Vivir es saber aceptarse a uno mismo y a los demás, superar los miedos y disfrutar de los pequeños placeres de la vida como comer cuando se tiene hambre, caminar por la playa, reír y llorar libremente. También es saber compartir con los seres queridos, aceptar tanto los buenos como los malos momentos, y vivir cada día sin arrepentimientos.