1. Felipe V (1700-1746) Fernando VI (1746-1759) Carlos III (1759-1788) Carlos IV (1788-1808) LOS BORBÓN DEL SIGLO XVIII Mª Luisa de Saboya Isabel de Farnesio
Marqués de Esquilache (1741-1785), político español de origen italiano, ministro de Carlos III. Nació en Sicilia e inició su afortunada carrera en Nápoles, como contable de la casa comercial de Berretta. En 1746 el rey de Nápoles Carlos VII (más tarde rey español como Carlos III) le encargó la administración general de la Aduana de Nápoles y en 1753 le promovió a secretario de Hacienda. En 1755 se le concedió el título de marqués de Esquilache y acumuló también las secretarías de Guerra, Marina y Comercio. Cuando Carlos pasó a ocupar el trono español en 1759, también le acompañó Esquilache que fue nombrado secretario de Hacienda. En 1763 se encargó también de la Secretaría de Guerra e interinamente de la de Gracia y Justicia. El 24 de marzo de 1766 el rey Carlos III se vio obligado a cesarle ante la presión del motín que había estallado en Madrid el día anterior (y que de hecho se conoce como motín de Esquilache). Unos días después, Esquilache se dirigió al puerto de Cartagena, donde embarcó para Nápoles. Allí residió hasta que fue nombrado embajador en Venecia, donde el 15 de octubre de 1785 murió.
La fundación de la Real Academia de la Historia fue consecuencia del desarrollo de una tertulia que varios eruditos y hombres ilustrados residentes en Madrid comenzaron a mantener en 1735 en el domicilio de D.Julián Hermosilla, abogado de los Reales Consejos, para platicar sobre asuntos de Historia y discutir algunos puntos oscuros del pasado de nuestra patria. Esta Junta tomó el enfático nombre de "Academia Universal", fijando como objetivo propio las ciencias, las artes y las buenas letras. Trasladado provisionalmente su lugar de reunión a la Biblioteca Real recién creada por Felipe V, la ya reconocida JUNTA fue transformada en REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA por R.O. de dicho monarca de 18 de Abril de 1738. La orden citada sirvió para aprobar los primeros estatutos por los que habría de regirse la nueva corporación, elaborados por la Junta fundacional. En 1744 se refundieron en la Academia los oficios de Cronista, tanto generales como particulares, de nombramiento real, siéndole confirmada la condición de Cronista de Indias por el Rey en 1755. Incautados más tarde por el Estado los bienes culturales de monasterios y establecimientos religiosos, según los decretos desamortizadores del Gobierno Mendizábal en 1835, fueron adjudicados a la Academia gran número de códices, documentos y libros para su instalación en la nueva residencia del Nuevo Rezado obra del arquitecto Villanueva, de la madrileña calle del León nº 21.