La mamba negra es la serpiente más venenosa de África, que puede alcanzar los 4,5 metros de largo y se desplaza rápidamente a 16-20 km/h. Es una serpiente territorial y altamente agresiva si se siente amenazada, enseñando su boca negra y silbando de forma amenazadora. Su mordedura inyecta hasta 100 mg de veneno neurotóxico, que puede matar a un hombre adulto con sólo 10-15 mg y paraliza a sus presas.