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HOJA DOMINICAL DE CATEQUESIS. DOMINGO 3º DE PASCUA. CICLO A. DIA 30 DE ABRIL DEL 2017
1. HOJA DOMINICAL DE CATEQUESIS
PARROQUIA DE SAN DIEGO
Avda.de San Diego, 61.
28053-Madrid
DOMINGO 3º DE PASCUA. Ciclo A.
Día 30 de abril del 2017
En este domingo, Jesús resucitado se aparece a dos discípulos, que estaban
tristes porque su Señor había muerto. Jesús camina con ellos y les explica
todo lo que sucedió desde la Palabra. Cuando llegaban al pueblo adónde
iban, los discípulos le piden que se quede con ellos. Jesús permanece con
ellos y se reúne entorno a la mesa; tomó el pan y pronunció la bendición;
luego lo partió y se los dio. En ese momento lo reconocen. Regresan y
cuentan a los Apóstoles que Jesús ¡Resucitó!
+ Jesús, como un viajero más, se acerca al camino de los dos discípulos. Ellos
no son capaces de reconocerlo, porque están cerrados, desilusionados,
tristes y ofuscados en sus pensamientos.
+ Los dos discípulos eran personas buenas, pero no habían entendido la
misión que tenía Jesús, que era entregarse por amor para salvarnos.
+ Lo mismo que hizo con los dos hombres, lo hace con cada uno de nosotros.
También nosotros muchas veces no lo vemos, ni lo reconocemos, pero Él
camina junto a nosotros y con nosotros, y nos escucha y nos habla al
corazón.
+ Jesús en cada Eucaristía, nos reúne para alimentarnos con su Pan de Vida.
+ Los dos discípulos, después de encontrarse con Jesús resucitado y de
experimentar el ardor en el corazón, dejan todo y parten en medio de la
noche de vuelta a Jerusalén. Vuelven al lugar de la crucifixión, ya sin miedo y
con esperanza. La cruz se convirtió para ellos en signo de Vida Nueva. Cuando
se encuentran con los demás discípulos les anuncian lo que habían visto
¡Jesús Resucitó!
+ Lectura del santo Evangelio según san Lucas 4, 13-35
Aquel día, el primero de la semana, dos de los discípulos iban a un
pequeño pueblo llamado Emaús, situado a unos diez kilómetros de
Jerusalén. En el camino hablaban sobre lo que había ocurrido.
Mientras conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió
caminando con ellos. Pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran. El
les dijo: «¿Qué comentaban por el camino?»
Ellos se detuvieron, con el semblante triste, y uno de ellos, llamado
Cleofás, le respondió: «¡Tú eres el único forastero en Jerusalén que ignora
lo que pasó en estos días!» «¿Qué cosa?», les preguntó.
Ellos respondieron: «Lo referente a Jesús, el Nazareno, que fue un
profeta poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de todo el
pueblo, y cómo nuestros sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron
para ser condenado a muerte y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que
fuera él quien librara a Israel. Pero a todo esto ya van tres días que
sucedieron estas cosas. Es verdad que algunas mujeres que están con
nosotros nos han desconcertado: ellas fueron de madrugada al sepulcro y
al no hallar el cuerpo de Jesús, volvieron diciendo que se les habían
aparecido unos ángeles, asegurándoles que él está vivo. Algunos de los
nuestros fueron al sepulcro y encontraron todo como las mujeres habían
dicho. Pero a él no lo vieron.»
Jesús les dijo: « ¡Hombres duros de entendimiento, cómo les cuesta
creer todo lo que anunciaron los profetas! ¿No era necesario que el
Mesías soportara esos sufrimientos para entrar en su gloria?» Y
comenzando por Moisés y continuando con todos los profetas, les
interpretó en todas las Escrituras lo que se refería a él.
Cuando llegaron cerca del pueblo adónde iban, Jesús hizo ademán de
seguir adelante. Pero ellos le insistieron: «Quédate con nosotros, porque
ya es tarde y el día se acaba.»
El entró y se quedó con ellos. Y estando a la mesa, tomó el pan y
pronunció la bendición; luego lo partió y se lo dio. Entonces los ojos de los
discípulos se abrieron y lo reconocieron, pero él había desaparecido de su
vista.
En ese mismo momento, se pusieron en camino y regresaron a
Jerusalén. Allí encontraron reunidos a los Once y a los demás que estaban
con ellos, y estos les dijeron: «Es verdad, ¡el Señor ha resucitado y se
apareció a Simón!» . Ellos, por su parte, contaron lo que les había
pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Palabra del Señor.
2. RECURSO PARA EL CATEQUISTA
Torneo los 5 momentos de los “Discípulos de Emaús”
Materiales previos
Cartel, cartulina, afiche, pizarra… con el modelo que se muestra más
abajo.
Dos animadores que presentarán el torneo y lo guiarán para descubrir
los 5 momentos de los “Discípulos de Emaús”.
Cartel
1) _ _ _ _ _ E _ (TRISTES)
2) _ _ M _ _ _ (CAMINA)
3) _ A _ _ _ _ _ (PALABRA)
4) _ _ Ú _ _ (REÚNE)
5) _ _ S _ _ _ _ _ (RESUCITÓ)
Idea general
Presentar los 5 momentos vividos por los discípulos de Emaús, destacando
sobre todo que Jesús siempre camina a nuestro lado.
Desarrollo
Pedir la colaboración de 5 voluntarios para que respondan una pregunta cada
uno. Cada chico tiene 2 oportunidades de respuesta. Si la respuesta que da es
correcta, gana una golosina o un aplauso. Si responde equivocadamente, se
da la oportunidad a otro de los chicos.
Preguntas para descubrir las palabras
1) ¿Cómo estaban, cómo se sentían los discípulos al saber de la muerte de
Jesús? (TRISTES)
2) Jesús se aparece a los discípulos y ¿qué hace a su lado? (CAMINA)
3) Para que los discípulos puedan entender lo que sucedió, ¿qué les explica
Jesús? (PALABRA)
4) Luego, Jesús los …. (REÚNE) tomó el pan y pronunció la bendición, lo partió
y se lo dio.
5) ¿Qué contaron los de Emaús sobre Jesús, cuando regresaron a Jerusalén y
se encontraron con los apóstoles?…. (RESUCITÓ)
EL RINCÓN DEL CATEQUISTA
b) Animar. En el modelo caracterizado por la animación, el formador (o
animador, en este caso) renuncia a comunicar un saber determinado. Su
función se limita a menudo a facilitar la organización y a estar atento a la
autoorganización de las personas y de los grupos en formación. El contenido
toma la forma de un dispositivo de expresión, de organización, de trabajo y
de creación de conocimientos, según los intereses espontáneos de los
mismos individuos en proceso de formación y a partir de sus propias
adquisiciones, experiencias y observaciones. En este modelo, el saber se
refiere ante todo a aquello que haya podido ser adquirido a través de la
experiencia subjetiva, virtualmente ya presente, y que ahora va a pasar por
una etapa de elaboración. La pedagogía de la animación será principalmente
una pedagogía de la expresión.
En esta modalidad, la pedagogía de grupo juega un papel preponderante. El
proceso de formación está constituido fundamentalmente por los
intercambios en el interior del grupo. El animador no interviene en la
definición de los contenidos, facilita su expresión y estructuración sugiriendo
métodos de trabajo o de intercambio. Las personas y los grupos no son
aquí objetos, sino sujetos de la formación. Se valora su autonomía, su
iniciativa, sus motivaciones.
c) Aprender. Finalmente el modelo basado en el aprendizaje sitúa al
educando frente a un saber o a una competencia (un saber-hacer) que, al
menos como punto de partida, el educando todavía desconoce y del cual va a
apropiarse de forma activa; el aprendizaje se centra en las operaciones que
el sujeto en formación deberá efectuar en el campo de un saber dado, con el
objetivo de asumirlo y usarlo de manera creativa. Lo que caracteriza el
aprendizaje es un itinerario de apropiación activa de los saberes o
competencias del sujeto en formación. Así la conciencia de un aprendizaje
asumido por parte del alumno va a influenciarlo realmente.
La situación creada por el modelo basado en el aprendizaje comporta una
triple característica.
En primer lugar, la motivación, es decir, la responsabilidad de la propia
formación y la aceptación de un conjunto de tareas a realizar. La realización
de un proyecto personal será el punto de referencia de los conocimientos
que deberán adquirirse. La acción didáctica consistirá en organizar la
interacción entre un conjunto de documentos u objetos y una tarea a
cumplir.