La seguridad informática protege la confidencialidad, integridad y disponibilidad de la información mediante métodos activos y pasivos. Protege contra amenazas lógicas como virus, troyanos y software malicioso, y amenazas físicas como robos o desastres. Mantiene la autenticidad de los datos asegurando que solo usuarios autorizados puedan acceder y modificar la información de forma segura.