1. Unidad Educativa Mayor “Ambato”
Investigación Para la Ciencia y La Tecnología.
Tema:cClaraImmerwahry Fritz haber amantes de la Química
Licenciada: Rosita Salas
Integrantes:
Pamela Moposita
Gissela Padilla
Adriana Paredes
Michelle Paredes
Sexto Bachillerato General Unificado
Paralelo: “4”
2. CONCEPTOS DE QUÍMICA
Se denomina química (palabra que podría provenir
del árabe kēme. que significa 'tierra') a la ciencia que estudia tanto
la composición, estructura y propiedades de la materia como los
cambios que ésta experimenta durante las reacciones químicas y
su relación con la energía.
Se define como la ciencia que estudia las sustancias, su estructura (tipos y formas de
acomodo de los átomos), sus propiedades y las reacciones que las transforman en
otras substancias. Además se conoce como una rama de las ciencias físicas
estrechamente relacionada con físicas y que trata esencialmente de la composición y
el comportamiento de la naturaleza
(Linus Pauling)
La química es la ciencia experimental que estudia los fenómenos químicos,
entendiéndose por tales, las modificaciones que sufren los cuerpos en su naturaleza o
modo de ser. Se diferencian los fenómenos químicos de los físicos, pues en estos
últimos no hay variación en la materia.
DEFINICIÓN DE QUÍMICA
La Química es una ciencia experimental que se encarga del estudio, composición, estructura,
propiedades, reacciones de la materia y compuestos químicos que forman parte de nuestro
medio. Por ejemplo, la reflexión de la luz es un fenómeno físico, pues la luz no sufre
modificaciones, es un fenómeno químico la oxidación del hierro, que se convierte en óxido de
hierro.
3. TEMA: CLARA Y FRITZ HABER AMANTES DE LA QUIMICA
Fritz Haber era un investigador judío que consigue descubrir el proceso de
conseguir amoníaco industrialmente o algo así. De una parte, suponía
elaborar fertilizantes a una escala tal que, se puede decir, Haber salvó y
aún salva la vida de cientos de millones de personas. Si Haber se hubiera
detenido aquí sería uno de los grandes prohombres de la historia y,
seguramente, la historia le hubiera perdonado el que, durante la Primera
Guerra Mundial, el proceso de Haber se utilizara para la fabricación de
explosivos.
Sin embargo, Fritz Haber vivió para ver la Primera Guerra Mundial y no se contentó con firmar
manifiestos por la cultura alemana o encerrarse en la torre de marfil de alguna universidad.
Imbuido de un profundo sentimiento de patriotismo, decidió que debía intentar poner su
conocimiento al servicio de las necesidades militares de su país y comenzó a estudiar como
utilizar la química para que Alemania ganara la guerra. Pronto consiguió desarrollar unos
mecanismos que se pusieron a prueba por primera vez en enero de 1915 en el frente ruso
pero que fracasaron debido a las bajas temperaturas. Haber ya contaba con ello y se las
arregló para conseguir que su invento fuera probado en el frente occidental.
Haber parece que no tenía demasiada duda ética sobre lo que hacía. Consideraba que la
muerte es la muerte y que, si uno va a acabar muerto, lo de menos es el cómo. Sin embargo,
su esposa, Clara Immerwahr, sí que estaba horrorizada por lo que estaba sucediendo. Ella
misma tenía una formación química impecable pero debido a los roles de la época -que sólo
permitían una Marie Curie sobre la tierra- hizo que su colaboración en los esfuerzos científicos
de su marido nunca fueran reconocidos.
En 1918 Haber recibe el Premio Nobel de Química por la sintonización del amoníaco de la que
hablamos antes. Pero, claro, estas cosas tienen su repercusión. No me imagino que razones
impulsaron a los miembros de la academia sueca a darle el Premio Nobel al inventor de los
gases como arma pero si querían crear polémica, lo consiguieron. Hasta 1920 Haber no pudo
recoger su premio.
Tras la guerra Haber se volvió a casar y, escandalizado con las condiciones del Tratado de
Versalles, se enfrascó en unas investigaciones para conseguir obtener oro del agua del mar y
que permitiera a Alemania pagar las reparaciones de guerra rápidamente. Fracasó.
En 1933 el destino le jugó una última y definitiva mala pasada. Hitler subía al poder. Para un
alemán autoritario como Haber no debía ser mayor problema sino fuera, ay, por su condición
de judío. Convertirse al cristianismo no le sirvió de nada. Haber tuvo que abandonar Alemania
y, por momentos, meditó marchar a Palestina. Al año siguiente moría en Suiza de un ataque al
corazón.
4. CLARA IMMERWAHR Y EL VENENO DE DIOS
En 1915, la idea de una Mitteleuropa germánica prendía con fuerza; las tropas del káiser
desfilaban ante las multitudes enfervorizadas, los generales a caballo soñaban con una estatua
en la plaza y un famoso químico probaba su gas venenoso en la Segunda Batalla de
Ypres. La Guerra Química había comenzado oficialmente, (2) tenía un padre llamado Fritz
Haber y también, una adversaria de fuste: Clara Immerwahr.
Mientras los comandantes alemanes criticaban en voz baja el uso de cloro gaseoso contra las
trincheras enemigas, la esposa de Haber desafiaba en solitario a su poderoso marido y a todo
el imperio. Su posición en contra de la utilización de armas químicas, a las que llamó
"perversión de la ciencia", le valió el estatus de paria en la sociedad alemana y traidora a la
patria por parte de Haber.
Clara Immerwahr, primera mujer en Alemania doctorada Magna Cum Laude en química y Fritz
Haber, futuro premio Nobel, tuvieron una contienda desigual y como en los viejos y arcanos
tiempos... ¿fue Samael, Veneno de Dios y Ángel de la Muerte (3) quien ganó la batalla?
Clara no quería casarse. La sola mención de la palabra “matrimonio” le revolvía
los astrocitos en su cerebro. Era y se sabía muy buena en las ciencias naturales y estaba
empecinada en graduarse como química, al igual que su padre. En 1896 las cosas no eran
fáciles y en un principio tuvo que conformarse con asistir a la universidad de Breslau como
visitante, única posibilidad para su sexo. Después de mucha pelea, logró que le dieran permiso
para tomar el examen de calificación y accedió al programa de doctorado. ¡Albricias! El 12 de
diciembre de 1900 Clara Immerwahr se graduó Magna Cum Laude con un PH.D. En química y
se convirtió en la primera mujer en recibir este título en una universidad alemana.
Alrededor de 1901, la brillante promesa de la ciencia decidió atender las expectativas sociales.
Dejó por un momento de lado a las partículas fundamentales y dirigió su mirada a un
persistente pretendiente y colega que le había propuesto matrimonio en varias
oportunidades: Fritz Haber. Empírica a las cosas, Clara se casó con Fritz. Tenían mucho en
común por ese tiempo. Ambos eran deBreslau, treintones, químicos brillantes y la charla
5. estaba garantizada; los dos provenían de familias judías y se habían convertido al cristianismo
y por si fuera poco, parecían compartir los ideales. Haber estaba decidido a cambiar la
agricultura y tenía una fe ciega en su investigación para utilizar la reacción entre el nitrógeno y
el hidrógeno atmosféricos para formar amoníaco. ¿Cómo no enamorarse perdidamente de ese
hombre que terminaría con el hambre en el mundo?
Poco a poco, Clara fue convirtiéndose en la asistente (de lujo) del marido. Al principio protestó
un poco cuando Fritz le prohibió continuar con sus investigaciones, pero finalmente aceptó
secundarlo en tareas menores. La química entonces se encargó de la vida doméstica, luego de
la maternidad y se emocionó hasta las lágrimas cuando Fritz le agradeció –en una breve y
desabrida línea- su colaboración en un libro sobre la termodinámica. Haber subía velozmente
escalones académicos y para 1911 fue distinguido como director del prestigioso Instituto
Kaiser Wilhelm en Berlín, una distinción que vino de la mano de su nombramiento como
profesor en la Universidad de Berlín y miembro de la Academia Prusiana de Ciencias. Clara y su
hijo Hermann, raramente lo veían. Los inquietantes rumores sobre su esposo, sin embargo,
volaban a la velocidad de la luz.
Era agosto de 1914; Alemania le había declarado la guerra a Rusia y a Francia y Fritz Haber se
había convertido en el flamante titular del Departamento de Guerra Química del Ministerio de
Guerra.
El mismo hombre que había permitido el aumento de la producción agrícola en todo el
planeta, ahora declaraba: “En tiempos de paz, un científico pertenece al mundo, pero en
tiempos de guerra pertenece a su país" Acto seguido se había dedicado por completo a la
investigación de potentes gases venenosos…de la noche a la mañana, Haber se había
convertido en un Samael, con su misma dualidad.
Clara Immerwahr enloqueció de horror. Su hombre había pervertido los ideales de la ciencia y
traicionado las creencias de ambos y ella no permitiría la inminente matanza. Se opuso
abiertamente a su marido, pidió, rogó y finalmente lo amenazó para que detuviera sus
investigaciones. Acudió a todos los conocidos y a las autoridades gritando que el gas venenoso
estaba prohibido por La Haya, pero era tarde. Los arsenales militares alemanes ahora contaban
con una nueva y terrible arma, capaz de cegar o destrozar los pulmones de las víctimas,
cortesía de su patriota esposo.
Clara no fue escuchada, ni siquiera por los comandantes que consideraban repugnante y “poco
caballeroso” el uso del gas venenoso. Todos querían la victoria. Fritz Haber apenas se distrajo
de su tarea para acusar públicamente de traición a la molesta mujer.
El 22 de abril de 1915 en Ypres, Bélgica, fueron liberadas 168 toneladas del letal cloro y la nube
verde grisácea se desplazó hasta las posiciones de las tropas francesas. Dos días después se
produjo un segundo ataque. El exultante Fritz fue ascendido a capitán y el 2 de mayo volvió a
Berlín para asistir a una fiesta en su honor. Ese mismo día Clara Immerwahr murió en los
brazos de su hijo.
La versión oficial dice que la mujer tomó el revólver de su marido y se disparó, aunque el
supuesto suicidio se mantuvo en el más estricto secreto, nunca estuvo en los periódicos y
6. jamás se realizó una autopsia. Pocas horas después, Haber partió al frente oriental para
supervisar la liberación del gas contra los rusos, dejando a su hijo de catorce años a cargo del
funeral.
El Ángel de la Muerte siguió ocupado por mucho tiempo, fue honrado con el Premio Nobel de
Química en 1918 y tuvo el reconocimiento de los nazis, aunque judío, finalmente tuvo que
abandonar Alemania en 1933 y falleció el año siguiente en Basilea.
Fritz Haber o Samael, hizo su trabajo. La trágica ironía es que apenas unos años después de su
muerte, los judíos de Europa –incluyendo muchos de sus familiares y amigos- fueron gaseados
con los compuestos que inventó este personaje.
Sabemos que la Chemikerin Clara Immerwahr peleó y perdió su batalla por la paz contra la
serpiente con cara de león. Quizás nosotros, la humanidad toda, perdimos con ella la guerra.
UNA MUERTE TRÁGICA Y UNA MEMORIA INGRATA
Este tema hace referencia no solo a la trágica muerte de Clara a causa de la decepción de su
marido al saber que gracias a él se perdieron varias vidas inocentes. Si no se hace referencia a
Todas aquellas personas que fueron sacrificadas inocentemente por un racista y anarquista
que no toleraba las diferencias (Hitler) ya que con el invento que Haber creó, se trató de
aniquilar a la raza judía por el simple hecho de no ser como ellos y que no conforme con ello
Hitler mando a rociar con el gas que invento Haber a los familiares y amigos de este científico
para que corran con el mismo destino. Además demostrar que es verdad que alguien no solo
puede enamorarse de una persona sino de una profesión o vocación y eso es lo que paso con
este científico que al inicio tenía como meta ayudar a terminar con el hambre del mundo
creando un fertilizante y no se dio cuenta que con el paso de los años habían más interesados
es sus investigaciones pero no con buenas intenciones. Y que a veces no es bueno aferrarse a
algo ya que tenemos que tomar en cuenta que mucha de las decisiones no solo afectan a una
persona sino a toda una nación.
Otro aspecto que encontramos es que a pesar del supuesto mor que Haber le tenía a su esposa
no fue humano y despidió a su esposa en su última morada dejando encargado del funeral a
su hijo y que poco tiempo después Fritz se volvió a casar.
¿Y TODO EL TEMA QUE TIENE RELACIÓN CON LA QUÍMICA?
Todo lo mencionado con anterioridad está estrechamente relacionado con la química ya que
tanto Fritz como Claro eran científicos que investigaban como se está estructurando los
diferentes fenómenos que vemos a nuestro alrededor, y que tanto fue la capacidad de Fritz
que recibió varios conocimientos sin saber que esos mismos conocimientos serían los que
causarían una guerra y con fatales consecuencias en la cual tuvieron que morir gran parte de
personas por el hecho de no ser de una raza pura.