Este documento describe las muchas formas en que una persona puede seguir creciendo a lo largo de la vida, incluso a los 100 años. Se crece cuando se acepta la realidad y se vive con equilibrio, cuando se mantiene un ideal y fe, y cuando se asume el destino pero se trabaja para mejorarlo. También se crece cuando se valora a uno mismo y a los demás, y cuando se vive con sinceridad, bondad y amor.