Es importante que los padres puedan orientar a los jóvenes sobre los riesgos del consumo de alcohol pero, a veces, éstos los consideran poco preparados para hacerlo. Los hijos dicen: “quien mejor nos puede informar son nuestros padres, ellos quieren lo mejor para nosotros, pero no saben, no entienden, no conocen y la mayoría de las veces no saben qué decirnos”.