1. UNIVERSIDAD POLITÈCNICA SALESIANA
INGENIERÌA AMBIENTAL
GEOLOGÌA
NOMBRE: MAURICIO SANTAMARÌA. FECHA: 08-11-2011.
CURSO: 5to AMBIENTAL. TEMA: CONSULTA.
EDAD DE LAS ROCAS DE LA TIERRA:
En el siglo XX para determinar la edad de la Tierra fueron aplicados diversos tipos de
relojes radiactivos. A título de base de dichas definiciones sirve una suposición
bastante sencilla y evidente de que las rocas terrestres se formaron en la fase
temprana de la existencia de la Tierra, y así, la edad de la Tierra es un poco mayor
que la de las más antiguas de ellas. Por ejemplo, en el trabajo de A. Holmes de la
geocronología de África se dan los valores de la edad absoluta para las rocas,
determinada por diversos métodos. Citemos algunos de ellos: la edad de la galenita en
Rhodesia Meridional fue igual a 2,17 mil millones de años, de la galenita de Transvaal
Occidental, a 2,30 mil millones de años, de la monacita de Rhodesia Meridional, a 2,6
mil millones de años y de la galenita de un lugar de Congo, cerca de 3,3 mil millones
de años. En los últimos años en algunos continentes fueron descubiertos unos
bloques grandes de las rocas más antiguas, cuya edad absoluta supera los 3 mil
millones de años. Por ejemplo, en la URSS, en Ucrania en la región de la ciudad de
Dnepropetrovsk se descubrió una roca, cuya edad es de 3,2 mil millones de años; en
la península de Kola en la región del río Voronia, una roca de una edad absoluta 3,6
mil millones de años. V. P. Mac-Gregor mostró que los granitos del distrito de
Godthaab (Groenlandia Occidental) tienen una edad absoluta de 3,70 a 7,35 mil
millones de años. Hace poco se mostró que la edad absoluta de una de las rocas más
antiguas en Antártica (rocas de Enderby) alcanza los 3,9 ± 0,3 mil millones de años.
La edad de los minerales terrestres más antiguos que conocemos, evidentemente no
dan la edad de la Tierra. Sin embargo, la corteza terrestre no puede ser más joven que
la época de la formación de los minerales cristalizados en una fase determinada de su
desarrollo. De esta manera, la definición de las fechas de los minerales más antiguos
permitió establecer que la edad absoluta de la corteza terrestre supera los 4 mil
millones de años. Al fechar las rocas muy antiguas por el método de uranio-plomo
tiene un gran significado el saber en lo posible con mayor precisión la composición
primaria de isótopos de plomo.
Procedimientos de medición:
Uno de los procedimientos se basa en la medición de la composición de
isótopos de plomo en los minerales muy pobres en uranio y torio. Está claro
que en semejantes minerales la impureza de plomo radiogénico tampoco será
grande.
El otro método para buscar la composición primaria de isótopos de plomo se
basa en el análisis de las muestras, cuya edad se determina por otro método
cualquiera. El saber la edad de la muestra y el contenido de uranio y torio en
ella permite calcular la cantidad de plomo radiogénico acumulado, y la
comparación con el contenido real da la posibilidad de hallar el exceso de
ciertos isótopos. Dicho exceso ofrece precisamente la composición primaria de
2. isótopos de plomo en la muestra dada.
El tercer y el más perfecto método para encontrar la composición primaria del
plomo se fundamenta en la investigación de la composición de isótopo de los
meteoritos. A diferencia de las rocas terrestres los meteoritos antes de caer
sobre la Tierra llevaban mucho tiempo una existencia solitaria que
obstaculizaba su contaminación. En efecto, en los meteoritos férreos las
relaciones de isótopos 207 Pb/ 204 Pb, 206 Pb/ 204 Pb en comparación con las rocas
terrestres tienen valores mínimos. Así, resultó quo para determinar la edad de
la Tierra es cómodo hacer uso de las «piedras celestes».
GEOCRONOLOGÍA
(De geo, Tierra; chronos, tiempo; logos, el verbo, la razón)
Ciencia que estudia las diversas épocas geológicas y su duración, así como el
tiempo de formación de una roca, un ambiente, etc.
Conjunto de métodos que permiten datar formaciones geológicas, formas
topográficas, vestigios de plantas y animales, tejidos antiguos y, en
consecuencia, reconstituir evoluciones paleontológicas.
El estado actual de la Tierra no es sino la sucesión de una serie de acontecimientos
geológicos encadenados en el tiempo. La composición de minerales y rocas, la
orografía del terreno, los estratos sedimentarios y los fósiles animales y vegetales son
documentos históricos del pasado de la Tierra. El geólogo estudia e interpreta la
historia del planeta de una forma similar a como lo hace el arqueólogo con respecto a
los restos de antiguas civilizaciones.La geocronología o geología histórica es la
disciplina científica que se ocupa de la datación, absoluta y relativa, de la Tierra. Su
campo de estudio incluye; además de la duración de los períodos geológicos, la
datación de fósiles animales, vegetales y humanos y de objetos producidos por el
hombre en la prehistoria.
Fundamentos de la geocronología:
Uno de los principios básicos en los que se basa el geólogo para realizar estimaciones
aproximadas sobre el momento en el que sucedió un fenómeno geológico es el
actualismo, que postula la semejanza entre los procesos geológicos ocurridos en
todas las eras, incluyendo la contemporánea.El principio de la superposición de los
estratos permite establecer una cronología relativa, según la cual los estratos
depositados son tanto más antiguos cuanto mayor sea la profundidad a la que se
sitúan dentro de su serie. Para el desarrollo de un estudio geológico histórico riguroso,
es preciso contar con el auxilio de otras ciencias más específicas, como la
estratigrafía, la petrología y la sedimentología, además de otras técnicas analíticas
como la cronología radiactiva, por medio de la cual es posible determinar con
considerable precisión la edad de los minerales y rocas de la corteza terrestre a través
de la evaluación de las proporciones relativas de los isótopos radiactivos
presentes.Mediante la utilización de los distintos métodos es posible situar en el
tiempo los diversos fenómenos geológicos, como las transgresiones y regresiones
marinas o la aparición, evolución y desaparición de las especies animales y vegetales,
etc.
3. Estratigrafía:
Los estudios estratigráficos siguen criterios cronológicos basados en la deposición de
sedimentos producida en distintos períodos. El tiempo necesario para la formación de
un determinado espesor de estratos puede ser muy variable, tanto por la velocidad de
sedimentación, como por las diferentes presiones a las que pueden verse sometidos
con posterioridad, que pueden hacer variar significativamente su grosor, incluso si no
se tiene en cuenta otro tipo de fenómenos naturales, como crecidas de ríos, etc.El
conjunto de características de un determinado estrato, en el que se reflejan las
condiciones relativas a su sedimentación, se denomina facies estratigráfica. En ella
hay que considerar por una parte el conjunto de caracteres petrográficos o litofacies, y
por la otra el conjunto de caracteres paleontológicos o biofacies. De la interpretación
simultánea de ambos tipos de características puede llegarse a significativas
conclusiones sobre las condiciones ambientales existentes en el momento en el que
se formó el estrato.Las facies se clasifican en dos grupos principales: las marinas y las
continentales. En las primeras influye más que ningún otro factor la profundidad a la
que se formó el estrato, siendo la litoral la más próxima a la superficie y la abisal la
más profunda. En las continentales, en cambio, cabe tener en cuenta consideraciones
relativas al clima existente en el momento de la formación del estrato. En cada época
los sedimentos pueden haberse depositado en ambientes muy diversos, y por ello
pueden considerarse sincrónicas facies de características muy diferentes, de la misma
manera que en una época pueden darse condiciones ambientales similares a las de
otras.
La correlación estratigráfica:
La identificación de los diferentes estratos es el problema básico de la estratigrafía, y
por tanto de la geología histórica, que debe establecer su correlación. Es importante,
pues, establecer relaciones temporales entre varios estratos de una misma serie, así
como determinar en columnas de terrenos diferentes los estratos contemporáneos.Dos
son los criterios que se emplean para llevar a cabo esta tarea: el petrográfico y el
paleontológico. El criterio petrográfico se basa en el estudio de la roca, tanto de su
composición química como de su cristalización, alteración y fractura. Tras este estudio
se determinan los llamados horizontes guía, que sirven de referencia para posteriores
estimaciones y comparaciones con otras series.El criterio paleontológico toma a los
fósiles presentes en el estrato como referencia para determinar la secuencia de la
estratificación. Por lo general es un criterio más seguro que el anterior, aunque
requiere un conocimiento más amplio y descriptivo, mientras que el petrográfico puede
reducirse a unas técnicas de análisis fácilmente sistematizables.
Cronometría:
El conocimiento de la edad de la Tierra se lleva a cabo mediante diversos métodos
que revelan el momento de formación de los estratos geológicos a partir de sus
características físicas.El estudio de la propagación de las ondas sísmicas en la
superficie terrestre y la determinación de la electricidad y de las propiedades
electromagnéticas de las rocas se complementa con la radiometría. Los métodos de
análisis radiométrico, basado en las radiaciones nucleares de algunos minerales,
permiten establecer una cronología absoluta, independientemente de la velocidad de
sedimentación de los estratos, ya que para su elaboración no se tiene en cuenta el
grosor de los estratos, ni tan siquiera su disposición relativa, sino tan solo el momento
estimado de su deposición.Entre los métodos radiométricos figuran el del potasio-
argón (tiempo que tardan los átomos del potasio en transformarse en argón: 1.470
millones de años); el del uranio-plomo (4.500 millones de años); el del rubidio-
4. estroncio (47-50 millones); y el del carbono 14, que permite datar materiales orgánicos
de hasta cincuenta mil años de antigüedad.
El origen y evolución geológica de la Tierra:
Uno de los principales problemas de las ciencias naturales es la determinación
fundamentada y precisa del origen del planeta Tierra. A lo largo de la historia se han
formulado distintas hipótesis filosóficas y científicas a este respecto.En general, se
acepta que la Tierra pasó por una etapa de incandescencia, en la que la atmósfera
estaría compuesta de vapores y gases muy calientes desprendidos de la masa
fundida. Debieron pasar muchos millones de años para que el aspecto de la superficie
terrestre fuese similar al actual. Modernos métodos de análisis cronológicos basados
en la radiactividad han determinado que algunas rocas de la península escandinava
tendrían unos 3.700 millones de años, aunque no se descarta el que puedan
encontrarse otras más antiguas. A partir de entonces se sucedieron las eras
geológicas, desde la arcaica hasta la cuaternaria, en la que el hombre hizo su
aparición sobre la Tierra.
Escala geológica:
Los principales intervalos de tiempo en que se divide la edad de la Tierra se
denominan eras. Universalmente se aceptan las cuatro eras siguientes: precámbrica,
paleozoica o primaria, mesozoica o secundaria, terciaria y cuaternaria. En las primeras
eras aparecieron sobre la faz de la Tierra las formas iniciales de vida, que
posteriormente fueron evolucionando hasta la aparición del hombre. Así, en la
paleozoica surgieron los anfibios, los reptiles y los insectos, y en la mesozoica los
mamíferos y las aves.
La última era, la cuaternaria, se distingue por la aparición del ser humano.
Las eras se dividen en períodos. La terciaria y la cuaternaria, designadas como
períodos según algunas clasificaciones, forman parte de un período o era mayor
conocido como cenozoico.Los nombres de los sistemas o períodos geológicos tienen
un origen diverso. Muchos de ellos provienen del punto geográfico donde primero se
encontraron y estudiaron depósitos procedentes de esa edad. Un ejemplo de ello es el
pérmico, que se debe a las rocas descubiertas en la provincia de Perm, en la Unión
Soviética.Al comparar la duración de las distintas eras se aprecia con claridad una
progresiva disminución en su duración. Esto se debe a que los restos de los
organismos encontrados en los depósitos fosilizados permiten desarrollar una división
tanto más detallada cuanto más reciente sea su origen.
La geocronología se divide en:
- Absoluta: permite atribuir una edad concreta a un material.
- Relativa: se utiliza para comparar dos o más procesos y ordenarlos por su
antigüedad.
EJEMPLOS:
Absoluta: Si una de las huellas ha pisado un periódico que es de ese día,
podremos situar la huella en ese mismo día, y las rizaduras poco tiempo antes.
5. Relativa: Cuando paseamos por una playa, vamos dejando huellas sobre las
rizaduras de la arena. Si alguien pasa detrás de nosotros sabrá que primero se
hicieron las rizaduras y luego las huellas; desconocerá en qué momento exacto
sucedieron ambos hechos, pero sí sabrá cuál sucedió antes y cuál después
La radiactividad (geocronología absoluta):
• La radiactividad se produce en la desintegración de los núcleos de átomos
inestables como el uranio.
En estas desintegraciones, el átomo inicial se transforma en otro átomo de un
elemento diferente. Esa transformación se ajusta a la misma ley:
La desintegración de la mitad de los átomos radiactivos que hay en una muestra se
produce en un periodo fijo de tiempo, llamado periodo de semidesintegración o periodo
de vida media.
Tabla con algunos elementos radiactivos y el elemento resultante en el que se transforman tras su desintegración.
Junto a ellos, su periodo de vida media.(datación radiométrica*)
La datación radiométrica:
• La datación radiométrica calcula la edad de un material, basándose en sus
porcentajes de elemento inicial y elemento resultante de una desintregración.
6. Principios de la superposición de los estratos( geocronología relativa):
• Las capas de sedimentos depositadas en una cuenca sedimentaria se
acumulan de forma que las más recientes recubren a las más antiguas.
• La superposición normal de los estratos puede verse alterada por los procesos
tectónicos, como el plegamiento o la fracturación de las series sedimentarias.
MÉTODOS DE DATACIÓN ABSOLUTA:
La datación absoluta es aquella que nos proporciona edades numéricas. Existen
diversos métodos para la datación absoluta: medidas radiométricas, de ritmos
biológicos, de ritmos sedimentarios y magnetoestratigrafía.
Medidas radiométricas:
La radiactividad consiste en átomos inestables que se descomponen
espontáneamente emitiendo partículas, ondas y calor. En 1907 Rutherford sugirió la
posibilidad de datar minerales mediante la radiactividad, calculando la proporción entre
la cantidad residual de elementos radiactivos (o elementos padres o primarios) y las de
sustancias derivadas (o elementos hijos o radiogénicos). Por ejemplo, una roca, en su
formación, poseía un 100% de U 238 , éste sería el elemento radiactivo o elemento
padre que es inestable. Tras 4.510 × 10 6 años (vida media o período de
semidesintegración) obtendríamos en esa roca un 50% de U-238 y un 50% de Pb-206
que sería el elemento radiogénico o hijo estable.
Métodos de ritmos biológicos:
El más común es la Dendrocronología, se basa en el estudio de los anillos de
crecimiento de los árboles. Cada año los árboles añaden a su tronco un anillo
compuesto de una parte clara y otra oscura, cuyo grosor depende de clima durante el
período de crecimiento. Contando los anillos de un tronco vivo a partir de su corteza se
llega a conocer su edad con una precisión de un año. Como cada año se producen en
cada región de igual clima anillos con un grosor característico, los anillos internos (más
antiguos) de un árbol sirven para datar anillos exteriores de otros árboles más viejos.
Encadenando las dataciones, se ha llegado a obtener una secuencia continua de
7.240 años. Además son indicadores climáticos, ya que permiten un registro fiel de
las variaciones de pluviosidad en diferentes regiones, incluso pueden registrar
indirectamente otros acontecimientos que influyan en el clima, como las grandes
erupciones volcánicas.
7. Métodos de ritmos sedimentarios:
Las varvas son pares de estratos producidos anualmente en relación con los cambios
estacionales. Se producen en lagos de frente glaciar y constan de un estrato claro,
limoso o arenoso, y otro arcilloso oscuro. La sedimentación clara se produce entre
primavera y otoño, cuando hay más aportes exteriores en el lago, y las arcillas en
invierno, cuando el lago se hiela y sólo se depositan las arcillas en suspensión,
incluyendo materia orgánica que no puede ser oxidada. Las variaciones climáticas
producen varvas más o menos gruesas, en una secuencia específica para cada
región. Una vez que se ha logrado averiguar la edad de una varva, y mediante
correlaciones, se puede definir con mucha precisión la historia de los retrocesos y
avances glaciares en una región, así como su climatología. En Escandinavia se ha
hallado un cronología que se remonta 8.800 años.
Magnetoestratigrafía:
Las inversiones de polaridad del campo magnético terrestre son universales y
geológicamente instantáneas siendo la duración media de las inversiones de 5.000
años aproximadamente. Por esta razón pueden servir como elementos de datación.
En teoría, el método es muy simple: basta con datar las rocas inmediatas a una
inversión. Cada vez que consigamos localizar ésta en cualquier otro punto sabremos
cuál es la edad de las rocas adyacentes, y de esta forma se construye una escala
magnetoestratigráfica con apoyo cronológico.
La unidad básica se llama cron de polaridad, que es un intervalo de tiempo superior a
los 100.000 años y de polaridad homogénea. Los subcrones son unidades del orden
de 10.000-100.000 años y de polaridad opuesta a los crones en los que están
incluidas. A los subcrones muy cortos se les llama excursiones.
MÉTODOS DE DATACIÓN RELATIVA:
Método bioestratigráfico:
Fue el método más corriente a mitad del siglo XIX. Se basa en la idea de que
formaciones geológicas que se suceden en el tiempo tienen diferentes fósiles. La zona
es la unidad bioestratigráfica y se define como los estratos que contienen un
conjunto constante y exclusivo de especies fósiles que los distingue de los estratos
inferiores y superiores. Mediante la comparación de unas zonas con otras sabemos la
edad que queremos.
Métodos de relaciones estructurales:
Consiste en identificar en el tiempo todo un conjunto de sucesos referidos a unos
estratos.