La célebre Puente del Río Kwaï fue construida por prisioneros de guerra durante la Segunda Guerra Mundial para conectar las líneas de ferrocarril entre Tailandia y Birmania. El puente se hizo famoso por la película homónima de 1957 que narra la historia de su construcción y destrucción por parte de los aliados. Hoy en día, el puente reconstruido es una atracción turística popular en Tailandia.