Los tatuajes se han practicado desde tiempos neolíticos, como se evidencia en una momia de 5,200 años encontrada en los Alpes. Un procedimiento de tatuaje normal incluye esterilización de equipos e higiene, pero si no se toman precauciones puede haber riesgo de infecciones. La eliminación de tatuajes con láser puede ser efectiva pero trae riesgos como cambios de color en la piel o cicatrices, y suele ser costosa.