El documento habla sobre la arquitecta Zaha Hadid y su filosofía de diseño. Ella cree que no hay razón para limitarse a una sola perspectiva y que el uso obsesivo de proyecciones isométricas y perspectivas la llevaron a la idea de que el espacio mismo podría ser deformado y distorsionado para ganar dinamismo y complejidad sin perder coherencia y continuidad. A pesar de su naturaleza abstracta, su trabajo siempre se dirige a la realidad arquitectónica y la vida real.