Tras la llegada de los españoles a la capital azteca para una celebración, Cortés tuvo que abandonarla debido a que el gobernador de Cuba quería arrestarlo por no tener permiso para conquistar; los españoles asustados mataron a algunos aztecas y estos se sublevaron, comenzando también una epidemia de viruela; los españoles huyeron de la capital y fueron perseguidos hasta refugiarse en Tlatelolco, donde resistieron el sitio azteca usando armas y catapultas hasta la rendición del emperador az