Toledo, capital de Castilla-La Mancha, se ubica sobre un cerro en un meandro del río Tajo. Es conocida como la ciudad de las tres culturas debido a la convivencia pacífica entre cristianos, musulmanes y judíos durante siglos. Sus calles estrechas y empinadas albergan numerosos monumentos que reflejan esta rica historia, como la sinagoga del Tránsito, la catedral y el Alcázar.