El documento contrasta las diferencias entre un ángel y un amigo, señalando que mientras un ángel está asignado por Dios para cuidarnos, un amigo nos cuida por amor y comparte nuestros sueños y alegrías. Un ángel observa desde la distancia, mientras que un amigo nos abraza en los momentos difíciles y vive por nosotros. Al final, el documento sugiere que aunque un ángel quiere ser nuestro amigo, un amigo también puede ser nuestro ángel.