El documento habla sobre la pérdida de identidad y los problemas que esto puede causar, como el suicidio o compararse con los demás. También menciona cómo Moisés dudaba de su propia identidad y capacidad para liderar al pueblo de Israel, pero Dios lo animó a confiar en él. Finalmente, sugiere que la gente podría llamar a uno "fracasado" u "otras cosas" si ha perdido su identidad.