Un ser vivo está compuesto de átomos y moléculas que forman una estructura altamente organizada y compleja que le permite realizar funciones vitales como la nutrición, interacción y reproducción de manera autónoma hasta su muerte. Los seres vivos están formados principalmente por carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, los cuales se combinan para formar biomoléculas y sistemas de comunicación que les permiten relacionarse con su entorno de manera ordenada intercambiando materia y energía.