El documento describe el viaje del autor desde Polonia hasta Perú, donde conoció a sacerdotes franciscanos que lo acogieron. Durante una misa en la localidad de Colcabamba, el autor sintió la vocación de servir como sacerdote para esa gente, siguiendo el ejemplo de los mártires Miguel y Zbigniew. El autor siente que Pariacoto es la tierra prometida donde Dios lo llamó a desarrollar plenamente su vocación sacerdotal.