Establecer prioridades y valorar el trabajo del responsable de formación y coordinadores de actividades. Mantener una buena relación con los equipos directivos y gestionar la actividad de forma seria a través del seguimiento, control de documentación y cierre. Aprovechar la oportunidad de innovar y aprender cada día disfrutando del trabajo, aunque como asesor te alejes de los alumnos, tu trabajo los beneficia.