El teatro griego se originó en el siglo VI a. C. en Atenas como parte de los festivales religiosos en honor a Dionisio. Las obras teatrales griegas se presentaban en anfiteatros al aire libre y solían tratar temas mitológicos o históricos, con énfasis en el destino trágico y las pasiones humanas. El teatro griego sentó las bases de la dramaturgia occidental a través de sus convenciones como la tragedia, la comedia y la sátira.