2. ¿Qué es una
brújula?
La brújula es un instrumento que sirve para
orientarse y que su fundamento está basado
principalmente en la propiedad de las agujas
magnetizadas. A través de una aguja imantada
se señala el norte magnético, el cual es
ligeramente diferente en cada zona del
planeta. También es diferente al norte
geográfico.
La aguja imantada indica la dirección del
campo magnético terrestre, apuntando hacia
el polo norte y polo sur. Como nota curiosa,
hay que decir que solo hay dos zonas del
mundo donde no es útil, en los polos. La razón
es la convergencia de las líneas de fuerza que
tiene el campo magnético terrestre.
3. Partes de una
Brújula
Se descompone en dos partes principales:
• Soporte o carcasa que, al desplegar, nos indica la dirección que debemos tomar.
• Una cápsula estanca graduada que contiene la aguja magnética.
Esta brújula está especialmente diseñada para marcar rumbos a puntos distantes y seguir la
dirección minimizando el error. Si queremos conocer el rumbo para llegar a un punto visible del
terreno (un pico, por ejemplo) tan solo tenemos que apuntar con la brújula hacia nuestro
destino y leer los grados marcados por la línea de dirección. Estas brújulas son más aptas, por
tanto, para la navegación sobre el terreno y no para su uso en conjunto con mapas
cartográficos.
Para facilitar esta labor, la tapa de la brújula viene con una apertura que está recorrida
longitudinalmente por un fino alambre, conocido como pelo de azimut (ver primera imagen del
artículo). También, el soporte de la lente viene con una muesca vertical. Y para obtener la
mayor precisión a la hora de conocer nuestro rumbo, basta con hacer coincidir estos tres
elementos: el lugar al que nos dirigimos o del cual queremos conocer su rumbo, el pelo de
azimut, y la muesca de la tapa de la lente. En este momento debemos tener mucho cuidado
para mantener la brújula horizontalmente y esperar a que la aguja magnética se estabilice
correctamente. Cualquier movimiento o inclinación darían como resultado una medición
errónea del rumbo.
Por último, tan solo nos queda leer los grados de la circunferencia bajo la línea de dirección
pintada sobre el cristal que cubre la aguja magnética. Para facilitar esta lectura, estas brújulas
vienen con una pequeña lente (que incorpora la muesca de la que hablábamos anteriormente)
para que, al tirar la visual, nos permita leer cómodamente los grados bajo la línea de dirección.
Finalizado este proceso ya conoceremos el rumbo que tenemos que seguir para alcanzar
nuestro destino, que nos será de gran utilidad cuando lo perdamos de vista temporalmente, ya
sea porque quede oculto por algún tipo de accidente geográfico, bosque,... o por pérdida de
visibilidad debido a la niebla, entre otros factores. Si esto ocurriera, basta con sacar la brújula,
sujetarla horizontalmente sobre la mano, y girar con ella todo el cuerpo hasta que la
circunferencia graduada marque bajo la línea de dirección el rumbo memorizado.
4. Partes de una
brújula cartográfica
• Base o plataforma: Se trata de la parte que sostiene la estructura interna de la brújula.
Como acabamos de señalar, es transparente para apoyarla sobre los mapas cartográficos y
poder interactuar con ellos. Por lo general, la base es de material plástico para que no
interfiera con el mecanismo magnético de la brújula.
• Limbo o anillo giratorio (parte móvil): Es el anillo giratorio que hay sobre la base y que
alberga la aguja imantada. No deja de ser un transportador de ángulos, pues consiste en
una circunferencia de 360º que indica los cuatro puntos cardinales sobre él, donde los 0º o
360º indican el norte.
• Aguja (parte móvil): Se trata de una flecha imantada que permite justamente que el imán
realice su trabajo de orientación al ser atraída por el campo magnético terrestre.
La aguja se sitúa dentro del limbo para que pueda oscilar libremente dentro de ella. Su
parte roja suele apuntar al norte y la parte opuesta al sur.
• Flecha de norte y líneas norte-sur (parte móvil): Se trata del dibujo de una flecha y otras
líneas paralelas con orientación norte-sur impresas sobre la base del limbo (por tanto, giran
junto al anillo). La flecha central, generalmente más gruesa que las demás, tiene una parte
roja que indica el norte. Nos permiten orientar la brújula con el norte del mapa, por lo
que son muy útiles para marcar el rumbo.
• Flecha de dirección o del sentido de la marcha (parte inmóvil): Se trata de una flecha fija
impresa sobre la base de la brújula (no sobre el anillo giratorio). Nos indica la dirección de
nuestra marcha y sirve para mantener un rumbo dado. Igualmente, nos ayuda a no invertir
por despiste la brújula y seguir erróneamente una dirección 180º contraria a nuestro
rumbo. Al igual que las demás, la parte roja suele indicar el norte.
5. Diferencias
entre norte
magnético y
norte
verdadero
Es muy importante conocer cuál es la diferencia entre
el norte magnético y el norte verdadero. Puede parecer
algo extraño que haya dos clases de norte. No te
preocupes, la diferencia es muy sencilla de entender y
es muy importante tenerla en cuenta para ganar en
precisión.
• El norte magnético es aquel que se refiere a la
inclinación del campo magnético. Se sitúa próximo
a 11 grados de la inclinación del eje de la Tierra. La
diferencia que puede haber entre el norte magnético
y el verdadero puede ser hasta de 20 grados en
algunos lugares de la Tierra. Por ello, es algo que
debes tener en cuenta para tener una lectura más
exacta de la brújula.
• El norte verdadero es el punto donde las líneas
longitudinales se juntan en el Polo Norte. En todo el
mundo los mapas tienen la misma disposición, es
decir, el Polo norte en la parte superior del mapa.
Otro punto muy importante es que a causa de
diferentes variaciones dentro del campo magnético de
la Tierra, la brújula no apunta al norte verdadero, sino
al norte magnético.
6. ¿Cómo usar
la brújula
sobre un
mapa?
En caso de querer utilizar la brújula sobre un mapa,
debemos colocarla con la flecha de dirección señalando
hacia el punto de destino. Giraremos la cápsula hasta que
la N del limbo esté apuntando hacia el norte del mapa.
Debemos comprobar que las líneas de norte y sur del limbo
queden en paralelo con los meridianos del mapa.
Hay que mantener la brújula delante de nosotros, en
horizontal, siempre sobre una superficie equilibrada y
plana. Hay que girar hasta que la punta roja de la flecha
apunte hacia la N del libro de la brújula. Es entonces
cuando la flecha de dirección señalará con una gran
exactitud el punto de destino. Ahora hay que alzar la vista,
tomar un punto de referencia y desplazarnos hacia ese
punto. Para asegurarnos de llegar, hay que repetir el mismo
procedimiento hasta llegar al destino.
En un principio puede parecer algo compleja de utilizar
pero es más sencillo de lo que parece. Por eso, es tan
importante conocer cuáles son sus partes principales. Con
ello, ya se podrán seguir los consejos para llegar al sitio
deseado. Si todo se hace bien, la brújula tiene un 99,9% de
efectividad, por lo que a falta de GPS es una herramienta
de gran utilidad en cualquier punto del mundo en el que te
encuentres.
7. Practica
Vamos a crear una brújula casera y estudiaremos los principios físicos que la hacen
funcionar.
Para construir tu propia brújula, necesitas:
Un recipiente circular y transparente, Una aguja de tejer, Un corcho, Un cúter, Un imán
y por último, una brújula comercial.
¿Cómo funciona una brújula?
Hay dos razones por las que sucede este fenómeno.
La primera es que nuestro planeta genera su propio campo magnético.
Esto significa que la Tierra es como un gran imán con dos polos magnéticos: norte y
sur. El campo magnético terrestre es generado por la rotación de su núcleo externo, el
cual está hecho de hierro líquido y se encuentra girando. Los electrones de este núcleo
están girando también, y forman una corriente eléctrica en circuito. Por la ley de
Ampere, esta corriente genera un campo magnético asociado. Por la ley de Faraday, la
variación de ese campo magnético induce un campo eléctrico, el cual provoca que las
cargas sigan girando. Lo increíble es que el polo sur magnético de la Tierra se
encuentra en el norte del planeta, y el polo norte magnético se encuentra al sur. O sea,
están invertidos respecto a nuestras direcciones espaciales. Pero esta razón no es
suficiente para que la aguja apunte hacia el norte.
La segunda es que el metal de la aguja está compuesto por miles de millones de
átomos. Y cada uno de estos átomos funciona como un minúsculo imán. Tienen un
polo norte y un polo sur magnéticos. Por lo que son llamados dipolos magnéticos.
Normalmente, estos dipolos se encuentran en desorden. O sea, el polo norte y el polo
sur de cada dipolo apuntan hacia cualquier dirección al azar. Pero cuando un campo
magnético fuerte, como el del imán de neodimio, entra en contacto con la punta de la
aguja, sus dipolos se alinean hacia el imán. Si acercamos el polo sur del imán, atraerá
los polos norte de la aguja. Si acercamos el polo norte del imán, atraerá los polos sur.
De acuerdo con las leyes de atracción magnética. Y sabemos que en el norte de la
Tierra está el polo sur magnético; así que conviene acercar el polo sur del imán a la
aguja, para que los dipolos magnéticos de la aguja siempre busquen un polo sur
magnético. Cuando alejamos el imán, la aguja buscará el polo sur más fuerte que la
atraiga, y será exactamente el de nuestro planeta... o sea, ¡la dirección norte!
Por último, seguramente te preguntaste: ¿Cómo puedo saber cuál es el polo norte y
sur magnético de un imán para acercarlo correctamente a la aguja? Sólo tienes que
acercar la brújula comercial al imán: si la punta blanca es atraída, acercaste el polo sur.
Y si la punta roja es atraída, es el polo norte de tu imán.