El anuncio publicitario no incluye elementos habituales como mujeres guapas, mascotas, bebés o celebridades, sino que es totalmente blanco para transmitir un mensaje sobre la paz. El anuncio promueve la paz como un producto que todos necesitan pero que no puede comprarse, instando a las personas a utilizar la paz que llevan dentro y a propagarla en su vida diaria y en las interacciones con los demás, ya que entre más se use la paz, más paz habrá para todos.