Este documento explora si se puede vivir de la tipografía. Aunque el autor pasó 700 horas diseñando tipos y obtuvo 60.000 descargas que le generaron ingresos de 2.300€, concluye que sólo se puede vivir de la tipografía con matices. La tipografía llena el espíritu pero no el estómago. El autor propone un modelo de pago simbólico por uso para que sea más asequible para diseñadores y clientes.