El documento analiza por qué las personas sufren. Explica que no sufrimos por las cosas vividas, sino por las cosas que fueron soñadas pero no se cumplieron, como las ciudades que hubiéramos querido visitar con un amor o los hijos que hubiéramos querido tener. También sufrimos por los momentos perdidos con seres queridos y por el futuro que se nos está negando. Finalmente, concluye que el dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional y depende de nosotros.