Este documento es una exhortación a escuchar la voz de Dios y no endurecer el corazón. Repite varias veces la frase "Si hoy escucháis su voz, no endurezcáis el corazón". Insta a alabar a Dios, el Creador, y a postrarse ante Él porque es nuestro Dios y nos guía como un pastor a su rebaño. Advierte que los israelitas en el desierto endurecieron sus corazones y no quisieron seguir los caminos de Dios, por lo que no pudieron entrar en su descanso.

1. SI HOY ESCUCHÁIS SU VOZ
NO ENDUREZCÁIS EL CORAZÓN.
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la roca que nos salva;
Entremos a su presencia
dándole gracias,
aclamándolo
con cantos y salmos.

2. SI HOY ESCUCHÁIS SU VOZ
NO ENDUREZCÁIS EL CORAZÓN.
Porque el Señor es un Dios grande,
más grande que todos los dioses;
suyo es el mar, suya es la tierra,
son suyas las cimas de los montes.

3. SI HOY ESCUCHÁIS SU VOZ
NO ENDUREZCÁIS EL CORAZÓN.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor Creador nuestro.
Porque Él es nuestro Dios
y nosotros su pueblo,
somos su rebaño,
las ovejas que Él conduce.
.

4. SI HOY ESCUCHÁIS SU VOZ
NO ENDUREZCÁIS EL CORAZÓN.
¡Ojalá!, ¡Ojalá escuchéis hoy su voz
y no endurezcáis el corazón!
como en Meriba,
como el día de Masá en el desierto,
donde vuestros padres
dudaron de mí,
aunque habían visto mis obras
me obligaron a hacer su voluntad.

5. SI HOY ESCUCHÁIS SU VOZ
NO ENDUREZCÁIS EL CORAZÓN.
Durante cuarenta años
me disgustó aquella generación.
Y dije:
"Éste es un pueblo
de corazón extraviado,
no quiere conocer mis caminos,
por eso no entrarán en mi descanso."

6. SI HOY ESCUCHÁIS SU VOZ
NO ENDUREZCÁIS EL CORAZÓN.
Durante cuarenta años
me disgustó aquella generación.
Y dije:
"Éste es un pueblo
de corazón extraviado,
no quiere conocer mis caminos,
por eso no entrarán en mi descanso."