líneas el átomo social
permanece fijo —efectivamente, la infancia no
cambiará, como tampoco lo harán los momentos
clave del pasado—, éste evoluciona con el tiempo,
constituyendo una permanente revaluación de lo
que cuenta para uno. Conforme suceden los distin-
tos acontecimientos de la vida, nuevos momentos
vitales pueden sumarse a aquellos que ya ha anota-
doy pueden revelarse otros, aún no identificados.
58
Los allegados
Es importante hacer la lista de las personas
externas a la familia de sangre que viven bajo el
mismo techo o frecuentan la casa cada día: veci-
nos, niñera, padre de adopción, sacerdote, em-
pleada doméstica, etcétera.
En efecto, las tensiones, los abusos, las vio-
lencias, los problemas y las identificaciones, las
influencias sobre ciertas decisiones, a menudo,
aparecen en relación con los allegados.
Debe nombrar los elementos a medida que se
le vayan ocurriendo, sin pensarlo demasiado.
Por lo general, gracias a esta herramienta, uno
llega relativamente rápido —en unos diez minu-
tos— a hacer el retrato de alguien, a tener una idea
de su vida y su familia.
COMO CREAR EL ÁTOMO SOCIAL
Una vez más, se trata de situarse uno mismo
en relación con toda la gente cercana, muerta, viva
o simbólica que existe en nosotros y en nuestro
corazón. Conozco dos formas de hacerlo.
59
ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER
Una, que también es la más frecuente, consiste
en realizar un dibujo e ir comentándolo.
En una hoja de papel, se colocan los diversos
elementos del átomo social a más o menos distancia
de uno, en función de los sentimientos positivos o
negativos que despiertan.
Cuanto más alejados estén de nosotros, menos
positivos los sentimos.
De igual modo, podemos prescindir del
papel y materializar estos elementos utilizando
fósforos.
Esto supone tres ventajas.
La primera es que la cantidad de fósforos se
limita al contenido de la caja (más o menos treinta
elementos en una cajita). Entonces, instintivamente,
iremos a lo esencial.
La segunda es que hacemos un gesto cada vez
que ubicamos algo, lo cual inscribe la palabra en
el cuerpo y le da cierta realidad.
Por último, los fósforos se pueden cambiar
de lugar, con lo cual es posible hacer una reva-
luación.
¿Y usted? ¿Cuál es su átomo social? Intente
dibujarlo, reflexionando acerca de todo lo que
ha ejercido influencia en usted, para bien o para
mal.
No está obligado a situarse en primer lugar
("Este punto soy yo") y posicionar a los demás
60
EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGÍA
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61
ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER
respecto de usted. Perfectamente, puede hacer lo
contrario, y primero ubicar a su entorno, para luego
situarse usted respecto de él.
Y no olvide: hasta una canción puede ser un
elemento de su átomo social.
62
7
Las emociones de la memoria
Haga su genosociograma
El genosociograma es la principal herramien-
ta de la psicogenealogía. Se trata de un árbol ge-
nealógico que se hace de memoria, en el que se
inscriben los acontecimientos importantes de la
vida familiar (no sólo los nombres, los nacimien-
tos, las bodas, los fallecimientos; no sólo los di-
vorcios, las segundas nupcias y las separaciones,
sino también el nivel de estudios, los desgarramien-
tos y desarraigos, los cambios de vida y de lugar,
las personas criadas bajo el mismo techo y que "co-
men del mismo plato", es decir, los hijos que son
criados, por ejemplo, por una tía, un tío, los abue-
los y no por sus verdaderos padres, los vínculos
afectivos y los traumatismos), para componer una
visión global que, una vez finalizada, produce un
impacto emocional liberatorio.
65
o"
ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER
GUÍA DE EVALUACIÓN O DE AUTOEVALUACIÓN
DEL ESTRÉS RELATIVO A LOS ACONTECIMIENTOS
DE VIDA*
Tomado de Thomas H. Holmes y Richard H.
Rahe, acutalización 2007, Anne Ancelin Schützen-
berger.
Estrés debido a la adaptación
al cambio (en un año) Me veo afectado por*:
Muerte de un hijo o del cónyuge (en caso
de matrimonio o relación estable)
100
Divorcio 73
Separación o ruptura conyugal (en caso
de matrimonio o relación estable)
65
Período de prisión o reclusión 63
Muerte de un familiar cercano (padre/
madre, hermano/hermana)
63
Herida corporal, enfermedad grave
accidente (personal)
53
Casamiento 50
* Véase 'E H. Holmes y R. FI. Rahe, "The Social Readjustment
Rating Scale", en jottrnal of the Psyrbosomatie Restará, 1967,
vuelto a publicar en The New York Times, 10 de junio de 1973.
Holmes y Rahe retomaron los trabajos de Adolphe Meyer en
Harvard.
**Indicar en la columna vacía su evaluación de ese estrés en
particular.
66
EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGÍA
Pérdida del empleo (despido,
desocupación, cierre del establecimiento)
47
Reconciliación entre cónyuges (en caso
de matrimonio o relación estable) 45
Jubilación (voluntaria o forzada) 45
Problemas de salud en la familia o cambio
de comportamiento 44
Embarazo 40
Dificultades sexuales 39
Uegadas a la familia (nacimiento, adopción,
persona mayor que viene a vivir con usted)
g9
Cualquier cambio en el ámbito laboral
(fusión de empresas, quiebra, otros) 39
Cambio a nivel financiero (para peor
para mejor) 38
Muerte de un amigo cercano 37
Cambio de función profesional 36
Modificación en la cantidad de peleas
conyugales (para más o para menos) 35
Hipoteca elevada (más de 200.000 pesos) 31
Embargo sobre hipoteca o préstamo 30
Cambio en las responsabilidades
profesionales (promoción, retrogradación,
mutación)
29
Un hijo/una hija deja el hogar (casamiento,
estudios, profesión) 29
Dificultades con los suegros 29
Un cónyuge comienza o deja de trabaja' 29
Éxito/logros personales excepcionales • 28
Inicio o finalización de los estudios .26
Cambio en las condiciones de vida 25
67
ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER
Cambio en los hábitos personales
(vestimenta, relaciones)
24
Dificultades con el jefe 23
Cambio en el horado o en las condiciones
de trabajo
20
Cambio de residencia (mudanza) 20
Cambio de lugar de estudios 20
Cambio en las actMdades de ocio 19
Cambio en las actividades religiosas
(o convicciones)
19
Cambio en las actividades sociales
(club, cine, relaciones)
18
Hipoteca o préstamo de mediana
importancia (menos de 200.000 pesos)
17
Cambio en los hábitos de sueño
(para más o para menos)
16
Cambio en la cantidad de encuentros
y reuniones familiares
15
Cambio en los hábitos alimentados
(aumento/disminución, regímenes, horarios,
etc.)
15
Vacaciones 13
Navidad 12
Contravenciones y violaciones menores
a la ley
11
Subtotal
EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGíA
Estrés permanente - Desgaste cotidiano por episodios
epetitivos'
Molestias importantes y continuas en el
vecindario (ruido "infernal", obras)
30
Enfermedad muy grave o persona
postrada en la familia, drogadicción u otro
cuadro
40
Agresión, robo, violación, control fiscal,
consecuencias de huelgas prolongadas o
"disturbios"
40
Allegados movilizados o que viven
en regiones con riesgo de guerra,
turbulencias o violencias de diversa índole
60
Catástrofes con gran cobertura mediática
(gripe aviar, agujero de la capa de ozono,
20
catástrofe petrolera, altas temperaturas,
etcétera)
Subtotal
Total general
A cada ocasión de estrés, se le asigna un nú-
mero de puntos. Multiplique esos puntos por la
cantidad de veces que esas ocasiones se presen-
taron en su vida en un año. Inscriba los puntos
en cada línea que corresponda (en su columna
personal, a la derecha de la columna impresa).
Calcule el subtotal.
* Complemento 2007, Anne Ancelin Schützenbergen
68 69
ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGÍA
Cada uno puede atribuir un valor propio a los
acontecimientos de vida, al esfuerzo de adaptación
que le fue necesario y, de esta forma, adaptar los
números de Holmes y Rahe.
Un total de 200 puntos es una señal de alarma;
el 49 por ciento de las personas que sumaron 300
puntos sufrieron en ese año una enfermedad o un
accidente. Por ello, habrá que tener cuidado y to-
mar medidas para manejar el estrés (sin embargo,
recordemos que una de cada dos personas no tuvo
nada).
UN ÁRBOL HECHO DE MEMORIA
Es cierto que el genosociograma se hace de
memoria... ¡pero con un teléfono al alcance de la
mano! Claro, una vez terminado, se ha de verificar
la veracidad de lo dicho y, llegado el caso, tachar
de manera visible los errores de la memoria (que
son muy importantes):
Daré un ejemplo. Estoy segura de haber ido a
la tumba de la Virgen cuando era niña, salvo que esa
tumba... ¡no existe! ¿Entonces? ¿Qué fue eso? Ya
que a mis propios ojos es un "recuerdo" importante.
He aquí otro ejemplo. Digo que mi tío prefe-
rido murió en julio de 1980, pero descubro que esa
fecha es, en realidad, la de la boda de una prima,
70
durante la cual se produjo un escándalo familiar.
O bien corresponde al nacimiento de alguien im-
portante, pero cuatro generaciones antes, o de un
niño que murió al nacer, etcétera.
DISPARAR UNA EMOCIÓN
El genosociograma dispara una emoción en
la gente que lo hace. Se trata de la emoción de la
memoria, opuesta a lo que sentiríamos si visitára-
mos la propia historia familiar. Por ejemplo, en un
museo, podríamos decir, sin emoción: "Miren, mi
abuelo fue fusilado durante la guerra"; "Miren, a
mi abuela la raparon por colaboracionista". No es
más que una "visita de museo", no es un trabajo
personal donde nos involucramos. Eso no tiene,
pues, ningún valor terapéutico o liberatorio. Lo
que no ha sido trabajado aparece, como también
aparece lo que no ha sido cerrado —no es fácil
hacer el duelo del pasado.
Antiguas emociones, que existen desde hace
varios siglos y a veces datan de los años de la Ma-
zorca y las persecuciones entre unitarios y fede-
rales, están arraigadas en el cuerpo y se vuelven a
manifestar en una fecha fija.
Bruscamente, tenemos calor, frío, ganas de
fumar, de ponernos un abrigo, de sonárnos la na-
71
rfr
ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER
riz, de escupir, de llorar; sentimos una subida de
la adrenalina o leves escalofríos recorren nuestra
columna vertebral.
Siempre hay que estar atento a esos signos de
emoción. Algo están diciendo.
La solución se puede encontrar prestando mu-
cha atención a los detalles, ya los detalles "impor-
tantes". Ciertos detalles me atraen más que otros,
pero no siempre soy capaz de decir por qué.
A VECES, MÁS VALE ESTAR ACOMPAÑADO
En determinados momentos, uno se siente
liberado de algo, como si le hubieran quitado un
peso de encima. Uno respira mejor, se mantiene
erguido.
Aunque trabajemos solos, es preferible que
alguien nos acompañe para servirnos de eco o de
contención, ya que quizá tengamos miedo de ir
solos a ciertos rincones —y entonces, dejamos de
buscar, con o sin razón (es cierto que puede haber
un núcleo frágil que conviene no tocar)—. Hay
límites que debemos cruzar solos. El autoanálisis a
veces resulta útil, pero no permite ir tan lejos como
el psicoanálisis, junto con un buen profesional.
Dicho esto, es conveniente que la persona que
lo acompañe no forme parte del círculo de sus
EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGfA
conocidos o íntimos. Si no, usted corre el riesgo
de no soltarse del todo, por miedo a no saber de
antemano qué "cadáver" hará salir del placar...
¿Para qué sirve principalmente
un genosociograma?
Para aclarar la historia familiar y las relaciones
entre sus dÑersos miembros.
Para entender que la historia no empezó con
nuestros padres, sino mucho antes, y, por ende,
para lanzarnos en busca de nuestras raíces e
identidad.
Para revelar lo que ha sido transmtlido de manera
transgeneracional: leattades, secretos, repetido-
nes, etcétera
Para concluir los duelos no hechos.
72 73
— "— —
MI ÁRBOL GENEALÓGICO (CON MIS HERMANOS)
(hennenos
y Mamones)
GENOSOCIOGRAMA SIMPLIFICADO DEL LINAJE MATERNO DE JEAN-MICHEL LEBOIS
Caso clínico citado por Didier Dumas, establecido y reconstituido por Catherine Menard
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EJERCICIOS
PRÁCTICOS
DE
PSICOG
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SCHÜTZENBERGER
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ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER
EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGIA
Convenciones gráficas
El círculo designa a las mujeres; el triángulo
o el cuadrado se usan para los hombres.
El gráfico se inicia con el sujeto. Hacia arriba
se colocan las generaciones anteriores y hacia
abajo, las posteriores.
En cuanto a la pareja, = doble trazo si hubo
casamiento; trazo simple para una unión libre; ----
línea punteada para señalar una relación privile-
giada. En caso de matrimonio, = trazo oblicuo
para una separación; # doble trazo oblicuo para
un divorcio.
* individuo dominante
e emigrante-emigrado
C) problemas psíquicos
O homosexual o bisexual
O hermanos con 12 a 20 meses de diferencia de
edad y tratados como casi gemelos o trillizos
O todavía no casado a los 45 años
O El círculo indica persona de sexo femenino.
A El triángulo indica persona de sexo masculino
(los médicos utilizan un cuadrado).
O El cuadrado indica que no se conoce el sexo
de la persona.
El cuadrado punteado representa pérdidas de
embarazo o abortos, en caso de que el sexo
de la criatura sea desconocido.
76
El triángulo o círculo punteados represen-
tan un aborto o pérdidas de embarazo,
en caso de que el sexo de la criatura sea
conocido.
UD El círculo o triángulo dentro de un cuadrado
indican la parscria titular del genosociograma.
W El doble trazo que une a dos personas re-
presenta un matrimonio,
4__Q Un trazo simple representa una unión Ubre.
A O Un trazo punteado indica una relación
simple.
W Un trazo oblicuo significa separación.
Un doble trazo oblicuo significa divorcio.
Segundas nupcias: se numeran los trazos
horizontales según el orden de los casa-
mientos (ej.: 1 = primer casamiento).
Padres
Hijos: el número indica el orden de naci-
miento. Aquí, el tercer hijo con vínculo de
filiación, al que se agrega una línea pun-
teada, es un hijo adoptado.
Padres de gemelos.
Este signo indica entendimiento entre dos
personas.
Este signo indica desacuerdo entre dos
personas.
O t La cruz indica que la persona falleció. Ge-
neralmente, la fecha de su muerte se indica
al costado, junto con la edad.
Las personas que Mien bajo el mismo te-
cho están rodeadas de un trazo que las
une.
77
ANNE ANCELIN SCHOTZENBERGER
y)Un trazo oblicuo sobre los vínculos de
filiación indica que las relaciones están
cortadas.
El trazo en zigzag indica conflictos con-
yugales.
Algunos símbolos que permiten calificar
hechos y enfermedades
c = casamiento d = divorcio $ = suicidio
A = accideinte G = guara K = cáncer
E = enfermedades AA = alcoholismo NE = intenupción
cardíacas voluntaria del
embarazo
Dp = depresión ad = adopción lb = tuberculosis
PE = pérdida de MN = niNo nacido MB = muerte brutal
embarazo muerto
P = padre M = madre AAM — abuela materna
AM = abuelo materno AAP = abuela paterna AP = abuelo patemo
EM = bisabuelo BMA bicahuela
materno materna
BP = bisabuelo
paterno
TM = tatarabuela
materna
EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGÍA
¿CUÁNTO TIEMPO LLEVA HACER
EL GENOSOCIOGRAMA?
La psicogenealogía exige un poco de tiempo.
Como dice el proverbio, de nada sirve tirar de la
hierba para hacerla crecer...
Al principio, suelo dedicar unas tres horas a
"despejar" la historia familiar. En general, es lo que
se requiere si queremos encontrar una problemá-
tica para profundizar, un "hilo conductor" para
seguir, basándonos en el genosociograma.
Durante el trabajo, se procede por etapas.
Cada una de ellas dura un promedio de 15 minutos.
LAS TRES PRIMERAS ETAPAS
La primera etapa consiste en determinar su
lugar en la hermandad. Al dibujar su hermandad,
no olvide dejar sitio para inscribir eventuales casa-
mientos, segundas nupcias o concubinatos, ya que
pueden haber varios en una vida (la suya, la de sus
padres o abuelos).
Esté atento a lo positivo y negativo que puede
venir de la familia, el médico, la escuela, los seres
cercanos, la niñera, en síntesis, el átomo social.
También esté atento a los dramas de la época:
hijos naturales, hijos encontrados o recibidos en
adopción, etcétera.
78 79
fr
ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER
Los prejuicios son huesos duros de roer. Si
bien en la actualidad el casamiento duradero de an-
taño es, a menudo, una ilusión (debido a la notoria
frecuencia de divorcios y concubinatos), no deja de
ser el modelo que tenemos en mente.
Incluso en caso de divorcio o segundas nupcias,
la familia sigue siendo el último recurso cuando apa-
recen los líos —y los líos son frecuentes hoy en día.
La segunda etapa tiene por objeto consignar
su casamiento o concubinato y a sus hijos, o bien
a sus padres.
En el primer caso, inscribimos los casamientos
y las uniones de larga duración, eventualmente los
nietos. En el supuesto de bisexualidad u homosexua-
lidad, subrayarnos con rojo, pues en la sociedad, si
bien las mentalidades por suerte están cambiando,
el dato aún constituye un problema para la mayoría
de nuestros contemporáneos.
Los problemas de infertilidad o de falta de
plenitud sexual también deben indicarse, siempre
en rojo.
En el segundo caso, el de los padres, es impor-
tante indicar si la descendencia es fruto de un pri-
mer o segundo matrimonio, una relación de larga
duración o un "accidente" ocurrido en una fiesta.
Muchos hijos son concebidos en época de fiestas
y celebraciones colectivas.
EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENFALOGÍA
El contexto de la concepción es importante,
tanto si es dentro del matrimonio corno fuera de
él o en el marco de una relación estable. Si hay
sucesos como guerras, terremotos, inundaciones,
incendios, también hay que mencionarlo.
Eventualmente, también se indica un proge-
nitor exterior, conocido o desconocido, e incluso
hasta una violación.
A medida que avanzarnos en el genosociogra-
ma, trazamos lazos entre la gente, color rojo, verde,
negro o azul (véase la página 87 sobre el sentido y
el uso de estos colores).
La tercera etapa es la de los abuelos. Como
debemos remontarnos en el tiempo, y los usos y
las costumbres, así como los motivos de vergüenza
u orgullo, varían según las épocas y los países, cabe
recordar la noción de nicho ecológico y volver a
colocar las cosas en su contexto (véase el capítulo tv).
Por ejemplo, haber nacido en la Francia ocupa-
da durante la Segunda Guerra Mundial, cuando
había escasez de todo, es totalmente distinto de
haber nacido en una época de prosperidad y pleno
empleo.
Después de esto, seguimos retrocediendo en
el árbol, de generación en generación. Es asom-
broso comprobar que muchas personas llegan así
hasta la Revolución Francesa y, más precisamen-
80
81
I
r
ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGL4
Seis preguntas que siempre hay que hacerse
¿Dónde?
¿Quién?
¿Qué?
¿Cómo?
¿Porqué?
¿Quién vive bajo el mismo techo que quién?
Si usted carece de información sobre la his-
toria de tal o cual miembro de su familia, no
pierda las esperanzas, trabaje en torno al "nicho
ecológico" (véase el capítulo iv), es decir, a lo que
sucedía en aquella época. Aprenderá muchísimas
Cosas.
1.3 Compruebe sus hipótesis
Si ha elaborado una serie hipótesis, no olvide
comprobarlas. Así, no caerá en la trampa de los
"falsos recuerdos" y no hará como ese inglés que,
4 cuando llegó a Calais y vio pasar a una pelirroja,
afirmó: "Todas las francesas son pelirrojas".
Sea preciso al dar una fecha y un día de la se-
mana, ya que efectivamente pueden ser relevantes
te, a los años del Gran Terror de 1793. Ese año,
recordémoslo, fue tan terrible que marcó el país
a fuego.
LA NOCHE ESTÁ HECHA PARA SOÑAR
Es importante estudiar los sueños que tuvimos
a raíz de este trabajo y evaluar si son significativos
o "elocuentes", pues a menudo aclaran aconteci-
mientos pasados y pueden aportar claves mayores.
"Secretarios familiares" y `Prinzadas"
Ciertas personas son la memoria de la familia,
hicieron el árbol genealógico y lo enviaron incluso
a primos muy lejanos. Asimismo, muchas familias
organizan reuniones llamadas "priinadas", a las cua-
les asisten cientos de personas. Algunas familias
siguen festejando determinados cumpleaños varios
años después de la muerte de la "querida abuela" o
del "querido abuelo", hasta que la cantidad de hijos,
nietos y bisnietos supera la capacidad de bienvenida
de una sola anfitriona.
82 83
ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER
para poner de manifiesto una repetición (enferme-
dades, accidentes, rupturas, etcétera.).
Cuando termine, siéntese sobre un almohadón,
un puf, una silla o en el suelo, para ver el árbol en
su conjunto, de una vez, de abajo hacia arriba, con
todas sus tensiones y abarcando siglos de historia.
Éste se inscribirá en alguna parte de la zona fron-
tal de su cerebro y producirá un efecto liberatorio.
8
La elección del material
84
Para hacer el genosociograma, se necesita ma-
terial de buena calidad.
Podrá parecer fútil, pero, por el contrario, es
importante.
Es probable que tenga ganas de conservar su
genosociograma durante años, para volver a traba-
jado y, llegado el caso, completarlo y mostrárselo a
sus hijos y nietos. Eso le resultará dificil si utilizó
hojas de papel común.
Puede suceder que uno tenga ganas de quemar o
romper el árbol, o de guardar únicamente una parte,
aquella que atañe a un secreto destacable o que sólo
resalta los elementos positivos de la historia familiar.
Deberá usar marcadores de distintos colores:
negro, rojo, verde, azul.
Escribirá en rojo los hechos o datos dramáticos
y los traumas y secretos de familia.
Indicará con un trazo verde los vínculos positi-
vos entre la gente, resaltando los más importantes.
El negro sirve para representar las tensiones
fuertes mediante un zigzag.
87
ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER
Los colores de los marcadores no están esco-
gidos al azar, al contrario, los elijo en función de lo
que sugiere el inconsciente simbólicamente. Como
un semáforo, el rojo indica detenerse porque hay
peligro; el verde, en cambio, permite avanzar. Los
momentos importantes van rodeados de otro color
—para mí, el violeta.
Las hojas que se aconseja usar son Canson de
tamaño grande.
Consiga una tijera y una cinta adhesiva resis-
tente. La cinta debe ser bastante ancha, para poder
pegar bien las hojas que se quiera unir.
Tendrá que sujetar el genosociograma a algo
para trabajar en él. Yo utilizo un rotafolio muy ro-
busto, sobre el cual coloco un cartón de gran tama-
ño y sujeto las hojas encima, con ganchos. Desde
luego, se puede utilizar sencillamente la pared, pero
a la larga no me parece muy práctico. El rotafo-
lio tiene una leve inclinación, lo cual resulta más
agradable, y posee un sistema que le permite subir
o bajar. En cambio, la pared, al no moverse, no
siempre queda a la altura de nuestro brazo, y eso
dificulta la tarea y nos cansa. Pero cada uno hace
Jo mejor que puede con los medios que tiene a su
disposición.
9
¿Dónde encontrar la información
que está buscando?
Agradezco al genealogista Diego Herrera Vegas su
generosa contribución a esta obra.
Anne Ancelin Shützenberger
88
ea... 11111111111111Te.
Dónde y cómo realizar una búsqueda
genealógica en la Argentina
RESUMEN
Por Diego Herrera Vegas*
La República Argentina posee, desde el punto
de vista genealógico, una riqueza de orígenes muy
destacada. La mayoría de las sociedades americanas
actuales se ha ido conformando sobre la base del
aporte de gentes provenientes de todos los países
del continente europeo, como así también de Asia,
Oriente Medio, Japón, etcétera.
A partir del siglo xvi, América es mestiza; los
cruzamientos se produjeron entre el español con-
* Presidente del Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas y au-
tor de Familias argentinas (dos tomos, con Carlos Jáureg-ui Rueda)
y El manuscrito de joaquina. San Martín y el secreto de la familia
Alvear (con Hugo Chumbita).
91
ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER
EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGfet
quistador y la aborigen americana conquistada.
De la misma manera, siglos antes, en la Penín-
sula Ibérica se había producido el cruzamiento
entre el árabe conquistador y la mujer visigoda
o judía conquistada. Y así como los árabes y sus
descendientes dominaron la Península durante
781 arios (entre 711 y 1492), los españoles y sus
descendientes dominaron América durante 318
arios (entre 1492 y 1810). La intervención de
un religioso, fray Bartolomé de las Casas, lo-
gró que se prohibiera la utilización del aborigen
como mano de obra esclava, por lo que los con-
quistadores se vieron obligados a recurrir a otro
continente, África, para reemplazar la mano de
obra aborigen que la Corona les negaba. Es por
esta causa que se produjo la llegada del negro a
estas tierras.
Las tres razas, representando cada una un
continente distinto, van a conformar la amalgama
sobre la que se va a originar "el ser americano".
Alguna vez dijimos: "La genealogía no puede verse
reducida a una cuestión que tenga por objetivo
adornarse con oropeles y títulos; sino que debe
especificar los lazos de sangre que afianzan a las
personas a un determinado territorio, que las co-
nectan con un determinado proyecto de vida o de
nación. Demostrar eso es mi objetivo como genea-
logista, pero también, en el caso de la Argentina,
mostrar la importancia que tienen los ancestros
en la conformación del ser nacional"*.
Rastrear las raíces de las gentes es el trabajo
de los genealogistas. Recorrer archivos religiosos
y civiles. Buscar testamentos, cartas de dotes, com-
pras y ventas, memoriales, expedientes de todo tipo,
partidas de bautismo, matrimonio y defunción; en
fin, todo lo que contribuya a esclarecer y probar
las respectivas filiaciones desde el siglo xvi hasta
hoy, tratando de llenar las lagunas producidas por
la desaparición de documentos durante las guerras
y destrucciones de archivos (tal el caso del Archi-
vo de la Curia y los archivos de San Ignacio, San
Miguel y San Nicolás, desaparecidos en la quema
de iglesias en 1955).
Cualquier persona que desee rastrear sus raí-
ces, ¿dónde debe buscar? Hay repositorios eclesiás-
ticos y civiles. Todo ser humano posee naturaleza
y filiación, es decir, nace en un determinado lugar,
de un padre y de una madre. Lo primero que debe
buscarse entonces es el lugar de nacimiento, y es-
tablecido éste, rastrear a los padres.
Los censos de población (Archivo General de
la Nación y archivos provinciales) nos ayudan a ubi-
car en tiempo y espacio a los personajes buscados:
" Irene Ch. Bauer, "Adiós a la genealogía vanidosa", en El Arca,
N°61, marzo de 2008.
92
93
ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGLA
edad, profesión, familia, bienes. Una vez situada
la persona, podemos hilar más fino y localizar sus
partidas de nacimiento y matrimonio, en el Regis-
tro Civil si son posteriores a 1886 o en los archivos
parroquiales si son anteriores a esa fecha. Si quere-
mos averiguar sobre su descendencia, buscaremos su
testamento, o su sucesión ab intestato, en el caso de
que el individuo no hubiere testado. En el Archivo
General de la Nación encontraremos los Protocolos
de Escribanos desde el siglo xvi hasta la fecha, y
los Expedientes Sucesorios hasta fines del siglo xix.
En el edificio de los tribunales ubicado en Avenida
de los Inmigrantes 1950, ciudad de Buenos Aires,
encontraremos las sucesiones hasta 1975, y las ini-
ciadas desde esa fecha en adelante se encuentran
en el Palacio de los Tribunales.
El mismo sistema es aplicable a las provincias.
Los archivos más viejos se encuentran en las ciu-
dades de Córdoba, Santa Fe, Tucumán, Salta, La
Rioja, Catamarca, Mendoza, San Juan, Corrientes,
Entre Ríos, Rosario.
En cada una de estas provincias, se han organi-
zado también centros de estudios genealógicos. El
decano de estas instituciones es el Instituto Argen-
tino de Ciencias Genealógicas, fundado en la ciu-
dad de Buenos Aires el 10 de noviembre de 1940.
El 6 de julio de 1972 se fundó el Centro de Estudios
Genealógicos y Heráldicos de Córdoba. El 18 de
julio de 1987 se fundó el Centro de Estudios Ge-
nealógicos de Tucumán. El 21 de agosto de 1997
se fundó el Centro de Investigaciones Genealógi-
cas de Salta. El 7 de octubre de 2002 se fundó el
Centro de Estudios Genealógicos e Históricos de
Rosario. El 13 de febrero de 2003 se fundó el Cen-
tro de Estudios Genealógicos, Históricos y Herál-
dicos de Santiago del Estero. En junio de 2003 se
publicó la primera revista del Centro de Genealo-
gía de Entre Ríos. Posteriormente se han fundado
centros de estudios genealógicos en Corrientes,
Catamarca y San Juan. Todos estos centros confor-
man la Federación Argentina de Centros Genea-
lógicos, cuya presidencia es rotativa y dura dos
arios.
94 95
Bibliografía
Libros indispensables*
ABRAH_AM, Nicolas y ToRox Maria, L'écorce et le no-
yau, 22 ed., París, Flammarion, 1987. (La corteza
y el núcleo, Buenos Aires, Amorrortu, 2005).
ANCELIN SCHÜTZENBERGER, Anne, Psichogénéalogie.
Guérir les blessures familiales et se retrouver soi,
París, Payot, 2007.
—, ¡Ay, mis ancestros!, Buenos Aires, Taurus, 2008.
ANCELIN SCHÜTZENBERGER, Anne y BISSONE JEU-
FROY, Evelyne, Salir del duelo. Superar el dolor
y reaprender a vivir, Buenos Aires, Taurus,
2008.
BASSET, Lytta, Le pouvoir de pardonner, París, Albin
Michel, 1999.
* El lector deseoso de profundizar su conocimiento puede remi-
tirse a la bibliografía mucho más detallada que figura en mi libro
Prichogénéalogie, ob cit., pp. 243-269.
97
ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGÍA
BYDLOWSKI, Monique, La dette de vie. Itinéraire
psychanalytique de la nzaternité, París, PITE 1997.
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VIORST, Judith, Les renoncements- nécessaires.Tout ce
qu'il fina abandonner pour devenir adulte, París,
Robert Laffont, 1988. El precio de la vida. Las
pérdidas necesarias para vivir y crecer, Buenos
Aires, Emecé, 1999).
98 99
•
DE LA AUTORA DE
¡Ay, mis ancestros!
A veces, la vida depara situaciones tan difíciles
para una familia que esta decide callarlas. Lo que
comienza como un secreto familiar se convierte, para
las generaciones siguientes, en algo directamente
impensable. Sin embargo, la realidad no se puede
abolir: ese fantasma innombrado nos acosa, y la
estela de su presencia nos hace daño una y otra vez.
Ejercicios prácticos de psicogenealogia proporciona
las llaves para descubrir esos secretos, aceptarlos y,
sin renegar de nuestra historia familiar, elegir nuestra
propia vida.
La psicogenealogía es una herramienta capaz de
ayudarnos a transformar nuestra visión del mundo.
En estos ejercicios, la autora transmite de manera
sucinta y sencilla lo esencial de esa herramienta
y la forma de utilizarla, nos enseña cómo desbrozar -
el terreno familiar formulando las preguntas correctas_
y cómo construir el árbol genealógico que nos
permitirá develar esos secretos y comprender
su impacto en nuestras vidas.
•

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  • 1. Anne Ancelin Schützenberger Ejercicios prácticos de psicogenealogía Para descubrir los secretos de familia, ser fieles a nuestros ancestros, elegir nuestra propia vida RIPUTPUTParl
  • 2. ,
  • 3. Anne Ancelin Schützenberger nació en 1919 y es de nacionalidad francesa. Posee una licenciatura en Derecho y un doctorado en Psicología. Durante la Segunda Guerra Mundial participó en la Resistencia y en 1945 recibió el Prix de l'Alié á la Résistance. Una beca Fulbright le permitió especializarse en los Estados Unidos en psicología social y dinámica de grupo. Trabajó con Margaret Mead y con Gregory Bateson en el grupo de Palo Alto. Es cofundadora de la Asociación Internacional de Psicoterapia de Grupo y, desde 1967, profesora emérita de la Universidad de Niza. Es autora, entre otros, de los libros La voluntad de vivir, Salir del &t'el° (con Evelyne Bissone Jeufroy, Taurus, 2008) y ¡Ay mis ancestros! (Taurus, 2008).
  • 5. Ejercicios prácticos de psicogenealogía Para descubrir nuestros secretos de familia, ser fieles a nuestros ancestros, elegir nuestra propia vida Mine Ancelin Schützenberger AGUILAR
  • 6. Título original: &emites pmtiques de piyhogenealogie AGUIL/áR Editions Payot, 2011 © De esta edición: Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara, S. A., 2012 Av. Leandro N. Alem 720, (1001) Ciudad de Buenos Aires www.librosaguilar.com/ar ISBN: 978-987-04-2577-9 Hecho el depósito que indica la ley 11.723 Impreso en la Argentina.Printed in Argentina Primera edición: agosto de 2012 Imagen de cubierta: www.atclierrezai.com Schürzenberger, Anne Ancelin Ejercicios prácticos de psicogenealogía : Para descubrir nuestros secretos de familia, ser fieles a nuestros ancestros, elegir nuestra propia vida. - la ed. - Buenos Aires: Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara, 2012. 104 p. ; 22x13 cm. Traducido por: Agustina Blanco ISBN 978-987-04-2577-9 A Max Castelli (Marsella) y a su familia. 1. Autoayuda. I. Blanco, Agustina, trad. DO 58.1 T os los derechos reservados. Esta ilicación no puede ser reproducida, en todo ni en parte. ni registrada en o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio sea mecúnico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia, o cualquier otro sin el permiso previo por escrito de la editorial. :PPRISAEDICIONES
  • 7. Se necesita serenidad para aceptar las cosas que no podemos cambiar, valor para cambiar las que sí podemos y sabiduría para establecer la diferencia entre ambas. MARCO AURELIO
  • 8. 11 Índice Introducción 13 No padezca más la tensión por los duelos no hechos 21 Abra el "gran libro de cuentas" de su familia 29 Detecte las repeticiones inconscientes felices e infelices de la historia familiar 37 Proyéctese hacia el pasado para comprender cómo vivían sus antepasados 43 Dé vuelta la página para que la "papa caliente" ya no queme todas las manos a su paso de generación en generación 49 1'
  • 9. ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER ¿Qué es lo que más cuenta para usted? 55 Las emociones de la memoria 63 La elección del material 85 ¿Dónde encontrar la información que está buscando? 89 Bibliografía 97 12 Introducción Todos y todas heredamos una "maraña" com- puesta de historias, dramas, duelos no resueltos. Siendo niños, a veces nuestros abuelos o padres intentaron protegernos, "por nuestro bien", ocul- tándonos esos traumatismos: "es por tu bien que no te hablamos de la guerra", "es por tu bien que no te decimos nada sobre la deportación", "es por tu bien que callamos que somos inmigrantes", "es por tu bien que no te contamos que el abuelo es- tuvo preso", "es por tu bien que no decimos que tu bisabuela se comportó de manera ligera y acaso no sean todos herederos de tu bisabuelo", "es por tu bien que no te llevamos al cementerio"... Pues bien, están dejando detrás de ellos una tarea desco- munal, frente a la cual tropezamos y nos hacemos daño una y otra vez. Suelo decir que los seres humanos son corno las vacas: rumiantes. Mastican durante toda su 13
  • 10. EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGfA ficas e incluso económicas, además de conoci- mientos válidos en psicología, psicohistoria y psicopatología. Los profesionales serios e idóneos son esca- sos y no se autodefinen como psicogenealogistas. Todos ellos ejercen un oficio relacionado con el cuidado: se trata de psicólogos clínicos con título universitario, que también poseen una larga for- mación personal, preferentemente psicoanalítica o con fundamentos en psicoanálisis, médicos psi- quiatras, terapeutas de pareja y de familia. La psicogenealogía no es un oficio, sino una herramienta. No existe una formación en psicogenealogía que nos haga acreedores de un diploma oficial. Por ello, siempre hay que ser precavidos frente a personas que se creen com- petentes y no lo son, y no confiar nuestra alma, nuestros problemas y nuestros secretos de familia a cualquiera. ¿Acaso el filósofo Arthur Schopenhauer no decía que jamás hay que revelar a un amigo algo que podría servir a nuestro peor enemigo? La gente chusmea a diestra y siniestra más de lo que cree y más de lo que nosotros pensamos... Se puede ayudar maravillosamente a la gente mediante la herramienta genealógica, pero en igual medida, por ignorancia o incompetencia, se puede hacer mucho daño al colocar a una persona frente a ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER vida y a lo largo de varias generaciones. Mastican sus secretos de familia, los duelos no hechos, las alegrías pasadas, los sentimientos de injusticia, los rencores, etcétera. Y hasta que no dejen de rumiar, hasta que no se levante el secreto, la historia familiar se repite. "Desde lo alto de estas pirámides, los con- templan cuarenta siglos", habría dicho Napoleón a sus tropas el 21 de julio de 1798, en Egipto, justo antes de iniciar la célebre Batalla de las Pirámides. La psicogenealogía es más modesta: una vez dibujado el árbol genealógico, el cual se completa con los principales acontecimientos de la vida y su comentario, de golpe y de un solo vistazo, nos permite tener una visión global de la propia historia familiar, a lo largo de dos siglos, y sentir su impacto. La mayoría de los traumatismos no están re- lacionados con episodios recientes y, para encon- trar su sentido y origen, hemos de remontarnos lejos en el tiempo, hasta antiguos dramas que, en algunas ocasiones, tuvieron lugar hace dos siglos. Gradas a la psicogenealogía, uno puede for- mular las preguntas adecuadas a su entorno y a sí mismo, y encontrar lo que realmente está buscando y quién es en el fondo. La psicogenealogía requiere una buena cul- tura general, sólidas nociones históricas, geográ- 14 15
  • 11. ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER una pista errónea; una similitud entre fechas puede no significar nada y ser fruto del mero azar. Desconfíe de las personas que se digan psi- cogenealogistas. Por lo general, carecen de for- mación, aunque es cierto que algunas de ellas pueden tener buen olfato. Es más prudente re- currir a psicólogos con diploma y psicoanalistas reconocidos. El enfoque transgeneracional es una herramienta que transforma la visión tanto del mundo corno de la transmisión de los trauma- tismos. No es algo que se invente, y así intenté explicarlo en mi libro Psicogénéalogie* Último punto: la psicogenealogía no resuelve todos los problemas. Muy a menudo, efectivamente, lo que necesitamos es más bien una psicoterapia... Se suele decir que más vale estar solo que mal acompañado. La psicogenealogía no escapa a la regla. Frente a personas que, sin formación, afir- man poder hacer un genosociograma, es mejor contar con ciertas bases y saber uno mismo cómo proceder. Tal es el objeto del presente libro. Lo he con- cebido como una pequeña guía de bolsillo, para recordarle someramente cómo desenmarañar su historia familiar. * Anne Ancelin Schützenberger, Psiebogénéalogie. &dril- les blessuret familia/es el se retrouver soi, París, Payot, 2007. 16 EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGÍA Es la primera vez que transmito de manera muy sucinta, lo más sencilla y concretamente posi- ble, lo esencial de mis ideas y las teorías científicas sobre las que me apoyo. Los primeros capítulos están dedicados a cada uno de los cinco principios básicos de la psicoge- nealogía. En los capítulos siguientes, usted mismo aprenderá a utilizar las dos herramientas esenciales de este enfoque: el "átomo social" ye] "genosocio- grama". Un capítulo u-ata sobre la elección del ma- terial y otro enumera los centros de consulta. Por último, he realizado una pequeña lista bibliográfica. Desde luego, siempre podrá complementar su lectura con mis otros escritos, en particular, Psicoge- nealogía y Ay, ntis ancestros, que son más técnicos. Pero el presente libro, además, le permitirá diferenciar concretamente a un buen terapeuta de un "cuentero". Lo intergeneracional y lo transgeneracional Lointergeneracional es aquello que pasa de una generacióna otra, mientras las personas están vivas, de manera claramente dicha o evidente. Por ejemplo, un escribano transmite su registro a uno de sus hijos o un médico transmite su clientela al hijo que se hace cargo del consultorio. Antaño, también se transmitía determinada manera de ser 17
  • 12. ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGfA o de hacer, por ejemplo, de mujer a mujer (cocina, recetas, trucos, etc.). Lotransgeneraobnal es como una papa ca- liente que nos pasamos de mano en mano y de generación en generación. Esa papa va quemando todas las manos por las que pasa. Voy a dar un ejemplo personal. Criada en París y en parte de origen ruso, tengo una extraña relación con lo frío y lo caliente. "Cuando me sirvan té", decía mi abuelo paterno, "quiero ver las burbujas del agua hirvien- do". Yo misma bebo el té hirviendo. pero sólo si la taza está fría. Eso muy caliente que está dentro y que bebemos es la tradición familiar materna. Por el contrario, sobre el cuerpo, siento el calor como si fuera una quemadura intolerable, aun tratándose de agua tibia. ¿A qué se debe? La clave se encuentra en mi historia familiar. Mi padre tenía una hermana menor mucho más joven que él. Ya esa niña le sucedió algo atroz. Un día, entró gateando en la cocina, trató de alcanzar el mango de la olla donde hervía agua y se quemó viva. A mí, pues, el agua tibia que cae sobre mi piel me procura una sensación de quemadura mortal. Es más fuerte que yo. Ni siquiera una terapia psicoana- lítica con FraToise bolto logró "curarme" de eso. Naturalmente, yo no había nacido en el mo- mento de los hechos y mi padre tampoco estaba presente en el lugar. Pero fue semejante conmo- ción, semejante drama familiar, que me lo transmi- tieron como si yo también lo hubiera presenciado. En determinadas circunstancias, las realidades de la vida son tan difíciles que los padres deciden callarlas. En la primera generación, es algo inde- cible; en la segunda, un secreto de familia; en la tercera, se convierte en un impensable genealógico, es decir que ni siquiera se lo puede pensar. Es como si hubiera un fantasma en una crip- ta, un ataúd o una tumba, que los descendientes guardan en su corazón; el fantasma sale de allí y se expresa como por un efecto ventrílocuo. Aquello que no sabemos y nos acosa, generalmente, es un secreto de familia no dicho, el cual se transmite de generación en generación. Ese secreto de familia siempre se resume en una cantidad limitada de cuestiones consideradas como vergonzosas en el momento de los hechos: alguien que mató o fue matado, alguien que estuvo preso, alguien que pasó por una bancarrota frau- dulenta o se declaró en quiebra, alguien acusado o condenado por incesto, violación o agresión sexual, un hijo extramatrimonial, alguien que se enfermó de tuberculosis, sida o cáncer. En ciertas épocas —incluso a veces hoy—, no se podía hablar de cosas que eran motivo de ver- güenza. La mayoría de la gente no consigue lidiar con aquello que no encaja en la imagen que tiene una sociedad en un momento dado. Eso se convier- te en un secreto. A veces, es un secreto compartido 18 19
  • 13. ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER por toda la familia, pero casi siempre permanece oculto para los niños e incluso para algunos adultos. Yeso es devastador. Cuando se levanta el secreto, cuando logramos llamar a las cosas por su nombre, la inteligencia de los niños se abre. A veces, dejan de tener faltas de ortografía, la historia y sobre todo las matemáticas dejan de ser un rompecabezas chino, y es frecuente que parte de los desórdenes y las enfermedades desaparezcan. No todo, por supuesto, ni siempre, ni con todo el mundo. Pero lo suficiente como para que sea importante destacarlo. Nada es sencillo, nada es mágico; si bien des- pués de este trabajo, la gente dice sentirse más livia- na y, por fin, renacer. Se adquiere una postura más erguida, la tez luce más viva, la mirada se vuelve más clara... 1 No padezca más la tensión por los duelos no hechos El efecto Zeigarnik • 20
  • 14. Intente recordar. Tras un acontecimiento gra- ve, una muerte o una ofensa, ¿le dio largas vueltas a lo sucedido, lamentándose de que las cosas no hubieran sido de otro modo? Por ejemplo: "¡Ah! Si hubiera salido de casa más temprano, habría llegado antes de que falle- ciera". O bien: "Si hubiéramos consultado a un mejor médico, habríamos podido salvarlo." Haga memoria. Le pasa a todo el mundo y tam- bién atañe a los problemas de tipo profesional ("Si me hubiera organizado mejor, habría podido entregar el informe a mi jefe antes de que subiera al avión"). Este rumiar en modo condicional, parecido a una cantinela, puede considerarse como la conse- cuencia de un duelo no hecho, de una tarea inacabada o interrumpida*, generando una tensión psicológica y energética que es necesario cerrar. * Véase Bluma Zeigarrúlc, "On finished and unfinished tisks" (1928), en W D. Ellis (ed.), A Source book of Gestali Psychology, Nueva York, Humanities Press, 1967. 23
  • 15. ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGÍA Por qué recordamos mejor lo que está sin terminar En 1928, la rusa Bluma Zeigamik, que traba- jaba en Berlín bajo la dirección del psicólogo Kurt Lewin, demostró que uno recuerda mejor lo que está sin ten- ninar que aquelb que ya está terminado. Uno "olvida" lo que está concluido, lo "or- dena" en un rincón de la memoria y no vuelve a pensar en ello. En la vida cotidiana, esto permite pasar a otra cosa y avanzar. Por el contrario, recordamos toda tarea inte- rrumpida o inconclusa la cual continúa acosándo- nos, da-do vueltas, ocupando nuestra mente duran- te meses o años. También recordamos los duelos no hechos e intentarnos rehacer la historia pasada. Este efecto abrumador de las tareas incon- clusas se conoce hoy con el nombre de "efecto Zeigamik". Concretamente, una tarea inconclusa, un duelo no hecho, ¿qué abarca? Como ya he dicho, finalmen- te se trata de una cantidad bastante restringida de situaciones inaceptables: una muerte, una traición, un suicidio, un robo, una violación, una relación incestuosa, arios de prisión por deudas o asesinato, 24 una internación en un hospital psiquiátrico... La dificultad radica en que hay que hacer el duelo en nombre de las generaciones que nos precedieron, cerrar el pasado, enterrarlo, cuando lo cierto es que los actos en cuestión son intolerables. ¿Entonces? ¿Qué podría hacer usted para acabar con esa cantinela y dar vuelta la página? ¿Cómo cerrar el sistema? Eso depende de cada uno y de lo que pasó. Usted puede perdonar, por supuesto, pero no es ésa la única solución. Existen otras, que constitu- yen actos simbólicos. Lo importante es hacer algo. Por ejemplo, Frainoise Dolto aconsejaba escribir en una hoja aquello que planteaba un problema. Luego, ese papel se enterraba en el ce- menterio o se quemaba, para poner fin al pasado. Se puede cantar una canción de cuna para ce- nar una tensión con motivo de la muerte de un niño que tuvo lugar hace siglos. O plantar un arbusto o una planta en la curva de una ruta que resultó mor- tal para un ser querido. O también devolver la parte de la herencia que recibimos de manera injusta. No hay recetas milagrosas. A usted le tocará inventar, con sus propios recursos, la reacción que le corresponda. Ya verá, a menudo la respuesta surge de impro- visto y resulta obvia e ineludible. 25
  • 16. ANNE ANCELIN SCHOTZENBERGER Lo hecho, hecho está Lo que queda por hacer o debe ser hecho permanece en nuestra memoria y crea una ten- sión que, ciertamente, influye en nuestras horas de sueño y de vigilia. El mejor modo de cerrar dicha tensión es ha- ciendo lo que se debe hacer. Como dicen algunos, "lo hecho, hecho está". No debemos dejar las cosas y las decisiones siempre para mañana. En todo caso, hay que hacerlo sólo cuando sea necesario. Tenemos que saber dar vuelta la página y quedar libres para otra cosa. Por ejemplo, antes de su amputación, es im- portante hacer el duelo de un miembro del cuer- po (brazo, pierna, pecho), despidiéndose de él o agradeciéndole. Quizás una historia, una canción, dé vueltas en su cabeza una y otra vez, creando una tensión en usted. Identifíquela. Piense en ella. Intente com- prender el sentido de eso que lo persigue. No se puede escoger elaborar un duelo. No se puede escoger lo que el inconsciente va a vivir. Sin embargo, por lo general, se comprueba que cuando 26 EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGÍA alguien no se despidió de un moribundo, cuando no se pudo aclarar un tema, cuando no hubo una ceremonia de clausura de ese final de vida, algo queda incon- cluso. Y en caso de muerte violenta o injusta, como las muertes accidentales, las muertes sin sepultura, la muerte de un niño, a menudo eso mismo martiriza a las familias de generación en generación, trátese de un secreto de familia o de algo innombrable. Hay que volver a esa pérdida primera, "hablar- la", esforzarse por sepultar al fallecido, decirle adiós, arreglar ese último asunto que quedó pendiente: ¿qué hubiera querido que hiciéramos?, ¿pagar sus deudas?, ¿tener presente su muerte?, ¿vengar o per- donar su muerte? Superar la tensión que surge de un duelo no hecho o de una tarea inconclusa implica poder es- tar, luego, en el aquí y ahora, plenamente presente y en el instante mismo, ser capaz de afrontar los problemas sin desviar la mirada. 27
  • 17. 2 Abra el "gran libro de cuentas" de su familia Las lealtades familiares invisibles e inconscientes
  • 18. Al hacer su genosociograma, usted se cues- tionará acerca de las lealtades familiares, abrirá el "gran libro de cuentas" donde figuran las deudas y los méritos, esclarecerá el tipo de justicia —e injusticia— que practica su familia, verá cuáles son los modelos familiares y quién los encarna. Ese "gran libro" es único y atañe específica- mente a su familia, puesto que es ella la que elabo- ró todas las reglas que éste encierra. Por ende, es esencial saber qué abuela, qué tío, qué bisabuelo creó esas reglas, en qué contexto y por qué medio fueron transmitidas a través de los años. Reglas familiares: cuatro preguntas simples pero fundamentales para hacerse ¿Cuaba son las reglas en la familia? ¿Quién las elabora? ¿Quién dictó la ley? ¿Quién dice las reglas? ¿Quién las transmtte? 31
  • 19. - ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER Fue un psiquiatra norteamericano de origen húngaro, Iván 1.3üszórményi-Nagy (1920-2007), quien, a principios de la década de 1970, creó el concepto de "lealtad familiar invisible"*, lealtad que, por mi parte, extendí al inconsciente. Tam- bién él dio origen a una noción muy utilizada por los psicoterapeutas en la actualidad, la de "paren- tificación", que se aplica a niños obligados por sus padres deficientes a desempeñar, desde muy jóve- nes, precisamente el papel de padres. A veces, el desequilibrio relacional en el que se hallan esos niños tiene repercusiones dramáticas. Pero volvamos a las lealtades. ¿Existen cosas que usted haga así, sin pensarlo, porque en su familia se hacen desde hace varias gene- raciones, pero que, en su fuero íntimo, en realidad no tiene ganas de hacer? Sin que usted se dé cuenta, eso le pesa, pues lo que hace carece de sentido a sus pro- pios ojos. Seguramente tenía sentido en otro tiempo, para sus antepasados, pero para usted, hoy, no. Veamos un ejemplo. Antes, la gente se vestía de un modo los días de semana y de otro modo el domingo. Actualmente, ya no es así para la mayoría de nosotros, pero aún existen familias Véase Iván BUszónnényi-Nagy, Invisible Loyalties Recipvcity in Intergenemtional Family Tbempy, Nueva York, Harper & Row, 1973. 32 EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGfA que preservan ese hábito. ¿Qué sentido reviste esa tradición? Piénselo. ¿Quién dictaba la ley? ¿Quién deter- minaba, por ejemplo, el tipo de estudios que había que seguir? No es fácil descubrir lo que uno quiere hacer, y tampoco es fácil actuar de un modo distinto del que rige, desde hace años, el comportamiento de nuestra familia... Convertirse en adulto: ser libre de nuestras elecciones Lamayoría de la gente actúa como le enseña- ron, otros hacen exactamente lo opuesto. En el primer caso, aunque no nos guste, nada cambia, el modelo familiar se reproduce al pie de la letra, no nos emancipamos. Pero ¿qué sucede si hago lo contrario de lo que hicieron mis padres, quienes, por su parte, ha- blan hecho lo contrario de lo que habían hecho sus propios padres? Pues me veo haciendo lo mismo que hacían mis abuelos! Y en ese caso: tampoco cambia nada. Creo liberarme de mis padres opo- niéndome a ellos, mas simplemente he creado con ellos una relación de oposición. E interés de cada uno de nosotros consiste en encontrar una respuesta que nos sea específica. personal y no idéntica u opuesta. Lo idéntico o lo 33
  • 20. ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER opuesto no implican libertad. La libertad, que permi- te cortar el cordón umbilical y, por consiguiente, ser aduno, es fruto denuestra propia elección. Cuando hacemos nuestro genosociograma sobré cuatro, siete u ocho generaciones e inscribimos allí los episodios más destacados (positivos y negativos), eventualmente podemos ver quiénes son los hombres y las mujeres que marcaron a la familia como modelos alcanzables o inaccesibles, si bien eso implica enterarse de que existen modelos con pies de arcilla y que tal abuelo admirable también cometió incesto o fue pe- dófilo, lo cual está prohibido mencionar en la familia. Es frecuente ver en las casas las figuras de tres monos como objeto de decoración, uno con las manos sobre los ojos, otro sobre las orejas, otro sobre la boca: no ven, no oyen, no dicen nada. En un anticuario, encontré tres monitos distintos: uno con las manos alrededor de las orejas, pues lo oye todo; otro alrededor de los ojos, pues lo ve todo; el último con el dedo sobre la boca, pues no dice nada.., al igual que todo buen psicoanalista que sabe crear un espacio seguro, como en otro tiempo lo eran las iglesias para los fugitivos. Muchas veces, los nombres que "elegimos" para nuestros hijos van acompañados de una misión fa- EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGíA millar y pueden llegar a evocar una tragedia. De ahí el interés que expresan los niños, a toda edad, por conocer las razones de la elección de su nombre. Intuyen a la perfección si les respondemos con la "verdad" o si existe cierta incomodidad --consciente o inconsciente—, vinculada con un drama, un se- creto de familia, una antigua lealtad familiar. Numerosas familias eluden la ley de igualdad entre los hijos y consideran como mayor no al que nació primero, si es mujer, sino al primer varón, a quien intentan transmitir el porcentaje máximo de la herencia familiar. Las hijas excluidas suelen aceptarlo a desgano. Eso todavía se ve hoy, en el siglo ni... Dicen que debe pasar un siglo para que la música o el arte sean aceptados por la mayoría de la gente; muchas veces, deben pasar más de dos siglos para que cambie un modo de vida. Así pues, en Francia muchos problemas familiares vienen de los tiempos de la Revolución. Cocinar con manteca o con aceite, beber agua o vino durante la comida, o no beber para no "ahogar" los jugos gástricos, apoyar las manos sobre la mesa o sobre el regazo, comer diaria- Las reglas alimentarias: un indicador no tan descabellado 34 35
  • 21. ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER mente en el comedor o en la cocina... En la mesa, ¿quién sirve?, ¿la madre?, ¿la empleada domésti- ca?, ¿otra persona? Estas preguntas parecen descabelladas o anacrónicas, pero la experiencia demuestra que, a menudo, los dramas y las divisiones familiares reposan en este tipo de detalles. Algunas ramas de la familia se relacionan con determinadohabi- tus, pero las demás no. Esas divisiones son muy sutiles, pues están ligadas al gusto, a la impronta de los gustos de la infancia; pero gracias a ellas vemos, por ejemplo, si domina la familia de origen o la familia ¡Con las A/idas tensiones que eso acarrea! 3 Detecte las repeticiones inconscientes felices e infelices de la historia familiar El síndrome de aniversario* Debemos la expresión "síndrome de aniversario" a la estadouniden- se Josephine Hilgard. En un notable estudio sobre mujeres psicó- ticas, publicado en 1961, esta médica y psicoanalista demostró la existencia de una repetición de síntomas, de madre a hija, sobre tres generaciones, como por "contagio mental" o identificación. Véase Josephine R. Hilgard y Martha Newman, "Evidence for Functional Genesis in Mental Illness: Schizophrenia, Depressi- ve Psychosis and Psychoneurosis", en The jet:17W of Nervow and Mental Distases, 132 (1), 1961. 36
  • 22. Lleve a cabo este pequeño ejercicio. Establez- ca una lista con las fechas de accidente o incidente grave en su familia. Y hágase la siguiente pregunta: ¿el acontecimiento se repite a lo largo de varias generaciones? Atención: el inconsciente puede recordar la fecha por número, día de la semana, fin de semana, fiesta anual (Navidad, Ario Nuevo, etc.). Y tenga cuidado, no todo deriva de una repeti- ción familiar. A veces, ciertas fechas que se reiteran son meras coincidencias. No todo lo que brilla es oro. En la historia familiar, es muy difícil discernir lo importante o significativo de aquello que no lo es. Una simple repetición de fechas no necesariamente implica que algo sea significante o significativo. Que un episo- dio se produzca varias veces un 31 de diciembre o durante un viaje de egresados puede querer decir que se trata de un acontecimiento trascendente para la familia. Pero también puede significar que la cos- tumbre de reunirse para cenar el 31 de diciembre o it 39
  • 23. ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER de celebrar el fin de curso es momento de borra- chera y relaciones a la ligera, yeso atañe menos a la familia que a la sociedad. Un hombre se quería casa en el mes de junio. Imposible, le respondieron en el registro civil, no hay turno. Entonces, cambió de fecha, que resultó ser la misma que la del casamiento de sus abuelos. Ésa es la repetición invisible familiar incons- ciente. Intente ver si este tipo de repetición existe en su caso y leperrnite entender mejor su historia familiar. Acérquela a su "átomo social" (véase el capítulo 6). Puede ser que un día usted haya sido víctima de un accidente leve o grave que hubiera podido costarle la vida, por haber olvidado o postergado algo que debía hacer. Por ejemplo, se pone unas sandalias cuyo cie- rre está flojo y convendría arreglar. Sin embargo, piensa: "Todavía aguantan". Toma el ómnibus y, mientras está bajando, las puertas se cierran bru- talmente, enganchando el cierre del calzado. Usted cae debajo del autobús, y éste arranca. Por suerte, EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGÍA hay gente que la vio y grita, el conductor frena y evita arrollarla. Pero al repasar mentalmente el episodio, usted recuerda que ese día es el aniver- sario de un acontecimiento importante de su vida familiar, por ejemplo, la muerte o el entierro de una persona. Esa es la señal de que el accidente no es fruto de la casualidad, sino que está relacionado con una historia familiar que lo afecta íntimamente. Una vez establecido ese vínculo, si usted hace su árbol genealógico y lo completa con los acon- tecimientos de vida más importantes, también llamado "genosociograma", muy probablemente verá aparecer, en fechas idénticas, repeticiones de acontecimientos agradables o trágicos, a menudo indicadores de una pérdida o un duelo no hecho (véase el capítulo 1). Así pues, tendrá que hacer a posteriori el due- lo de dicho acontecimiento, por ejemplo, por me- dio de un entierro simbólico o un pedido de perdón, haciendo que el antepasado "regrese" mentalmente y reconstruyendo la situación en su memoria, con otro final. Esto permite cerrar las tensiones inter- nas que, cual "papas calientes", se transmiten de generación en generación y queman a su paso todas las manos que tocan. 40 41
  • 24. 4. 4 Proyéctese hacia el pasado para comprender cómo vivían sus antepasados El "nicho ecológico"
  • 25. Lo que ignorarnos de nuestra familia es tan importante como lo que conocemos de ella. Los "agujeros" y los "olvidos" en nuestra historia fami- liar son muy interesantes. No hay que descuidarlos en absoluto. Trataremos el terna del "nicho ecológico", la fauna humana, el contexto. También se lo llama "psicohistoria". Es fundamental volver a situar a las personas y los acontecimientos en su contex- to. Las reglas a las que me he referido en el ca- pítulo 2, que rigen la historia familiar de cada uno, han sido dictadas por personas precisas, que vivían en un momento preciso, en un lugar preciso y no pueden ser comprendidas si no se conoce ese nicho ecológico. Es necesario contar con nociones de historia, geografía y economía. Por mi parte, re- curro mucho a las crónicas del siglo xx publicadas por varios editores. Tenga cuidado, pues ciertos editores y ediciones excluyen determinados he- chos históricos. (Tal es el caso, por ejemplo, de la masacre de los armenios). 45
  • 26. ANNE ANCELIN SCHol'ZENBERGER Lo que hay que saber Si no tenemos acceso a los elementos per- sonales de la vida de nuestra familia (porque han sido destruidos o se han extraviado), podemos recurrir a la historia de la región o del país, a la historia colectiva. Así, se obtiene información sobre el modo en que vivía nuestra familia. Los libros de historia tienen aquí una importancia capital. Intente honrar a sus ancestros de esta manera: dándoles vida, entendiendo en qué contexto socio- cultural vivían. Mire en los libros, busque, averigüe, vea qué experiencias de vida atravesaron, cuáles pudieron incorporar, en particular, en los casos de muerte violenta. Pase del "aquí y ahora" al "en otra parte y antes" Imagine que una de sus antepasadas vivía en el siglo xix y tenía, como se dice, "la cocina llena de humo". 46 EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGÍA Imagine las reacciones del medio familiar frente a esta joven, embarazada y soltera. Para ello, consulte libros de historia, novelas, pero también películas y cuadros que aborden este tema. El ejercicio consiste en comprender psicológi- camente qué sucedió en un momento histórico. ¿Cuáles eran las normas de sus antepasados? Intente proyectarse hacia la época de sus abuelos, por ejem- plo, y situarse en sus normas, sus prohibiciones, sus vergüenzas, para entender cómo vivía y pensaba la gente entonces. Reinitámonos a la literatura y tomemos, por ejemplo, La mujer de treinta años, que Balzac publicó en 1842. En aquella época, era aberrante amar a una mujer de esa edad, considerada vieja, mientras que, hoy en día, obviamente, no es así, al contrario. A uno le cuesta entender el escándalo que podía im- plicar semejante amor a los ojos de los contempo- ráneos. Para una mujer del siglo xix, no estar casada a los treinta años era irreparable. En la actualidad, mucha gente vive sin estar casada y existen muchas madres solteras, sin que eso suponga un problema. 47
  • 27. 5 Dé vuelta la página para que la "papa caliente" ya no queme todas las manos a su paso de generación en generación El arte de perdonar sin olvidar
  • 28. Digámoslo de una vez: personalmente, no creo en el olvido. El mal que le hicieron a usted y a los suyos, o aquél que fue hecho a otros, no se puede olvidar. Efectivamente, no veo cómo podríamos cambiar las cosas de manera retrospectiva. Los he- chos son los hechos, y son tercos. . Esto significa que no hay que confundir los he- chos con la culpa, pues el evento trágico o "malo" puede ser producto de la educación de determinada época o familia. No obstante, es cierto que uno no logra digerir ese mal, le da vueltas una y otra vez, y causa sufri- mientos. Usted puede actuar de cara a esto. No va a "re- hacer la historia", sino que actuará sobre la culpa. Puede decidir dejar de hacerse daño, dar vuelta la pá- gina, no volver a ver nunca más a las personas que lo hirieron, incluso si esas personas son sus padres, que serían, pues, lo que se denomina "padres tóxicos". Esta decisión es posible. No somos capaces de cambiar el pasado, pero sí somos capaces de perdonar sin olvidar. 51
  • 29. ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGíA 2 La "papa caliente" que pasa de mano en mano es una imagen "elocuente", que he utilizado mucho para ilustrar el hecho de que, para quitársela de encima, uno delega el peso de la deuda o del secreto en la generación siguiente. Efectivamente, a veces, la "papa" está tan calien- te que uno la pasa enseguida para no quemarse más. Podríamos simplemente dejarla caer, incluso sería la mejor solución, pero preferimos pasarla a otras manos que entonces se queman, y así sucesivamente. Hay que aceptar a nuestros antepasados con Jo que hayan hecho. Cuando sabemos que han cometido actos in- aceptables, hay que pedir perdón en su nombre, simbólicamente o "de verdad". El objetivo es que la "papa caliente" deje de ser transmitida de generación en generación y, por ende, deje de quemar todas las manos por las que pasa. Me parece que esto se logra buscando el origen del drama, el sufrimiento o el conflicto, intentando cerrar la tensión y haciendo el duelo. En este sentido, me asombró mucho ver en Australia a tanta gente que se siente bien y ejerce un oficio honesto. Siendo descendientes de crimi- nales, asesinos y prostitutas deportados, aceptaban sin problema a sus antepasados, quienes ya habían pagado por sus faltas. 52 Cerrar la tensión, como mencioné en el primer capítulo, puede hacerse de formas muy diversas y, a veces, curiosas. Así, he visto a gente comprar una cacerola, colocar allí su genosociograma cortado en pedacitos, luego quemarlo, plantar sobre las cenizas un cactus y "perder" este extraño injerto en algún rincón del jardín. Haga el siguiente ejercicio. Piense en aquello que le da rabia o le causa enojo, en las injusticias cometidas, en las muertes injustas, en los dramas pasados. Y en cada caso, pregúntese si puede perdonar o superar esa rabia, sin que eso signifique volver a ver al ofensor. Pues perdonar no necesariamente significa re- conciliarse*. No estamos obligados a restablecer el vínculo con la persona que se comportó de modo ofensivo. No olvidamos lo sucedido, pero soltamos amarras, nos quitamos el lastre de una energía ne- gativa, renunciamos a exigir una reparación, nos liberarnos del rencor. * Sobre esta paradoja, véase Arme Ancelin Schützenberger y Évelyne Bissone Jeufroy, Salir del duelo. Superar el dolor y reapren- der a vivir, Buenos Aires, Taurus, 2007, capítulo ix. 53
  • 30. ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER No existen familias sin secretos. Nadie pue- de afirmar que todos los miembros de su familia "tienen las manos limpias". En un momento u otro de la historia familiar, sin que sea necesario remontarse muy lejos en el tiempo, hay alguien que no se comportó como se debe o que hizo daño a su alrededor, a veces sin saberlo o quererlo. Creo que toda familia encierra, al menos, "un cadáver en el placar". La gente lo ignora y se pasa la "papa caliente" de generación en gene- ración, hasta que el duelo esté hecho. Cada uno debe aceptar ese secreto y no juzgar demasiado rápido el pasado de los suyos, que, con frecuen- cia, es dramático. Nunca es tarde para pedir perdón a aquellos a quienes hemos perjudicado o a sus herederos. En 1992, el Rey de España visitó Jerusalén y allí, cinco siglos después de los hechos, pidió perdón por la expulsión de los judíos llevada a cabo por Isabel la Católica. No se puede devolver la vida a los muertos, pero sí podemos pedirles perdón. Esto produce un efecto liberatorio. Y si los hechos incrimi- nados son relativamente recientes, como, por ejemplo, el reparto injusto de una herencia, hay que recordar que "nunca se disfruta de un bien mal adquirido" y esforzarse por devolver ese bien. 54 6 ¿Qué es lo que más cuenta para usted? Dibuje su "átomo social"
  • 31. El "átomo social" es la segunda herramien- ta que necesitará, después del genosociograma. Permite establecer filiaciones reales, simbólicas o imaginarias. UNA IMAGEN GLOBAL DE SU MUNDO PERSONAL ¿De qué se trata? Bueno, el átomo social es la imagen global y "elocuente" de su entorno afectivo, su mundo personal y sus interacciones positivas o negativas con él. Esta noción fue creada por el psicodramatista J. L. Moreno. Originalmente, sólo atañe a los seres humanos (abuelos, vecinos de la infancia, niñera, compañeros de clase, maestra, amigos de café, de deporte, colegas de trabajo, etc.). Lo amplié a las mascotas (gatos, perros, conejos, pájaros, caba- llos, etc.); a las plantas (rosas, un árbol, etc.); a los minerales; a ciertos objetos significativos del 57
  • 32. ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGLY pasado (instrumentos de música, bicicleta, auto, casa); lugares; personajes históricos y héroes lite- rarios; mandatos familiares, religiosos o escolares más destacados... En suma, con independencia de que incluya pocos o varios elementos, el átomo social abarca todo aquello que a usted le importa en el fondo y por encima de todo "olvido" —incluso los muer- tos, los símbolos, las cosas tan inmateriales corno una canción infantil o un atardecer, o tan ínfimas corno una cinta aterciopelada o, corno en mi caso, un chupetín de leche. Por más cerca o lejos que se sienta de ellos, estos elementos existen "en alguna parte" de usted. Por ejemplo, en lo que a mí respecta, mencionaré espe- cialmente a mi bisabuela materna, mi abuelo materno, Sócrates, Sherlock Holmes, mi gato lisiado Minou- Minou, un amigo de la infancia llamado Pierre... Si bien en sus grandes líneas el átomo social permanece fijo —efectivamente, la infancia no cambiará, como tampoco lo harán los momentos clave del pasado—, éste evoluciona con el tiempo, constituyendo una permanente revaluación de lo que cuenta para uno. Conforme suceden los distin- tos acontecimientos de la vida, nuevos momentos vitales pueden sumarse a aquellos que ya ha anota- doy pueden revelarse otros, aún no identificados. 58 Los allegados Es importante hacer la lista de las personas externas a la familia de sangre que viven bajo el mismo techo o frecuentan la casa cada día: veci- nos, niñera, padre de adopción, sacerdote, em- pleada doméstica, etcétera. En efecto, las tensiones, los abusos, las vio- lencias, los problemas y las identificaciones, las influencias sobre ciertas decisiones, a menudo, aparecen en relación con los allegados. Debe nombrar los elementos a medida que se le vayan ocurriendo, sin pensarlo demasiado. Por lo general, gracias a esta herramienta, uno llega relativamente rápido —en unos diez minu- tos— a hacer el retrato de alguien, a tener una idea de su vida y su familia. COMO CREAR EL ÁTOMO SOCIAL Una vez más, se trata de situarse uno mismo en relación con toda la gente cercana, muerta, viva o simbólica que existe en nosotros y en nuestro corazón. Conozco dos formas de hacerlo. 59
  • 33. ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER Una, que también es la más frecuente, consiste en realizar un dibujo e ir comentándolo. En una hoja de papel, se colocan los diversos elementos del átomo social a más o menos distancia de uno, en función de los sentimientos positivos o negativos que despiertan. Cuanto más alejados estén de nosotros, menos positivos los sentimos. De igual modo, podemos prescindir del papel y materializar estos elementos utilizando fósforos. Esto supone tres ventajas. La primera es que la cantidad de fósforos se limita al contenido de la caja (más o menos treinta elementos en una cajita). Entonces, instintivamente, iremos a lo esencial. La segunda es que hacemos un gesto cada vez que ubicamos algo, lo cual inscribe la palabra en el cuerpo y le da cierta realidad. Por último, los fósforos se pueden cambiar de lugar, con lo cual es posible hacer una reva- luación. ¿Y usted? ¿Cuál es su átomo social? Intente dibujarlo, reflexionando acerca de todo lo que ha ejercido influencia en usted, para bien o para mal. No está obligado a situarse en primer lugar ("Este punto soy yo") y posicionar a los demás 60 EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGÍA .r a E U) co a T E h - 2 O 1 T 2 l 0 21 5 1 1 º -3 „ 1I 1 :V E : : :9 O E as et I)--- ° Ow2 0 w c̀5E2 .8 02!eac O • 2 T o_ < CO 5 ri w d3 . < 22) 1 15 7 Z A iir o 2 ír. Oa co S LE a O 9 < -- á b 4 - c có u) co S O Lu s 91 3 17, w ‘4. > m o t_ O < M o Lu z (2. e 11 o 1 T D i r e 1 UJ 52 171 D -7 0 w LH 0 Lu Do -L 9 • 00: Z 0 ffl LULU . 0 on • „ p . •, Y 11 o Bi • 1 O e _ 1 2 eeii 5 C w ,. 5 OC L_J u) z 1 '5. 1 62• á 6 o 8 O O co w -c -icT) -nl a - S z o < • a e I 1 c75 • 4 E * GUERRA DE 1870 5 61
  • 34. ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER respecto de usted. Perfectamente, puede hacer lo contrario, y primero ubicar a su entorno, para luego situarse usted respecto de él. Y no olvide: hasta una canción puede ser un elemento de su átomo social. 62 7 Las emociones de la memoria Haga su genosociograma
  • 35. El genosociograma es la principal herramien- ta de la psicogenealogía. Se trata de un árbol ge- nealógico que se hace de memoria, en el que se inscriben los acontecimientos importantes de la vida familiar (no sólo los nombres, los nacimien- tos, las bodas, los fallecimientos; no sólo los di- vorcios, las segundas nupcias y las separaciones, sino también el nivel de estudios, los desgarramien- tos y desarraigos, los cambios de vida y de lugar, las personas criadas bajo el mismo techo y que "co- men del mismo plato", es decir, los hijos que son criados, por ejemplo, por una tía, un tío, los abue- los y no por sus verdaderos padres, los vínculos afectivos y los traumatismos), para componer una visión global que, una vez finalizada, produce un impacto emocional liberatorio. 65
  • 36. o" ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER GUÍA DE EVALUACIÓN O DE AUTOEVALUACIÓN DEL ESTRÉS RELATIVO A LOS ACONTECIMIENTOS DE VIDA* Tomado de Thomas H. Holmes y Richard H. Rahe, acutalización 2007, Anne Ancelin Schützen- berger. Estrés debido a la adaptación al cambio (en un año) Me veo afectado por*: Muerte de un hijo o del cónyuge (en caso de matrimonio o relación estable) 100 Divorcio 73 Separación o ruptura conyugal (en caso de matrimonio o relación estable) 65 Período de prisión o reclusión 63 Muerte de un familiar cercano (padre/ madre, hermano/hermana) 63 Herida corporal, enfermedad grave accidente (personal) 53 Casamiento 50 * Véase 'E H. Holmes y R. FI. Rahe, "The Social Readjustment Rating Scale", en jottrnal of the Psyrbosomatie Restará, 1967, vuelto a publicar en The New York Times, 10 de junio de 1973. Holmes y Rahe retomaron los trabajos de Adolphe Meyer en Harvard. **Indicar en la columna vacía su evaluación de ese estrés en particular. 66 EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGÍA Pérdida del empleo (despido, desocupación, cierre del establecimiento) 47 Reconciliación entre cónyuges (en caso de matrimonio o relación estable) 45 Jubilación (voluntaria o forzada) 45 Problemas de salud en la familia o cambio de comportamiento 44 Embarazo 40 Dificultades sexuales 39 Uegadas a la familia (nacimiento, adopción, persona mayor que viene a vivir con usted) g9 Cualquier cambio en el ámbito laboral (fusión de empresas, quiebra, otros) 39 Cambio a nivel financiero (para peor para mejor) 38 Muerte de un amigo cercano 37 Cambio de función profesional 36 Modificación en la cantidad de peleas conyugales (para más o para menos) 35 Hipoteca elevada (más de 200.000 pesos) 31 Embargo sobre hipoteca o préstamo 30 Cambio en las responsabilidades profesionales (promoción, retrogradación, mutación) 29 Un hijo/una hija deja el hogar (casamiento, estudios, profesión) 29 Dificultades con los suegros 29 Un cónyuge comienza o deja de trabaja' 29 Éxito/logros personales excepcionales • 28 Inicio o finalización de los estudios .26 Cambio en las condiciones de vida 25 67
  • 37. ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER Cambio en los hábitos personales (vestimenta, relaciones) 24 Dificultades con el jefe 23 Cambio en el horado o en las condiciones de trabajo 20 Cambio de residencia (mudanza) 20 Cambio de lugar de estudios 20 Cambio en las actMdades de ocio 19 Cambio en las actividades religiosas (o convicciones) 19 Cambio en las actividades sociales (club, cine, relaciones) 18 Hipoteca o préstamo de mediana importancia (menos de 200.000 pesos) 17 Cambio en los hábitos de sueño (para más o para menos) 16 Cambio en la cantidad de encuentros y reuniones familiares 15 Cambio en los hábitos alimentados (aumento/disminución, regímenes, horarios, etc.) 15 Vacaciones 13 Navidad 12 Contravenciones y violaciones menores a la ley 11 Subtotal EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGíA Estrés permanente - Desgaste cotidiano por episodios epetitivos' Molestias importantes y continuas en el vecindario (ruido "infernal", obras) 30 Enfermedad muy grave o persona postrada en la familia, drogadicción u otro cuadro 40 Agresión, robo, violación, control fiscal, consecuencias de huelgas prolongadas o "disturbios" 40 Allegados movilizados o que viven en regiones con riesgo de guerra, turbulencias o violencias de diversa índole 60 Catástrofes con gran cobertura mediática (gripe aviar, agujero de la capa de ozono, 20 catástrofe petrolera, altas temperaturas, etcétera) Subtotal Total general A cada ocasión de estrés, se le asigna un nú- mero de puntos. Multiplique esos puntos por la cantidad de veces que esas ocasiones se presen- taron en su vida en un año. Inscriba los puntos en cada línea que corresponda (en su columna personal, a la derecha de la columna impresa). Calcule el subtotal. * Complemento 2007, Anne Ancelin Schützenbergen 68 69
  • 38. ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGÍA Cada uno puede atribuir un valor propio a los acontecimientos de vida, al esfuerzo de adaptación que le fue necesario y, de esta forma, adaptar los números de Holmes y Rahe. Un total de 200 puntos es una señal de alarma; el 49 por ciento de las personas que sumaron 300 puntos sufrieron en ese año una enfermedad o un accidente. Por ello, habrá que tener cuidado y to- mar medidas para manejar el estrés (sin embargo, recordemos que una de cada dos personas no tuvo nada). UN ÁRBOL HECHO DE MEMORIA Es cierto que el genosociograma se hace de memoria... ¡pero con un teléfono al alcance de la mano! Claro, una vez terminado, se ha de verificar la veracidad de lo dicho y, llegado el caso, tachar de manera visible los errores de la memoria (que son muy importantes): Daré un ejemplo. Estoy segura de haber ido a la tumba de la Virgen cuando era niña, salvo que esa tumba... ¡no existe! ¿Entonces? ¿Qué fue eso? Ya que a mis propios ojos es un "recuerdo" importante. He aquí otro ejemplo. Digo que mi tío prefe- rido murió en julio de 1980, pero descubro que esa fecha es, en realidad, la de la boda de una prima, 70 durante la cual se produjo un escándalo familiar. O bien corresponde al nacimiento de alguien im- portante, pero cuatro generaciones antes, o de un niño que murió al nacer, etcétera. DISPARAR UNA EMOCIÓN El genosociograma dispara una emoción en la gente que lo hace. Se trata de la emoción de la memoria, opuesta a lo que sentiríamos si visitára- mos la propia historia familiar. Por ejemplo, en un museo, podríamos decir, sin emoción: "Miren, mi abuelo fue fusilado durante la guerra"; "Miren, a mi abuela la raparon por colaboracionista". No es más que una "visita de museo", no es un trabajo personal donde nos involucramos. Eso no tiene, pues, ningún valor terapéutico o liberatorio. Lo que no ha sido trabajado aparece, como también aparece lo que no ha sido cerrado —no es fácil hacer el duelo del pasado. Antiguas emociones, que existen desde hace varios siglos y a veces datan de los años de la Ma- zorca y las persecuciones entre unitarios y fede- rales, están arraigadas en el cuerpo y se vuelven a manifestar en una fecha fija. Bruscamente, tenemos calor, frío, ganas de fumar, de ponernos un abrigo, de sonárnos la na- 71
  • 39. rfr ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER riz, de escupir, de llorar; sentimos una subida de la adrenalina o leves escalofríos recorren nuestra columna vertebral. Siempre hay que estar atento a esos signos de emoción. Algo están diciendo. La solución se puede encontrar prestando mu- cha atención a los detalles, ya los detalles "impor- tantes". Ciertos detalles me atraen más que otros, pero no siempre soy capaz de decir por qué. A VECES, MÁS VALE ESTAR ACOMPAÑADO En determinados momentos, uno se siente liberado de algo, como si le hubieran quitado un peso de encima. Uno respira mejor, se mantiene erguido. Aunque trabajemos solos, es preferible que alguien nos acompañe para servirnos de eco o de contención, ya que quizá tengamos miedo de ir solos a ciertos rincones —y entonces, dejamos de buscar, con o sin razón (es cierto que puede haber un núcleo frágil que conviene no tocar)—. Hay límites que debemos cruzar solos. El autoanálisis a veces resulta útil, pero no permite ir tan lejos como el psicoanálisis, junto con un buen profesional. Dicho esto, es conveniente que la persona que lo acompañe no forme parte del círculo de sus EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGfA conocidos o íntimos. Si no, usted corre el riesgo de no soltarse del todo, por miedo a no saber de antemano qué "cadáver" hará salir del placar... ¿Para qué sirve principalmente un genosociograma? Para aclarar la historia familiar y las relaciones entre sus dÑersos miembros. Para entender que la historia no empezó con nuestros padres, sino mucho antes, y, por ende, para lanzarnos en busca de nuestras raíces e identidad. Para revelar lo que ha sido transmtlido de manera transgeneracional: leattades, secretos, repetido- nes, etcétera Para concluir los duelos no hechos. 72 73
  • 40. — "— — MI ÁRBOL GENEALÓGICO (CON MIS HERMANOS) (hennenos y Mamones) GENOSOCIOGRAMA SIMPLIFICADO DEL LINAJE MATERNO DE JEAN-MICHEL LEBOIS Caso clínico citado por Didier Dumas, establecido y reconstituido por Catherine Menard (ASIA') t MarthISM< 30 II) 4sAGPAI Main ........ .................... - (AAGM.MI Macee asar t AIMUSte (SLiCO3) Joselate (AGM9 (2) Augusta 7./ h (AGNS, Én* Una .7 1 (AGAIMI Mane (9") Sanean cuando rece André Ude (2) Nota: 8 ~de sensato es te apela famas ates a ~so. o escarda de la salan Leba. (P) '? Sumo amagó, Jeen-Mcal Nasa deje de habla a te 3 V. Intenta e, tre1115~1) O A A 0 A _ II Raga Argal Hars Macelo t Natal t ~o) (OCtai Edead AAnrké atora Letca nada Lerda,PDC aria doble LetOttn 2 EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOG .IN SCHÜTZENBERGER ,initaasnar A
  • 41. ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGIA Convenciones gráficas El círculo designa a las mujeres; el triángulo o el cuadrado se usan para los hombres. El gráfico se inicia con el sujeto. Hacia arriba se colocan las generaciones anteriores y hacia abajo, las posteriores. En cuanto a la pareja, = doble trazo si hubo casamiento; trazo simple para una unión libre; ---- línea punteada para señalar una relación privile- giada. En caso de matrimonio, = trazo oblicuo para una separación; # doble trazo oblicuo para un divorcio. * individuo dominante e emigrante-emigrado C) problemas psíquicos O homosexual o bisexual O hermanos con 12 a 20 meses de diferencia de edad y tratados como casi gemelos o trillizos O todavía no casado a los 45 años O El círculo indica persona de sexo femenino. A El triángulo indica persona de sexo masculino (los médicos utilizan un cuadrado). O El cuadrado indica que no se conoce el sexo de la persona. El cuadrado punteado representa pérdidas de embarazo o abortos, en caso de que el sexo de la criatura sea desconocido. 76 El triángulo o círculo punteados represen- tan un aborto o pérdidas de embarazo, en caso de que el sexo de la criatura sea conocido. UD El círculo o triángulo dentro de un cuadrado indican la parscria titular del genosociograma. W El doble trazo que une a dos personas re- presenta un matrimonio, 4__Q Un trazo simple representa una unión Ubre. A O Un trazo punteado indica una relación simple. W Un trazo oblicuo significa separación. Un doble trazo oblicuo significa divorcio. Segundas nupcias: se numeran los trazos horizontales según el orden de los casa- mientos (ej.: 1 = primer casamiento). Padres Hijos: el número indica el orden de naci- miento. Aquí, el tercer hijo con vínculo de filiación, al que se agrega una línea pun- teada, es un hijo adoptado. Padres de gemelos. Este signo indica entendimiento entre dos personas. Este signo indica desacuerdo entre dos personas. O t La cruz indica que la persona falleció. Ge- neralmente, la fecha de su muerte se indica al costado, junto con la edad. Las personas que Mien bajo el mismo te- cho están rodeadas de un trazo que las une. 77
  • 42. ANNE ANCELIN SCHOTZENBERGER y)Un trazo oblicuo sobre los vínculos de filiación indica que las relaciones están cortadas. El trazo en zigzag indica conflictos con- yugales. Algunos símbolos que permiten calificar hechos y enfermedades c = casamiento d = divorcio $ = suicidio A = accideinte G = guara K = cáncer E = enfermedades AA = alcoholismo NE = intenupción cardíacas voluntaria del embarazo Dp = depresión ad = adopción lb = tuberculosis PE = pérdida de MN = niNo nacido MB = muerte brutal embarazo muerto P = padre M = madre AAM — abuela materna AM = abuelo materno AAP = abuela paterna AP = abuelo patemo EM = bisabuelo BMA bicahuela materno materna BP = bisabuelo paterno TM = tatarabuela materna EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGÍA ¿CUÁNTO TIEMPO LLEVA HACER EL GENOSOCIOGRAMA? La psicogenealogía exige un poco de tiempo. Como dice el proverbio, de nada sirve tirar de la hierba para hacerla crecer... Al principio, suelo dedicar unas tres horas a "despejar" la historia familiar. En general, es lo que se requiere si queremos encontrar una problemá- tica para profundizar, un "hilo conductor" para seguir, basándonos en el genosociograma. Durante el trabajo, se procede por etapas. Cada una de ellas dura un promedio de 15 minutos. LAS TRES PRIMERAS ETAPAS La primera etapa consiste en determinar su lugar en la hermandad. Al dibujar su hermandad, no olvide dejar sitio para inscribir eventuales casa- mientos, segundas nupcias o concubinatos, ya que pueden haber varios en una vida (la suya, la de sus padres o abuelos). Esté atento a lo positivo y negativo que puede venir de la familia, el médico, la escuela, los seres cercanos, la niñera, en síntesis, el átomo social. También esté atento a los dramas de la época: hijos naturales, hijos encontrados o recibidos en adopción, etcétera. 78 79
  • 43. fr ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER Los prejuicios son huesos duros de roer. Si bien en la actualidad el casamiento duradero de an- taño es, a menudo, una ilusión (debido a la notoria frecuencia de divorcios y concubinatos), no deja de ser el modelo que tenemos en mente. Incluso en caso de divorcio o segundas nupcias, la familia sigue siendo el último recurso cuando apa- recen los líos —y los líos son frecuentes hoy en día. La segunda etapa tiene por objeto consignar su casamiento o concubinato y a sus hijos, o bien a sus padres. En el primer caso, inscribimos los casamientos y las uniones de larga duración, eventualmente los nietos. En el supuesto de bisexualidad u homosexua- lidad, subrayarnos con rojo, pues en la sociedad, si bien las mentalidades por suerte están cambiando, el dato aún constituye un problema para la mayoría de nuestros contemporáneos. Los problemas de infertilidad o de falta de plenitud sexual también deben indicarse, siempre en rojo. En el segundo caso, el de los padres, es impor- tante indicar si la descendencia es fruto de un pri- mer o segundo matrimonio, una relación de larga duración o un "accidente" ocurrido en una fiesta. Muchos hijos son concebidos en época de fiestas y celebraciones colectivas. EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENFALOGÍA El contexto de la concepción es importante, tanto si es dentro del matrimonio corno fuera de él o en el marco de una relación estable. Si hay sucesos como guerras, terremotos, inundaciones, incendios, también hay que mencionarlo. Eventualmente, también se indica un proge- nitor exterior, conocido o desconocido, e incluso hasta una violación. A medida que avanzarnos en el genosociogra- ma, trazamos lazos entre la gente, color rojo, verde, negro o azul (véase la página 87 sobre el sentido y el uso de estos colores). La tercera etapa es la de los abuelos. Como debemos remontarnos en el tiempo, y los usos y las costumbres, así como los motivos de vergüenza u orgullo, varían según las épocas y los países, cabe recordar la noción de nicho ecológico y volver a colocar las cosas en su contexto (véase el capítulo tv). Por ejemplo, haber nacido en la Francia ocupa- da durante la Segunda Guerra Mundial, cuando había escasez de todo, es totalmente distinto de haber nacido en una época de prosperidad y pleno empleo. Después de esto, seguimos retrocediendo en el árbol, de generación en generación. Es asom- broso comprobar que muchas personas llegan así hasta la Revolución Francesa y, más precisamen- 80 81
  • 44. I r ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGL4 Seis preguntas que siempre hay que hacerse ¿Dónde? ¿Quién? ¿Qué? ¿Cómo? ¿Porqué? ¿Quién vive bajo el mismo techo que quién? Si usted carece de información sobre la his- toria de tal o cual miembro de su familia, no pierda las esperanzas, trabaje en torno al "nicho ecológico" (véase el capítulo iv), es decir, a lo que sucedía en aquella época. Aprenderá muchísimas Cosas. 1.3 Compruebe sus hipótesis Si ha elaborado una serie hipótesis, no olvide comprobarlas. Así, no caerá en la trampa de los "falsos recuerdos" y no hará como ese inglés que, 4 cuando llegó a Calais y vio pasar a una pelirroja, afirmó: "Todas las francesas son pelirrojas". Sea preciso al dar una fecha y un día de la se- mana, ya que efectivamente pueden ser relevantes te, a los años del Gran Terror de 1793. Ese año, recordémoslo, fue tan terrible que marcó el país a fuego. LA NOCHE ESTÁ HECHA PARA SOÑAR Es importante estudiar los sueños que tuvimos a raíz de este trabajo y evaluar si son significativos o "elocuentes", pues a menudo aclaran aconteci- mientos pasados y pueden aportar claves mayores. "Secretarios familiares" y `Prinzadas" Ciertas personas son la memoria de la familia, hicieron el árbol genealógico y lo enviaron incluso a primos muy lejanos. Asimismo, muchas familias organizan reuniones llamadas "priinadas", a las cua- les asisten cientos de personas. Algunas familias siguen festejando determinados cumpleaños varios años después de la muerte de la "querida abuela" o del "querido abuelo", hasta que la cantidad de hijos, nietos y bisnietos supera la capacidad de bienvenida de una sola anfitriona. 82 83
  • 45. ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER para poner de manifiesto una repetición (enferme- dades, accidentes, rupturas, etcétera.). Cuando termine, siéntese sobre un almohadón, un puf, una silla o en el suelo, para ver el árbol en su conjunto, de una vez, de abajo hacia arriba, con todas sus tensiones y abarcando siglos de historia. Éste se inscribirá en alguna parte de la zona fron- tal de su cerebro y producirá un efecto liberatorio. 8 La elección del material 84
  • 46. Para hacer el genosociograma, se necesita ma- terial de buena calidad. Podrá parecer fútil, pero, por el contrario, es importante. Es probable que tenga ganas de conservar su genosociograma durante años, para volver a traba- jado y, llegado el caso, completarlo y mostrárselo a sus hijos y nietos. Eso le resultará dificil si utilizó hojas de papel común. Puede suceder que uno tenga ganas de quemar o romper el árbol, o de guardar únicamente una parte, aquella que atañe a un secreto destacable o que sólo resalta los elementos positivos de la historia familiar. Deberá usar marcadores de distintos colores: negro, rojo, verde, azul. Escribirá en rojo los hechos o datos dramáticos y los traumas y secretos de familia. Indicará con un trazo verde los vínculos positi- vos entre la gente, resaltando los más importantes. El negro sirve para representar las tensiones fuertes mediante un zigzag. 87
  • 47. ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER Los colores de los marcadores no están esco- gidos al azar, al contrario, los elijo en función de lo que sugiere el inconsciente simbólicamente. Como un semáforo, el rojo indica detenerse porque hay peligro; el verde, en cambio, permite avanzar. Los momentos importantes van rodeados de otro color —para mí, el violeta. Las hojas que se aconseja usar son Canson de tamaño grande. Consiga una tijera y una cinta adhesiva resis- tente. La cinta debe ser bastante ancha, para poder pegar bien las hojas que se quiera unir. Tendrá que sujetar el genosociograma a algo para trabajar en él. Yo utilizo un rotafolio muy ro- busto, sobre el cual coloco un cartón de gran tama- ño y sujeto las hojas encima, con ganchos. Desde luego, se puede utilizar sencillamente la pared, pero a la larga no me parece muy práctico. El rotafo- lio tiene una leve inclinación, lo cual resulta más agradable, y posee un sistema que le permite subir o bajar. En cambio, la pared, al no moverse, no siempre queda a la altura de nuestro brazo, y eso dificulta la tarea y nos cansa. Pero cada uno hace Jo mejor que puede con los medios que tiene a su disposición. 9 ¿Dónde encontrar la información que está buscando? Agradezco al genealogista Diego Herrera Vegas su generosa contribución a esta obra. Anne Ancelin Shützenberger 88
  • 48. ea... 11111111111111Te. Dónde y cómo realizar una búsqueda genealógica en la Argentina RESUMEN Por Diego Herrera Vegas* La República Argentina posee, desde el punto de vista genealógico, una riqueza de orígenes muy destacada. La mayoría de las sociedades americanas actuales se ha ido conformando sobre la base del aporte de gentes provenientes de todos los países del continente europeo, como así también de Asia, Oriente Medio, Japón, etcétera. A partir del siglo xvi, América es mestiza; los cruzamientos se produjeron entre el español con- * Presidente del Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas y au- tor de Familias argentinas (dos tomos, con Carlos Jáureg-ui Rueda) y El manuscrito de joaquina. San Martín y el secreto de la familia Alvear (con Hugo Chumbita). 91
  • 49. ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGfet quistador y la aborigen americana conquistada. De la misma manera, siglos antes, en la Penín- sula Ibérica se había producido el cruzamiento entre el árabe conquistador y la mujer visigoda o judía conquistada. Y así como los árabes y sus descendientes dominaron la Península durante 781 arios (entre 711 y 1492), los españoles y sus descendientes dominaron América durante 318 arios (entre 1492 y 1810). La intervención de un religioso, fray Bartolomé de las Casas, lo- gró que se prohibiera la utilización del aborigen como mano de obra esclava, por lo que los con- quistadores se vieron obligados a recurrir a otro continente, África, para reemplazar la mano de obra aborigen que la Corona les negaba. Es por esta causa que se produjo la llegada del negro a estas tierras. Las tres razas, representando cada una un continente distinto, van a conformar la amalgama sobre la que se va a originar "el ser americano". Alguna vez dijimos: "La genealogía no puede verse reducida a una cuestión que tenga por objetivo adornarse con oropeles y títulos; sino que debe especificar los lazos de sangre que afianzan a las personas a un determinado territorio, que las co- nectan con un determinado proyecto de vida o de nación. Demostrar eso es mi objetivo como genea- logista, pero también, en el caso de la Argentina, mostrar la importancia que tienen los ancestros en la conformación del ser nacional"*. Rastrear las raíces de las gentes es el trabajo de los genealogistas. Recorrer archivos religiosos y civiles. Buscar testamentos, cartas de dotes, com- pras y ventas, memoriales, expedientes de todo tipo, partidas de bautismo, matrimonio y defunción; en fin, todo lo que contribuya a esclarecer y probar las respectivas filiaciones desde el siglo xvi hasta hoy, tratando de llenar las lagunas producidas por la desaparición de documentos durante las guerras y destrucciones de archivos (tal el caso del Archi- vo de la Curia y los archivos de San Ignacio, San Miguel y San Nicolás, desaparecidos en la quema de iglesias en 1955). Cualquier persona que desee rastrear sus raí- ces, ¿dónde debe buscar? Hay repositorios eclesiás- ticos y civiles. Todo ser humano posee naturaleza y filiación, es decir, nace en un determinado lugar, de un padre y de una madre. Lo primero que debe buscarse entonces es el lugar de nacimiento, y es- tablecido éste, rastrear a los padres. Los censos de población (Archivo General de la Nación y archivos provinciales) nos ayudan a ubi- car en tiempo y espacio a los personajes buscados: " Irene Ch. Bauer, "Adiós a la genealogía vanidosa", en El Arca, N°61, marzo de 2008. 92 93
  • 50. ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGLA edad, profesión, familia, bienes. Una vez situada la persona, podemos hilar más fino y localizar sus partidas de nacimiento y matrimonio, en el Regis- tro Civil si son posteriores a 1886 o en los archivos parroquiales si son anteriores a esa fecha. Si quere- mos averiguar sobre su descendencia, buscaremos su testamento, o su sucesión ab intestato, en el caso de que el individuo no hubiere testado. En el Archivo General de la Nación encontraremos los Protocolos de Escribanos desde el siglo xvi hasta la fecha, y los Expedientes Sucesorios hasta fines del siglo xix. En el edificio de los tribunales ubicado en Avenida de los Inmigrantes 1950, ciudad de Buenos Aires, encontraremos las sucesiones hasta 1975, y las ini- ciadas desde esa fecha en adelante se encuentran en el Palacio de los Tribunales. El mismo sistema es aplicable a las provincias. Los archivos más viejos se encuentran en las ciu- dades de Córdoba, Santa Fe, Tucumán, Salta, La Rioja, Catamarca, Mendoza, San Juan, Corrientes, Entre Ríos, Rosario. En cada una de estas provincias, se han organi- zado también centros de estudios genealógicos. El decano de estas instituciones es el Instituto Argen- tino de Ciencias Genealógicas, fundado en la ciu- dad de Buenos Aires el 10 de noviembre de 1940. El 6 de julio de 1972 se fundó el Centro de Estudios Genealógicos y Heráldicos de Córdoba. El 18 de julio de 1987 se fundó el Centro de Estudios Ge- nealógicos de Tucumán. El 21 de agosto de 1997 se fundó el Centro de Investigaciones Genealógi- cas de Salta. El 7 de octubre de 2002 se fundó el Centro de Estudios Genealógicos e Históricos de Rosario. El 13 de febrero de 2003 se fundó el Cen- tro de Estudios Genealógicos, Históricos y Herál- dicos de Santiago del Estero. En junio de 2003 se publicó la primera revista del Centro de Genealo- gía de Entre Ríos. Posteriormente se han fundado centros de estudios genealógicos en Corrientes, Catamarca y San Juan. Todos estos centros confor- man la Federación Argentina de Centros Genea- lógicos, cuya presidencia es rotativa y dura dos arios. 94 95
  • 51. Bibliografía Libros indispensables* ABRAH_AM, Nicolas y ToRox Maria, L'écorce et le no- yau, 22 ed., París, Flammarion, 1987. (La corteza y el núcleo, Buenos Aires, Amorrortu, 2005). ANCELIN SCHÜTZENBERGER, Anne, Psichogénéalogie. Guérir les blessures familiales et se retrouver soi, París, Payot, 2007. —, ¡Ay, mis ancestros!, Buenos Aires, Taurus, 2008. ANCELIN SCHÜTZENBERGER, Anne y BISSONE JEU- FROY, Evelyne, Salir del duelo. Superar el dolor y reaprender a vivir, Buenos Aires, Taurus, 2008. BASSET, Lytta, Le pouvoir de pardonner, París, Albin Michel, 1999. * El lector deseoso de profundizar su conocimiento puede remi- tirse a la bibliografía mucho más detallada que figura en mi libro Prichogénéalogie, ob cit., pp. 243-269. 97
  • 52. ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER EJERCICIOS PRÁCTICOS DE PSICOGENEALOGÍA BYDLOWSKI, Monique, La dette de vie. Itinéraire psychanalytique de la nzaternité, París, PITE 1997. (La deuda de vida: itinerario psicoanalítico de la maternidad, Madrid, Biblioteca Nueva, 2007). CYRULNIK, Boris, Les vilains petits canards, París, Odile Jacob, 2001. (Los patitos feos, Madrid, Gedisa, 2002). DE GAULEJAC, Vincent, La névrose de classe, 3' ed., París, Hommes et Groupes, 1992. DE MIJOLLA, Alain, Les visiteurs du moi. Fantas- mes d'identification, 2' ed., París, Les Belles Lettres, 2003. (Los visitantes del yo: fantasmas de identificación, Madrid, Tecnipublicaciones, 1986). DOLTO, Franloise, Inconscient et destins, París, Seuil, 1988. (Seminario de psicoanálisis de niños, tomo Inconsciente y destino, 20 edición, México, Siglo xxi, 2000). ERNAUX, Annie, La bote, París, Gallimard, 1997. (La vergüenza, Barcelona, Tusquets, 1999). FORWARD, Susan, Parents toxiques. Comment échapper á leur emprise, París, Stock, 1991. (Padres que odian. La incomprensión familiar: un problema con solución, Barcelona, Grijalbo, 1990). FREUD, Sigmund, Datil et mélancolie (1917), París, Payot, 2011. (Duelo y melancolía, en Ohms com- pletas,vol. xiv, Buenos Aires, Arnorrotu, 9ed., 1996). GRIMBERT, Philippe, Un secret, París, Grasset, 2004. (Un secreto, Barcelona, Tusquets, 2005). HERRERA VEGAS, Diego Jorge y JÁUREGUI RUEDA, Carlos, Familias argentinas, 2 vols., Buenos Aires, Ediciones Callao 1823,2003 y 2006. MILLER, Alice, Notre corps ne ment janzais, París, Flammarion, 2004. (El cuerpo nunca miente, Barcelona, Tusquets, 2007). POE, Edgar Allan, "La lettre volée" (1857), en His- toires extraordinaires, París, Flarnmarion, 2010. (Historias extraordinarias, Barcelona, Edebé, 2011). SHELDRAKE, Rupert, Le septiéme sens,Mónaco, Edi- tions du Rocher, 2004. (El séptimo sentido, Gra- nada, Vesica Piscis, 2008). TISSERON, Serge, Nos secrets de famille, París, Ram- say, 1996. (Nuestros secretos de familia, México, Diana, 2000). VIORST, Judith, Les renoncements- nécessaires.Tout ce qu'il fina abandonner pour devenir adulte, París, Robert Laffont, 1988. El precio de la vida. Las pérdidas necesarias para vivir y crecer, Buenos Aires, Emecé, 1999). 98 99
  • 53. • DE LA AUTORA DE ¡Ay, mis ancestros! A veces, la vida depara situaciones tan difíciles para una familia que esta decide callarlas. Lo que comienza como un secreto familiar se convierte, para las generaciones siguientes, en algo directamente impensable. Sin embargo, la realidad no se puede abolir: ese fantasma innombrado nos acosa, y la estela de su presencia nos hace daño una y otra vez. Ejercicios prácticos de psicogenealogia proporciona las llaves para descubrir esos secretos, aceptarlos y, sin renegar de nuestra historia familiar, elegir nuestra propia vida. La psicogenealogía es una herramienta capaz de ayudarnos a transformar nuestra visión del mundo. En estos ejercicios, la autora transmite de manera sucinta y sencilla lo esencial de esa herramienta y la forma de utilizarla, nos enseña cómo desbrozar - el terreno familiar formulando las preguntas correctas_ y cómo construir el árbol genealógico que nos permitirá develar esos secretos y comprender su impacto en nuestras vidas. •