Este documento explora las señales que pueden hablarnos sobre nuestras vidas pasadas, como sentirse familiarizado con lugares desconocidos, tener afinidad por ciertas culturas o idiomas sin explicación, o reconocer a personas a pesar de no haberlas visto antes. También menciona cómo algunos traumas o miedos pueden estar arraigados en experiencias de vidas pasadas. El autor argumenta que la meditación y la observación pueden ayudarnos a descubrir más información sobre nuestras almas a través de las eras.