1. “Cada oveja con su pareja”
Por Sylene Moreno de Carreón.
A muchos nos vendieron la idea de encontrar “La media naranja”, junta dos medias naranjas y no
hace, ni un vaso de jugo; más en cambio, junta dos naranjas completas seguro lo llenas.
El reto de encontrar la pareja ideal, requiere un proceso, en primer plano es necesario conocerse,
lo que sigue es no mentirse.
Si, te enamoraste a primera vista, más bien, te erotizaste cuando conociste a tu pareja.
En nuestra cultura a las mujeres las educamos para “ser princesas” y , esperan que vendrá su
príncipe a cuidar de ellas, las sostendrán, y cha, la, la…La realidad es diferente, una mujer tanto
como un hombre toma decisiones, aporta ideas, entabla relaciones y establece límites.
La verdad, es que hacemos más preguntas cuando compramos un carro, que cuando elegimos un
esposo o esposa.
Debemos hacer dos listas que se tomaran en cuenta fielmente para encontrar compañero/a:
“La pareja ideal” y “La pareja infernal”
¿Qué se viene a tu mente al realizar estas listas?
Para poder encontrar o evitar la persona que encuadre en las listas, primero debes tener un
propósito en la vida propia, saber bien, qué puede aportar la persona que compartirá tu vida para
conseguir tus metas; cuando conocemos el plan de vida de la otra persona, vemos que esa mujer o
ese hombre que te encanta, va por el camino de vida en tu mismo rumbo, entonces, podrás
pensar en hacer un compromiso.
El grado de compromiso va de la mano de la autorresponsabilidad, será fácil hacer un firme
compromiso con tu prometido o prometida, esposo o esposa, sí te encuentras comprometido
primero, consigo mismo.
Cada pareja tiene que aprender a crecer, su crecimiento se basa en el poderío de su relación.
Ignorar el comportamiento de quien tienes a lado, sus hábitos y sus defectos, provoca deterioro
personal, mala comunicación y devasta la autoestima de otro.
Las parejas inteligentes no solo se comunican desde la razón, sino desde el corazón. Hablan de sus
miedos, debilidades, tentaciones y fantasías, no para ser cuestionados, sino para ser escuchados.
Cuando las personas dejamos de tener un propósito, metas y sueños, empezamos a morir y
dejamos morir la relación sentimental, nos adentramos en un “me vale”. Si tú o tu pareja se
quedan estáticos, seguro separalizaran el uno al otro.
La sexualidad ayuda, pero no mantiene unido un matrimonio.
2. El amor suaviza la relación pero no salva un matrimonio.
Un proyecto de vida en común, no solo hace un matrimonio, sino lo fortalece y lo vivifica día a día.
Antes de comprometer tu alma, compromete tu mente con una pareja afín y competente.