La auditoría de sistemas se define como la actividad encargada de verificar y juzgar la información y los controles de procesos de instalación de sistemas para minimizar riesgos, aumentar la eficiencia y encontrar un mejor relación costo-beneficio. Dicha auditoria se clasifica en preventiva, correctiva y de optimización, y se debe realizar en 4 fases: estudio preliminar, revisión de controles, examen detallado de áreas críticas y comunicación de resultados.