El documento contiene tres breves pasajes bíblicos. El primero habla sobre Dios respondiendo y brindando protección cuando las personas se encuentran en apuros desde su santuario en Jerusalén. El segundo versa sobre cómo toda palabra de Dios ha pasado la prueba del fuego y Él protege como escudo a quienes buscan su protección. El tercero advierte que quien desobedezca y menosprecie a sus padres merece que los cuervos le saquen los ojos y los buitres se lo coman vivo.