El documento discute la necesidad de una jurisdicción especializada para los conflictos familiares que involucren niños. Esto se debe a que los niños son sujetos de derechos que pueden hacer valer frente a sus padres y terceros. La jurisdicción busca lograr una resolución de conflictos más accesible, imparcial y enfocada en soluciones cooperativas en lugar de adversarias, tomando siempre en cuenta el interés superior del niño.