El autor pasó el verano en un crucero con su padre, tía abuela y primo Marcos de 12 años. Casi todos los días iba a la piscina salada y luego a cenar antes de ver espectáculos graciosos. Su camarote tenía dos literas donde dormía con su primo. Visitó Francia, Italia y Roma, y lo que más le gustó fue pasar tiempo con sus amigas que también estaban en el crucero. Lo que menos le gustó fue tener que irse y lo mal que se llevó con su primo.