El documento discute cómo la Copa Mundial que se celebró en Brasil afectó negativamente a su pueblo, ya que el gobierno gastó demasiado dinero en el evento que podría haberse usado para mejorar la infraestructura y servicios sociales del país. El autor argumenta que después del torneo, Brasil estará en ruinas porque el dinero invertido habría sido mejor utilizado para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos brasileños.