Julián Pardo comenzó a escuchar voces y conoció a Ana y Graciela. Luego se reunió con Samuel Goldenberg, quien quería hacer negocios turbios. Julián inventó un socio llamado Walter Davis. Cuando los negocios empezaron a fallar, Julián se vio obligado a viajar para encontrar pruebas de Davis, descubriendo al final que era una invención. Atrapado en su mentira, Julián se suicidó.