El sistema montañoso secundario de Costa Rica se localiza en la costa Pacífica. Se compone de cerros muy antiguos e independientes en su formación, como el Cerro de Santa Elena y los cerros de la península de Nicoya, que son las tierras más antiguas del país. También incluye el Cerro de Salsipuedes en Puntarenas y la Fila Costera o Brunqueña, un cordón montañoso rico en piedra caliza y hogar de aborígenes.